Una Sanremo sin levantarse del sillín: metafóricamente y de verdad

Hace menos de un mes Julien Alaphilippe no tenía ninguna victoria en Italia. Ahora tiene cuatro, que son las mismas que las conseguidas en toda su vida deportiva por Valverde y Boonen (dos cada uno). El nuevo Bettini ha encontrado su nuevo paraíso particular y el mundo del ciclismo transalpino parece encantado con ese corredor de bolsillo, a tenor de las reacciones a su victoria en la Milan-Sanremo 2018.
¡Qué diferencia respecto a 2016 y el incontestable triunfo de Demaré! La primera vez en 20 años que un francés ganaba la carrera y todo fue encogimiento de hombros, críticas despediadas por parte del periodista estrella de Gazzetta, y altavoz contínuo a las invenciones de un par de ciclistas mediocres italianos sobre falsedades que ellos habrían hecho de haber tenido alguna vez opción de ganar la carrera.
Con Alaphilippe viene todo más rodado. Y viene así porque viene con el pack de un equipo muy conocido, de una nación histórica del ciclismo que ha vuelto -por qué había desaparecido saldrá veladamente en el post- y, la parte más importante, viene porque era el máximo favorito en la salida.… Leer más