De santuario a santuario, y Lombardía porque toca
De momento el encadenado de pruebas de un día por el norte de Italia está siendo un éxito, hasta el punto de que algunas pruebas van a intentar sumarse en los próximos años al calendario de otoño, como la Copa Agostoni o la Sabatini, ahora mismo perdidas en mitad de septiembre y con una participación bajísima, casi tanto como su relevancia. Gran parte del auge de estas carreras centenarias -que en fechas recientes han tenido ediciones sin disputar- se debe al hype con las pruebas de un día, y también al interés que suscitan en los grandes campeones.
Un buen ejemplo ha sido estos dos días en el Piamonte, la cuna de gigantes de la ruta como Girardengo, los hermanos Coppi o Saronni. El miércoles se disputó la Milán-Turín en su edición del centenario, con el previsible desarrollo de la carrera desde que volvió en 2012 con el final en Superga: todo queda para la subida final, y los que conocimos las ediciones clásicas con final en el Corso Casale -paralelo al Po- o en el ya impracticable Autovelodromo Fausto Coppi añoramos esa carrera que no se decidía necesariamente en el kilómetro final.… Leer más