Chauvinismo d´Or

La ocasión es propicia para hablar del Velo d´Or, el galardón a mejor ciclista de la temporada que otorga la revista francesa Velo Magazine. De nula relevancia -de ahí que jamás haya sido tratado en este espacio-, el galardón tiene una curiosa historia que explica y contiene en sí misma su auténtica irrelevancia: solo lo había ganado una vez un francés.

La revista existe desde 1968 y es una de las más veteranas del grupo Amaury, que con el tiempo acabaría montando ASO y poseyendo de manera directa gran parte de las carreras más importantes del calendario. Es, por tanto, más que una revista, aunque sus contenidos sean igual de roñosos, complacientes y alcanforados que sus equivalentes en otros países.

El Velo d´Or existe desde 1992, y no es casualidad. En esos años la UCI intentaba implantar la “clasificación UCI”, que junto con la Copa del Mundo eran parte de las innovaciones de Verbrugghen para subir el pedigrí y el caché del ciclismo. Anteriormente había existido el SuperPrestige Pernod -una marca de alcohol patrocinaba el galardón- al mejor ciclista de la temporada, pero había desaparecido en 1987 tras una larga decadencia.

En ese momento de impasse los franceses aprovecharon y, copiando la idea de France Football con el Balón de Oro, implantaron el Velo d´Or. Al igual que en la versión de balompié, el galardón lo otorga un jurado de reputados periodistas de ciclismo -contengan la risa, por favor- que, en virtud a los méritos conseguidos durante la temporada, eligen al mejor corredor con la misma fiabilidad que los cardenales eligen al nuevo Papa.

1992, vale. El problema es que esos años son los de la expansión de la EPO y la consecuente transformación de este deporte. En el caso francés fue especialmente sangrante, dado que a partir de 1998 y el caso Festina, el ciclismo en el país vecino experimentó eso del ciclismo a dos velocidades, gracias a la acción de sus autoridades jurídico-policiales, todo lo contrario que en España.

Casi anticipando lo que se venía encima, los responsables del galardón instituyeron en el mismísimo año de su fundación un Velo d´Or para el mejor ciclista francés, asegurandose así que una revista destinada a consumo interno siempre tuviese su cuota de coucu-coucu, panache y, cómo no, chauvinismo endogámico de queso brie y champán.

¿Y qué pasaba los años en que el mejor ciclista de la temporada tenía la fortuna de ser francés? Pues que se llevaba ambos galardones, aunque esta situación solo se verificó en 1995 con Jalabert, por las razones anteriormente explicadas. Así había sido hasta este año, en que Alaphilippe se ha llevado el galardón, hundido cada vez más en su irrelevancia.

Baste decir que el año pasado fue a parar a Valverde, que al menos dejó una galería de fotos terrorífica, incluyendo la foto adjunta donde el infraser de “Dani Bici” se coloca enmedio de Indurain y el murciano: porque cree que también ha contribuido a la victoria, o porque quiere ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el anormal las 24 horas del día.

¿Y por qué ha ganado Alaphilippe? Pues por francés, y porque en 27 años de premio había que dárselo a un francés otra vez, no vaya a ser que esto se convirtiese en otro Tour de Francia, con el último ganador local en 1985. Solo así se explica que, por muy buena temporada que haya hecho el corredor del Quick Step -temporada finalizada en julio a efectos prácticos- se haya impuesto a Bernal y Roglic, que al menos tuvieron la decencia y profesionalidad de correr hasta Lombardía, y de manera nada anónima.

Un repaso rápido a los galardonados con el Velo d´Or no arroja ninguna estridencia grande: en cada año ha ganado el mejor corredor de la temporada, con las únicas excepciones de Bettini en 2006 -el jurado estuvo muy influenciado por ese Lombardía teatral llorando a moco tendido-, Contador en 2007 -las ganas de pasar página, pero el mejor corredor de ese año fue Di Luca-, de nuevo Contador en 2014 -la Vuelta de la meseta tibial- y el referido caso de Valverde.

Sin embargo, tanto Roglic como Bernal han sido mejores corredores que Alaphilippe este año: lo dicen las carreras ganadas, lo dicen los puntos UCI y lo dice hasta el CQranking y el ProCyclingStats. Bueno, estas dos populares páginas de resultados y estadísticas solo establecen la primacía de Roglic, pero es que Bernal ha ganado el Tour con 22 años. Y la Vuelta a Suiza. Y la París-Niza, y según la serie histórica del Velo d´Or, ganar el Tour da muchas papeletas para llevarse el galardón, de ahí que Armstrong obtuviese cinco -fue desposeído, al igual que del Marca Leyenda, quizás lo que más le ha dolido-, o que Contador obtuviese el galardón en 2010, aún sabiéndose ya su clembutadorazo.

Lo que ha ganado Alaphilippe ya lo sabemos: Sanremo, Flecha-Valona, ninguna vuelta por etapas, y ese Tour de Francia de protagonista, quizás el factor más influyente. Con ese criterio, incluso Voeckler podía haberse llevado el galardón en 2011, pero se tuvo que contentar con el Velo d´Or français, que es lo que en puridad tendría que haber ganado Alaphilippe.

¡Pero así son estos premios decididos por un jurado! ¡Y de periodistas! ¡Después nos extrañamos del Príncipe de Asturias a la selección española de balompié y, dos años después, a “Xavi y Casillas”! Al final, el premio más objetivo es ganar la Clasificación UCI, sino fuese porque Joaquim Rodríguez -campeón de nada-, ganó el premio en tres ocasiones.

Debería haber un justo equilibrio entre lo que indican los puntos y lo que indica el sentido común -si ganas dos grandes un año, o si ganas una y haces podio en otra eres el mejor-, pero es mucho pedir en un deporte como el ciclismo. Al menos la UCI no ha cometido el error de la FIFA de comprar el premio a la revista, porque es mucho menos relevante de lo que es en el fútbol. Algo es algo.
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Aru afirma que en la Vuelta le pilló un virus del que todavía no se ha recuperado y que solo puede salir dos horas en bici. Sin embargo, dice que en 2020 volverá al primer nivel y que, si no es así, “dará un paso atrás”. ¿Se retirará antes de los 30 años? Apuesto que sí.
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Gran revolución en Astana. No, no va a derrocar la petromonarquía vendida como república, sino que Fuglsang irá al Giro con sus 35 años y su TUE (año olímpico) y M.A López debutará en el Tour con 26 años. Parece una decisión lógica, dado que el danés se estrella continuamente en la carrera francesa, y es un muy decente contrarrelojista que podrá aprovechar mejor sus cualidades en el Giro. Otra cosa es que pueda subir el Mortirolo con los mejores.

En cuanto al colombiano, tiene una buena oportunidad de hacer su mejor Tour posible, dado que la famosa primera semana del Tour ha desaparecido, y solo hay una mínima crono. Fulgsang correría también el Tour, pero de paseo.
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Gasparotto, de 38 años, se ha hecho suizo. Algo debe haber visto esta urraca al Mundial de 2020, que precisamente se disputa en Suiza. O a los JJ.OO de Tokio. En el pasado también Wesseman se hizo suizo, pero ese estaba huyendo de su pasado en la RDA, como tanto ciclista alemán afincado en Mallorca. Con Gasparotto, sancionado por dopaje por su relación con Michele Ferrari, también parece un caso de refugiado político.
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La ONCE, una gran familia. Por si alguien tenía alguna duda.
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Nueva vía verde en Murcia. De 71 km, los primeros 14 km. se van a comer 1´2 millones de euros, e incluyen la reconstrucción de un puente. El 80% del importe correrá a cargo de los Fondos FEDER europeos (un millonazo)
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Como predicho, los fuertes dolores abdominales -cagalera- que impidieron a ¡Vamos Rafa! brillar en París-Bercy se transmutaron pocos días después en una Copa Davis. Es lo que tiene trabajar por ciclos objetivos
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—————HACEDME CASITO. ME AHOGO. SOY RALPH WIGGUM—————
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(íntimamente relacionado con lo anterior) Que Adrian Calcetines Combinados es una persona extremadamente limitada, equina y vulgar queda bien claro para todos. Por si había alguna duda, aprovecha el retorno de Luis Enrique Martínez a la selección de fútbol para defecar esto:

En este punto -y sin pretender frivolizar lo más mínimo- podríamos sacar pecho y decir que la gran mayoría de ese ciclismo que Luis Enrique ha tenido como terapia lo ha visto aquí, en Eurosport, que es la casa de este deporte.

Han leído bien: aprovecha una desgracia ajena para ponerse medallas (de ahí lo de “sacar pecho”, donde se ponen las preseas) por un trabajo inexistente. En cuanto a la comida de sable que es el artículo en sí mismo,  pues es lo que se podría esperar de este infraser de Castellón. Yo creo que no se puede caer más bajo y al mismo tiempo mostrarse en todo su ser: un gusano carroñero. Y “no pretendo frivolizar lo más mínimo”: un gusano carroñero. Otro más de su gremio.