Gilbert remata un día inolvidable
Tiene que haber otro nombre para lo vivido hoy. Si se escapan 47 corredores en el primer compás de una inusual etapa de 220 km. no puede ser una abanico. Como dijo el vencedor después de 4 horas de frenético espectáculo por el llano “nunca había vivido una jornada así”, y lo decía uno que durante años ha sido el corredor que más kilómetros realizaba en una temporada.
Es tendencia, y sólo un ciego se niega a verlo. La superioridad del llano sobre la montaña, el terreno que hoy por hoy ofrece mayores diferencias y mayor espectáculo, baste ver todos los años la París-Roubaix y, si me insisten que ahí el factor diferencial son las piedras, pues la París-Tours. No hay nada que supere al espectáculo de una etapa de llano con todos exprimiéndose.
Lo vivido hoy camino de Guadalajara y pasando por la zona menos poblada de Europa -una Siberia demográfica, y que en gran parte nos hemos perdido porque la etapa ha acabado con una hora y cuarto de adelanto- será recordado durante mucho tiempo porque, a diferencia de los abanicos que se ven en el Tour o en otras carreras, esta vez fue a 220 km.… Leer más