Una vuelta pequeña con los ganadores de las tres grandes
Tras un año de ausencia que nadie ha extrañado, el lunes regresa la Vuelta al País Vasco. Con el Covid-19 ni se plantearon un aplazamiento: bajaron el portón, y hasta 2021. Es una carrera con serios problemas presupuestarios -de ahí el lamentable espectáculo de mendigar el dinero del Banco Sabadell hace unos años- y que vivía desde hace muchos años en un bucle de aburrimiento.
Cualquiera que haya visto la prueba lo puede corroborar. Un recorrido previsible, insulso, y la insistencia mezquina en situar la contrarreloj el último día, ahogando cualquier otra situación de carrera que no fuese aguantar entre segunditos hasta el último día. La propaganda local vendía, como no podía ser menos, lo de “se subirán 40 puertos” (cuestas, en su mayor parte) y la “altísima calidad de los participantes”.
Algo ha cambiado. Y para mejor, porque peor no se podía estar. En un giro copernicano, la crono pasa a disputarse el primer día y, aunque el último será la manoseada y soporífera subida a Arrate (un sitio donde el que mejor entra situado en la curva final gana, o se pega una ostia como El Babayu), por el medio queda lo que llamaríamos la carrera, que forzosamente será mejor porque habrá que recuperar el tiempo perdido del primer día.… Leer más