Otro ridículo del Movistar (da igual cuando leas esto)
Al igual que hizo en los Pirineos, también el Movistar ha hecho el ridículo en los Alpes: tirando detrás de un compañero que iba fugado el día del Galibier, y hoy desaprovechando a cuatro corredores que iban en un grupo de doce unidades para no lograr absolutamente nada: ni la etapa, ni distanciar más a Alaphilippe y hacer subir a su ridícula tricefalía un puesto en la general.
Otro día en que la estrategia de Txente Bellotero y Arri burro Arri queda a la vista de todo el mundo, con las implicaciones que esto tiene para la imagen de la multinacional Movistar, una compañía que vende una imagen de chapuza, de desastre y de rídiculo. Si quieren cambiar eso y seguir con el patrocinio ciclista -al que parece que están obligados por ser más un Ministerio que una empresa, como todos los monopolios-, deberían renovar las estructuras de mando de la secta navarra, e introducir criterios de competencia y profesionalidad, y no únicamente el de lugar de nacimiento (el director de Movistar femenino es otro Unzué: como en las sectas, exactamente igual)
El patetismo de Movistar empozoña lo que debería ser la celebración del gran triunfo de Nibali, que tras intentarlo en muchas etapas de montaña -todas con el mismo kilometraje mini o extramini, ojo-, se ha impuesto en la cronoescalada a Val Thorens.… Leer más