Desde La Planche des Belles Filles se ve París

25 años sin que el Tour programase, en una fase tan temprana de la carrera, un puerto de primera. En aquella ocasión fue por pura circunstancia. Dentro de los fastos de 1992, San Sebastián también quiso tener su gran pira pública de dinero público con la salida del Tour, con el consiguiente problema para la organización de la carrera por eso de tener los Pirineos al lado.

Al tercer día había que salir del atolladero, y metieron la carrera nada menos que por el Marie-Blanque y final en Pau, con la victoria en fuga de Murguialday. Hubo fuegos pirotécnicos en la subida corta y dura, hasta el punto que se quedaron en cabeza los cuatro primeros del Tour de 1991: Indurain, Bugno, Chiappucci y Mottet. En el tercer día de carrera. El asunto no llegó a más, salvo para dejar apuntado el podio de París.

En esta ocasión el primera ha venido en el quinto día de carrera, y como final de etapa.… Leer más

Carreras que desaparecen: el Criterium Internacional (y III)

2014_criterium_international_poster_afficheReceta para matar una carrera de gran arraigo en el calendario ciclista, de ilustre nómina de vencedores y formato exitoso: ponerla en un fin de semana donde compita con otras tres pruebas ciclistas. Esta sería la dosis homeopática que ha enviado a la fosa al Criterium Internacional, otra carrera organizada por ASO -como Qatar- que en este 2018 no se celebrará, con la notable diferencia que esta era una carrera que se disputaba en Francia.

En Francia, y para franceses. La prueba vivía en una permanente agonía deportiva desde hace diez años, cuando ese monstruo alemán llamado Voigt se especializó en ganar una y otra vez la carrera, que había logrado en 1999 cuando era un engendro con planta de jugador de balomnano que sumaba carreras en plena #EPOGoldenAge, según sus palabras limpio. Es una buen forma de ir rematando una carrera, como casi pasa con el Tour y septenio de Armstrong.… Leer más

¿Puede Quintana lograr el doblete Giro-Tour?

AnuncioLo había anunciado en un periódico colombiano, y pocos le creyeron. Hoy Nairo Quintana ha confirmado que tomará la salida en el Giro de Italia, la carrera que conquistó en 2014 a la primera participación, como Anquetil, Hinault, Indurain y Contador. De manera paralela, la noticia supone que no defenderá su título en la Vuelta, porque el Tour -es el Movistar- es intocable.

El Giro celebrará la edición número 100 con una participación espectacular, y ya lo era antes del concurso del escalador colombiano. Al revés que en 2014, cuando el mero anuncio de hacer Giro y Vuelta ya ilusionaba, en esta ocasión deja más bien frío.

Deja frío porque en este tiempo transcurrido Quintana se ha mostrado incapaz de ganar el Tour de Francia: tanto en 2015 como en 2016 ha ido siempre por detrás de Froome, hasta el punto de ni siquiera realizar un ataque en la última edición.… Leer más

Homenaje mayúsculo al Clas

Fue Manolo Saiz el que hizo un libro de autobombo de la ONCE, y muy recientemente se ha hecho uno sobre Reynolds-Banesto-Movistar: siempre fueron los equipos más poderosos del ciclismo español post-Kas, a lo que habría que añadir el matiz del Clas-Cajastur, fundado muy modestamente en 1988 y que sería el embrión del Mapei, al menos en lo que la estructura de grandes vueltas se refiere.

Daniel Cabrero y Sergio Fuente han escrito el monumental -casi 600 páginas de densos contenidos- libro que el Clas-Cajastur merecía, el equipo de Asturias, el sueño de su afición como recuerdan en la portada. Es un libro escrito desde el amor y la devoción, y esto compensa cualquier otra cosa negativa que pueda tener, especialmente la poco profesional presentación -les recomiendo forrar el libro, básicamente fotocopias pegadas-: los contenidos son apabullantes, no han dejado nada sin cubrir.

Bueno, sí. Evidentemente, y siguiendo la línea de los libros de ciclismo en España, ni se trata el tema de Michele Ferrari, el artífice detrás del gran salto adelante que experimenta el equipo con la llegada de Tony Rominger, el ciclista suizo cuyo mejor puesto en una gran ronda era el 44º en el Giro 1988, y que tras ponerse en manos del afamado médico italiano ganó tres Vueltas y un Giro, además de ser segundo en el Tour 1993.… Leer más

Batir el Récord de la Hora es más fácil que ganar la Roubaix

Batir el Récord de la Hora es más fácil que ganar la Roubaix

En septiembre del año pasado Jens Voigt, un ciclista de 43 años y recién retirado del ciclismo, batía el Record de la Hora. Fue un suceso tan lamentable -edad, corredor enrolado en equipos de dopados toda su vida, palmeo de la UCI y hombre-anuncio de Trek, la marca del dopaje- que ni mereció la pena hacerse eco: eso no era el Record de la Hora, era un simulacro dotado de vida artificial por la UCI, deseosa de revitalizar un mito del ciclismo, y lo único que han logrado ha sido destrozarlo aún más.

La historia del Record de la Hora da para mucho, y no es el tiempo ni el lugar. Baste saber que todos los grandes campeones ciclistas que han ostentado el Record han calificado la prueba como una de las experiencias más duras que hayan tenido: son Coppi, Anquetil, Merckx, Indurain. Concluida la prueba, se derrumbaban o tenían que ser sujetados por los auxiliares para que, tras bastantes minutos, pudiesen recuperar la compostura.… Leer más

20 años en un libro que no cuenta nada

20 años en un libro que no cuenta nada

El propio autor del libro lo reconoce al final: empezó a escribir el libro cuando parecía que se iba a quedar sin retransmitir las carreras ciclistas, con las cuales se ha simbiotizado. Titulado maratonianamente A golpe de microfóno. Pedro Delgado. Las peripecias de un ciclista de élite reconvertido en periodista deportivo el libro ha tenido un desempeño comercial francamente nefasto, puesto que, a pesar de haber sido editado en las vísperas del Tour 2014 -como la inmensa mayoría de la literatura de género, colapsando el exiguo mercado-, no ha sido hasta la Navidad cuando se ha preparado una segunda edición.

No ha servido de nada el indudable tirón popular y carisma del protagonista: parece que el público está cansado de batallitas y anécdotas que, a fuer de repetidas, nada aportan. Y más cuando hay sobrados fundamentos para pensar que lo mejor se lo guarda para sí mismo y para los iniciados en la Ley del silencio del deporte donde se hizo famoso (Delgado ha sido más que un ciclista de élite, fue un fenómeno de masas en la España de los ochenta),  y donde sigue formando parte activa y militante de la cadena de compromisos, lealtades y servidumbres que tanto daño hace.… Leer más

¿Qué será de la generación de 1990?

¿Qué será de la generación de 1990?

Siempre es difícil la clasificación de generaciones. En otros ámbitos -como la sociología- se tiende a usar los 30 años, que es el periodo entre el nacimiento y la supuesta edad de empezar a tener descendencia; la demografía acota más ese periodo; en la propaganda, se nos mete a todos en la supuesta “generación del Príncipe -ahora Rey-“, como si nuestra formación y aspiraciones vitales fuesen paralelas al ya nacido distinto, por mucho que el Texto Sagrado llamado Constitución diga que todos somos iguales. Mejor no entramos en la artificial y académica distinción de generaciones literarias españolas, esa del 98, 14 y 27, y tiro porque me toca.

En lo que al ciclismo atañe, una generación es el grupo de corredores que, nacidos en el mismo año o con uno o dos años por encima o por debajo (para una cohorte generacional de cinco años), compiten en los mismos años y disputan las mismas carreras.… Leer más

Saxo gana tres de las últimas cuatro etapas del Tour

Saxo gana tres de las últimas cuatro etapas del Tour

Pon una etapa de 125 km. con cuatro puertos de alta montaña, y las diferencias serán mínimas. La fórmula de las minietapas quedó ayer de nuevo en evidencia con el poco espectáculo vivido entre Saint Gaudens y Pla d´Adet, una etapa de la que sólo recordaremos al ganador, y mientras lo siga siendo. Menos mal que hoy hay Tourmalet y Hautacam, y que al menos lo de ayer haya podido servir de desgaste.

Katusha intentó controlar al inicio de la etapa para las posibilidades de J. Rodríguez de ganar el maillot de la montaña. El catalán de 35 años pudo coronar primero el primer puerto de la jornada y el tercero, pero falló en el último que daba doble puntuación. No parece tener la cabeza para su reto: en el primer puerto puntuable, puso el turbo y, sin necesidad, sacó 300 metros en uno de esos sprints fulgurantes suyos. Cuando llegó el final de la etapa, iba boqueando y pedaleando como un cicloturista.… Leer más

Morir en la orilla

Morir en la orilla

Morir en la orilla es la expresión que mejor refleja lo vivido ayer en la espectacular etapa entre Tallard y Nimes, 223 km. de etapa. Y de fuga. Es el fenómeno que les vengo explicando: ya no se disputa la fuga del día. El primero que lo prueba, se va. Para alguien tan infeliz y tan amigo de la omertá como Pedro Horrillo, este extrañísimo fenómeno tiene explicación, y tiene la cara de balbucear esa explicación en un primer párrafo para la antología del absurdo.

Primer km., y se van los héroes del día en una etapa que todos los aficionados al ciclismo recordaremos. Los que no lo son ya empezaron el día criticando que un domingo no hubiese montaña, porque son así: españoles y poco amantes del ciclismo. La etapa era un escaparate para el lucimiento paisajístico de lo mejor de la Provenza, y que mejor que en uno de los días de más audiencia natural, y no inducida por piedras o asperidades orográficas.… Leer más

No va a ser ciclismo

No va a ser ciclismo

Indurain nunca subió el Gavia. A pesar de correr tres veces seguidas el Giro de Italia (subiendo al podio en todas ellas, y siendo el único corredor desde Merckx que ha ganado dos ediciones seguidas) la organización nunca ideó una etapa atrapar al gran navarro en la montaña-mito. Indurain subió una única vez el Stelvio: fue en 1994, en la legendaria etapa del Mortirolo, que no hubiese sido tan mortífero no haber venido precedido de la hora de ascensión que supone encarar esta otra montaña-mito.

El Gavia no se subía porque es una carretera imposible, y estaba el recuerdo de 1988. Aquel día una tormenta de nieve se desplomó sobre el pelotón, para gozo de esos aficionados al ciclismo que disfrutan con el sufrimiento innecesario de los corredores, como si no fuese suficiente con el simple desempeño de su profesión. De esos aficionados, y de esos organizadores, porque nunca se aprende de la historia, y para los que lo importante es el espectáculo entendido como una barbaridad.… Leer más