La fuga volvió a llegar, demostrando una vez más -por si Jacky Durand o Marc Gómez no fuesen suficientes- que en un carrera de un día se puede dar el gran campanazo usando la estrategia más antigua del ciclismo: irse por delante cuando los demás todavía están hablando.
No era una fuga normal porque en ella iba Nils Politt, hasta entonces desaparecido de la campaña del norte, y un corredor capaz de ganar el pulso al pelotón. Además, también iba el suizo Jacobs, de los pocos que ha rendido en la Patrulla Canina cuando se vio forzada a fichar a corredores así ante el veto de Acquadro.
Cogieron 5´ con facilidad hasta que el pelotón se puso a tirar, mientras pasaba lo habitual en términos de caídas y ataques en cada cota para seleccionar el grupo. A 70 km. de meta, subiendo Kanarienberg, una avanzadilla del Ineos compuesta por Pidcock y el joven Turner formó grupo con Van der Poel, Benoot, Küng y Campenaerts, trotones muy cualificados.
Se quedó cortado Pogacar, en su bautizo competidor en una clásica de pavés. No por falta de fuerzas, sino por una caída y por ir relativamente mal colocado. El campeón esloveno intentó paliar sus carencias con otra persecución de fuerza bruta y bueno, fue un placer verlo rodar por los tramos llanos de pavé por la parte central, mientras iba desprendiéndose de sus compañeros de grupo, o estos iban tragando cuneta bacheada.
No llegó al grupo delantero, pero ya ha aprendido. Igual que no le van a volver a pillar en una como la de la Itzulia 2022, para la gran cita del domingo estará. Lo ha demostrado con creces, tirando a tope durante los 70 km. que quedaban a meta. Si por delante el grupo hubiese sido de otro espesor, nadie duda de que hubiese enlazado.
¡Y qué grupo, con gente como Kung o Campenaerts que únicamente pueden tirar porque no son nadie al sprint ni tampoco subiendo las cotas del recorrido! Así dieron caza a la fuga, donde sobrevivían Politt y el joven australiano O´ Brien del Bike Exchange.
Con una ventaja de 40″, Van der Poel intentó su salto en una de las últimas subidas, pero Turner se sacrificó por Pidcock, el merecedísimo Premio Zakarin™ que prácticamente viene de la playa. Después fue el intento de Campenaerts, que había montado de salida un 58 de plato grande y lo aprovechó en un breve tramo de descenso. Abrió hueco rápidamente, y solo el esfuerzo conjunto de Benoot y Pidcock consiguió acabar con su intento en solitario.
Ahí se vio que Van der Poel, en sus retiros espirituales camuflados de dolor de espalda, ha aprendido algo. En un tiempo muy cercano hubiese sido el Nietísimo el que hubiese salido a todos los ataques en el tramo final; esta vez se apoyó en el trabajo de los demás, incorporándose el último. Estaban ya en el circuito final en torno al renovado hipódromo de Waregem, en un circuito propio de alevines que pueden rodar a 50 km/h en el llano, cuando un hiperactivo Benoot atacó a 1´ 5 km de meta.
Ahí es una distancia en la que hay que salir siempre, y el único que lo hizo fue Van der Poel. Benoot, incapaz al sprint, no tenía otra opción que seguir, a pesar de lo cierto y garantizado de la derrota. Asumiendo su rol -va camino de los treinta años, y su palmarés es escasísimo- entró en meta aplaudiendo al Nietísimo, que por si acaso hizo otro de sus sprints ocupando el doble de su espacio vital, siempre abundante.
Pidcock, cómo no, ganó de manera fácil el sprint por la tercera posición. Una muy buena edición del GP de Waregem, una carrera aupada al WT y prácticamente desvirtuada de lo que era antes, una clásica menor y objetivo de nadie, y que en 2022 ha tenido el concurso del último podio en Roubaix y Flandes, además de un campeón olímpico y, por supuesto, el vigente campeón del Tour (y de Lombardía y Lieja). Concurso activo e implicado.
Ya no es noticia que el Quick Step esté desaparecido de las carreras. Senechal, del que nos vendían que era el corredor más constante en carreras de pavés, no existe. Stybar parece haber cumplido todos sus abundantes años de repente. Asgreen es una sombra del que fue. Anuncian la presencia de Alaphilippe para Flandes. Declerq, que podría decir mucho sobre lo que pasa en el Quick Step, acabó el 89º en Waregem, en su primera carrera desde su “inflamación de la pared del corazón”.
Se presenta así una edición atípica del Tour de Flandes, la carrera exterminada en aras de la codicia y Flanders Classics, perdón por la redundancia. Sin la presencia activa del equipo que todo lo mueve en estas pruebas, con Van Aert diciendo que está malito -aunque suena a troleo por las estrategias recientes y en el mismo sentido de Pidcock y Van der Poel-, el máximo favorito es el Nietísimo, no en vano 4º, 1º y 2º en sus tres participaciones anteriores.
Jumbo tiene a grandes corredores en un gran nivel, pero no son rivales para este monstro que ha preparado las carreras en la Coppi&Bartali y que el domingo cumplirá su octavo día de competición en 2022. Las esperanzas están puestas en Pidcock y quizás Pogacar, a expensas del alcance de la cortina de humo de Van Aert que, en todo caso, ya ha cumplido con creces su campaña. Ojo también con Mohoric, capaz de cualquier cosa, y que seguro que tiene preparada alguna dedicatoria con su famoso dedito.
La última gran edición del Tour de Flandes fue en 2011, quizás una década después se puede ver de nuevo una edición a la altura de la fama de esta carrera.
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Jesper Skybby, destacado profesional de la generación de 1964 , realiza esta confesión: “Mi esposa me dijo: o las pastillas [dopaje] o nuestra hija”. No es más que otro sucio tramposo danés (¿cúal no lo es? ¿cúal no lo ha sido?), el país de la hipocresía, contando una historia ya sabida, y con el mismo relato de siempre: solo se dopó de mayor, y porque su grave caída en la Tirreno 93 le hizo empezar con Valium.
Lo cierto es que Skibby fue educado en la cultura de la jeringa y el chute por nada menos que por su compatriota Kim Andersen -sancionado de por vida, y recordman de politoxicomanía en el ciclismo-, y que cuando descubrió la EPO empezó a ganar cosas que nunca antes había ganado, como su famosa etapa del Tour, y también una etapa de la Vuelta subiendo Navacerrada, cuando jamás había subido ni un paso al nivel. Militaba en el TVM.
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Jugosas declaraciones de Sagan, ya en plan folcklórica que deja más noticias fuera del escenario -las carreras- que en las tablas. “Soy un corredor hecho a sí mismo, no como Evenepoel, fabricado por el Quick Step”. También confiesa que en Liquigas le pagaban el salario mínimo, y que en el Tour volverá a intentar ganar el maillot verde.
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Girmay: “quiero ganar en Italia, hemos sido su colonia” De ahí os viene la afición al ciclismo. Aquí se explica a gruesos trazos, en un largo artículo donde queda bien claro que el representante de ciclistas (tratante, como en la ganadería) quiere recalcar que no le dejan traficar con libertad en ese país. El periodista, genuflexo, se presta a ejercer de altavoz, sin crítica alguna.
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Ha muerto Richard Moore, el escritor británico de ciclismo autor de uno de los mejores libros del género, la biografía de Robert Millar. Como suele pasar en estos casos, no está traducida al castellano. Fue ciclista de muy bajo vuelo, y como escritor estaba sobrevalorado en grado sumo, como suele pasar con todos los anglos.
Fan-monguer a niveles caricaturescos del Sky, lo fue también de todo el entramado del ciclismo de pista británico y, en general, del súbito desembarco de sus compatriotas en el ciclismo. Muere con 49 años sin que se sepa la razón, demostrando con esto último que jamás dejó de ser un ciclista.
Según se informó en su día, Ibarguren está esta temporada con Vomistar. Sabéis si sigue con Quick-Step ?. Lo digo por la bajada de rendimiento en este último.
Kim Andersen, si no me equivoco, creo sigue en el mundillo, no faltaba más, y es actualmente uno de los directores del Trek Segafredo.
Ibarguren ya estaba el año pasado en Movistar. Andersen tiene sanción de por vida como corredor, pero como director siempre ha estado con Trek. Así es el ciclismo, el deporte que nos gusta.
No conocía a Moore. Creía que la trayectoria de Kimmage como escritor- corredor era única y no. Parece que en el mundo anglosajón tienen más facilidad a la hora de combinar la pluma con su actividad principal.
Saludos.
Yo creo que a los gregarios y a los corredores más humildes y discretos del pelotón les pinta peor en cuanto a consecuencias de haber practicado ciclismo profesional respecto a los líderes y ciclistas de serie A porque al haber ganado menos dinero tienen menos margen de costearse tratamientos de recuperación y además tienen que laborar en trabajos mundanos con el cuerpo tocado por no haber ganado lo suficiente.
Pues cuidado si Van der Poel empieza a saber correr como lo hizo el miércoles, porque es realmente muy atípico que alguien tan favorito como lo era él en el grupito final gane. Ni siquiera sé si era el más fuerte de todos los que estaban allí (a mí me parece que aun está lejos de su 100%), pero sí fue el que mejor jugó sus cartas.
De cara al domingo, si se confirma la baja de Van Aert (que ojalá que sea solo un farol), será una buena prueba para ver si en una prueba de más nivel y ante rivales de más nivel es capaz de seguir con esta evolución de lectura de escenarios ciclistas. Que es una evolución que para mí no es de este año, ya el año pasado corrió mejor que en 2020.
En cuanto a Pogacar, joder, qué ciclista es. Es que solo sabe ir a ganar. Todo lo demás le da absolutamente igual. Otro en su situación después de perder el corte bueno, se pone a chupar ruedas y a guardar para el domingo. Éste no, éste en cuanto veía un punto de ataque ahí que iba. No sé que pasará el domingo, pero si sé que Pogacar no va a pasar desapercibido.
Y el suelto de Sagan… cada vez pinta peor su final de carrera. Imagino que alguna perla en la carretera aún le quedará, pero es que su decadencia está siendo de época en todos aspectos.
Yo el Tour de Flandes de 2017 lo tengo también como por una muy buena edición, por mucho que el control del Quick Step y los intestinos de Gilbert, determinasen la carrera. La de 2011 fue una fantasía y algo tan difícil de volver a ver que es un poco injusto pedir ver algo así en cada edición. Pero vamos, al final estoy de acuerdo en que es una mala carrera y cada año parece peor. Lo único que salvaría esa decadencia, a mi modo de ver, es que llegase un grupo más grande al final, hubiese ataques en los últimos diez kilómetros y un sprint de verdad. Para eso está hecha la “nueva” meta, para que haya un señor sprint, y no que lleguen los dos más berracos por aplastamiento tras haberse destruido en los muros.
Es que todavía no se ha visto un sprint de leyenda en esa meta, salvo que los pajilleros de los de Van Algo consideren eso la pantomima de 2020.
A mí también me encantó el 2017, con el homenaje a Boonen, la caída de Sagan y Van Avermaet y el carrerón de Gilbert. Joé es que esos dos estaban en su mejor momento!
Tan en buen momento como que si no se caen, llegan seguro. Porque Gilbert, lógicamente, llega a meta que no podía dar ni una pedalada más.
Llegó levantando la bici y haciendo un montón de gilipolleces en la meta. Exhausto no creo que fuese. Luego dos semanas después pasó lo que pasó…
Igual tengo yo una percepción equivocada, que al final ya han pasado cinco años, pero mi sensación es que si no se caen, pillan a Gilbert.
Le echaré un ojo un día de estos para refrescar la memoria.
La de 2011 fue una carrera estratosférica: ¡a Cancellara se le acabaron las baterías de la bici!
Algo hay en eso de los retiros espirituales…alguna preparacion psicologica estara haciendo o algo pasa, porque hasta yo, que no me considero experto ni sigo el ciclismo con mucha exaustividad me di cuenta de que cambio sustancialmente su actitud, midiendo esfuerzos, quizas escuchando el pinganillo…es decir sin correr como un pollo sin cabeza.
De todas formas en algun momento se tendra que dar cuenta que en el ciclismo de carretera no es suficiente la fuerza bruta para ganar. Hay que utilizar una adecuada estrategia. Esto no es, arranco fuerte, me contengo 4 vueltas, ataco y 5 vueltas yo solo saludando a los paisanos mientras humillo a todos.
Om shanty.
Lo de Van Aert parece oficial, covid.
El amigo Peter ha conseguido ser una mezcla de Valpiti y Kwiatkowski: se le recordará más por sus segundos puestos y por haber dejado el ciclismo a los 30.
A Sagan no se le recordará por los segundos puestos porque tiene tres Mundiales. Si tuviese un Mundial, una Roubaix y un Flandes quizás.
Como si me dices que a Tutankamurcia no le recordaremos por sus derrotas porque tiene 4 Liejas y 5 Flechas…. son dos casos de corredores perdedores, muy buenos corredores eso sí, que por simple probabilidad han ganado mucho; pero a quienes recordaremos por todo lo que dejaron de ganar por su deficiente actitud, mala planificación y pésimo sentido táctico.
Las derrotas de Valverde han sido mucho más sonadas que las de Sagan, donde vamos a parar. La más gordas de Sagan han sido en Sanremo, con Goss y con Kwiatkowski, y la Tirreno 2016 con Van Avermaet. Las de Valverde incluyen dos vueltas a España, tres Lombardía y la mejor de todas: el Mundial 2014.
No insistas, que este último dato no lo va a superar Sagan ni nadie. No solo fue incapaz de ganar un Mundial donde se quedó con cinco corredores más lentos a cinco kilómetros del final, sino que lo hizo tan mal que impidió que ganase un compañero.
Mundial 2013, para superar eso hace falta tener un archienemigo de la talla de Rodríguez. Sagundo cae bastante bien en el pelotón, no estará en situación de superarlo.
La del Mundial 2013 fue peor aún. Aquel Mundial no lo ganó Rui Costa, lo perdió él. Él, y su pifia con quedarse a rueda de Nibali siendo como era el más rápido de los cuatro que se jugaron las medallas. Pudo tener España un doblete “histórico” con Piti primero y el andorrano segundo y al final, segundo y tercero por quedarse a rueda de Nibali en vez de saltar a neutralizar al portugués.
Sí, queria poner 2013.
Sergio, Goss le gana a Cancellara, la primera que pierde Peter lo hace con Ciolek.
Es verdad la 2011 fue un carreron , a mí además de la 2017 me gustó bastante la 2015, con Sagan y Van Avermaet, corriendo a Kristoff y Tepstra.
Particularmente disiento, para mí tanto a Sagan como a Valverde se los recordara más por sus victorias ( pese al mundial del 2014 entre tantas)
Perdón, me he equivocado. Quería poner Ciolek.
No fue Ciolek en vez de Goss? Me lío. Pero muy de acuerdo: Sagan es de todo menos un segundón, y de hecho sus podios de honor se dan sobre todo en el Tour, que a la larga han sido un espectáculo para llegarse el maillot (como en el Tour 2015, donde no ganó nada). Me parece una locura llamar segundón a un corredor que, como casi todos los grandes, ha estado delante prácticamente una década para hundirse ya con la treintena.
Parece que hay gente que lee el blog solo para poner negativos a cualquiera que critique al que no ha dada nunca positivo.
No hagas mucho caso a eso.
Además de destacar su gran capacidad de sacrificio por cualquier compañero de equipo o de selección, destacaría su contribución al gran invento de la tricefalia.
Aún espero que el Jumbo, el UAE o el Sky inventen la cuatricefalia.
Y valpiti no dejó el ciclismo a los 30. Lo dejará a los 130
ValPiti dejó el ciclismo a los 30 años. No por voluntad propia, le tuvo que ayudar la AMA y el CONI. Nacido en 1980, se pasó la temporada de sus 30 y 31 años en la nevera.
Los 30 es referencia a Kwiato, por eso la mezcla de ambos.
Fue una prueba muy disputada en la que creo que Van de Poel hizo, sencillamente, una carrera magistral. Y digo magistral y no buena porque, siendo probablemente el máximo favorito y a priori el ciclista más vigilado, supo hacer lo más difícil: aprovechar su rol para manejar la carrera a su antojo. Y me explico: una vez formado el grupito delantero que se jugaría la victoria, evitó salir a tapar todos los huecos como un loco y dejó que fuesen otros los que tomasen la iniciativa para hacer ese trabajo de desgaste. Ante la desconcertante actitud más contenida de Van der Poel, unos segundos después del salto de turno eran otros los que, creyendo que el neerlandés igual no tenía su mejor día, perseguían a perchonazos intentando provocar un nuevo corte. Mientras, el del Alpecin, esta vez más consciente que nunca de sus cualidades y de sus fuerzas, tuvo la suficiente sangre fría para contactar a ritmo la mayoría de las veces, aprovechando el parón que se producía cuando ya eran tres o cuatro los que cogían al que había atacado y sin importarle ser de los últimos en reincorporarse al grupito de escapados. Pasaban los kilómetros y eran los demás los que se iban cociendo más que él, cambiando la dinámica de lo que venían siendo las carreras en las que presumiblemente se postulaba como favorito. Incluso cuando tomó un papel más protagonista, como cuando persiguió a Campenaerts, no se cebaba y pedía el relevo. En otras ocasiones, sin embargo, le hubiésemos visto intentado lucirse ante la cámara de moto sobrado de ímpetu y rodando en modo bestia como si le molestase llevar a nadie a rueda más que a su ego. Sabía que le bastaba con llegar a la recta de meta y rematar, y lo hizo, porque esta vez, por fin, le bastaba lo que le valía.
Cuando salió solo a por Benoot, con Pidcock por detrás, ya había ganado. Además, ¡cómo traza el tío! ¡Y lo sabe! Cuando sale primero de la última curva, Benoot ha perdido la estela del neerlandés y éste, que se da cuenta enseguida, solo tiene que acelerar un poco (o un mucho, depende de cómo se.mire) para que su rival en el esprint tire la toalla antes de meta, incapaz ni tan siquiera de cogerle rueda de nuevo. Metida de pata del belga o, como comentaba, talento en la trazada de Van der Poel, aunque el esprint lo tenía igualmente ganado.
La actitud de los ciclistas, la calidad de los que lucharon por la victoria, las diferentes apuestas de cada uno de ellos y la lectura de carrera del ganador me hicieron disfrutar mucho de la prueba. Por muchas así…
Un saludo a todos.
Muchas gracias por tu comentario. Yo es la primera vez que veo que El Nietísimo gana por inteligencia y no por fuerza bruta, y por eso lo he querido destacar en el titular. Lo explicas muy bien, pero también hay que indicar que el único rival de espesor era Pidcock: de ir en el grupo alguien como Pedersen o Van Aert, todo hubiese sido diferente. Supo aprovechar muy bien las debilidades de Campenaerts y Kung al sprint, y que siempre iban a salir al corte, porque al sprint no pueden hacer nada.
Es que los segundos puestos de Sagan son sobre todo en finales masivos al sprin en el Tour, donde Valverde ni siquiera se ha metido a disputar nunca. Sagan es un tío rápido , pero no es un esprinter puro , quedar segundo en todas esas etapas para mí no es un fracaso .
Uffffffffff….es que “solo” ha ganado 12 etapas, y ha quedado segundo en 23 o 24….
Yo creo que en esos 24 segundos puestos (los que sean, vaya, que no lo sé seguro), hay mucho de lo que dice el amigo Thevenet.
Es que Sagan se metía en sprints masivos, en sprints que picaban hacia arriba y ha sido segundo hasta en escapadas como la del día que gana Plaza.
Estoy de acuerdo en que quizás la proporción podría haber sido más cercana al 50% de victorias/segundos puestos. Pero yo creo que es eso, fruto de que estaba en todas las guerras en los Tours, posiblemente sin ser el mejor en ninguna.
Sí, en todo caso doce etapas ganadas para alguien que ha ganado siete veces el maillot verde sale a una media muy baja.
Estoy muy de acuerdo.
Con Van der Poel me pasa una cosa, hace el payaso, hace cosas raras… Pero es innegable que tiene potencial. Una cosa no quita la otra.
Estoy viendo el G.P. Miguel Indurain en ETB, nevando y mucho frio. ¿En Flandes será parecido? Lo digo porque el frio podra modificar las quinielas.
Mañana por cierto televisaran la salida de Flandes en ETB3 desde las 11:30 y luego conexión a las 15:00 con ETB1, vamos que lo emiten integro. Para interesados de verlo en abierto.
Ah, muchas gracias. Lo pongo en el post, porque si acaso alguien lo lee. Siempre con los canales públicos.
Perdon, en vez de ETB3 es ETB4.
Tambien conectan en ETB1 a las 11:00, pero lo cortan para las 11:30. Me imagino que sera algun tipo de previa o algo asi.
También se emite por Teledeporte.
Pues me está gustando Girmay fuera de la bici: desde ese desdén particular por en teoría objetivos inapelables (Flandes) hasta sus respuestas cortantes a preguntas estúpidas (sobre la geografía de su país), pasando por los objetivos realistas que proclama (ganar en Italia, por qué no).
en argentina decimos , es mas papista que el papa , bueno aca hay varios lectores mas sergistas que sergio , decir que a dos moustros como el bala y sagan seran recordados mas por sus derrotas que por sus triunfos es un desproposito pero bueno solo hace falta repasar sus palmares , a demas con exepcion de merckx , hinault y posiblemente pogacar , todos los demas ganan y pierden ,
En el castellano peninsular también existe la expresión, aunque adquiere más relevencia visto de donde es el papa actual 🙂
Yo jamás he puesto que Sagan será más recordado por sus derrotas que por sus victorias, es una expresión que solo uso para Valverde y, como he explicado en muchas ocasiones, está justificadísima.