Quintana lidera la Vuelta pese a su equipo
Hay etapas del ciclismo que es mejor dejar pasar un margen sustancial para poder comentarlas adecuadamente. No, no crean que me he dejado subyugar por el guillenismo a cambio de más canapés en el buffet frío para periodistas. La etapa de Andorra, ideada sin disimulo por la Rata de Parets del Vallés -ya lo hacía cuando era corredor, sin conflicto de intereses alguno- y con una distancia propia del cicloturismo, fue un desastre sin paliativos.
Ni épica, ni histórica, ni decisiva, ni nada. La misma mierda de todos los años en Andorra salvo, significativamente, el año que acabaron en la capital subiendo la Comella antes de meta. En contra de las evidencias más lógicas, es mucho mejor insistir en el carrusel de puertos que no hacen nada, e incluso pasar por tramos sin pavimentar para poder enlazar puertos que nadie demanda, mientras la yeguada médico-deportiva asentada en El País de los Pirineos (y de la mafia rusa) se incrementa mes tras mes.… Leer más