Un corredor de invierno gana la Primavera en verano
Decía Pier Bergonzi, el periodista de ciclismo y vinos -cuanto de Freud aquí- de Gazzetta, que estaba expectante por ver cómo los ciclistas afrontaban el nuevo y coyuntural trazado de la Milán-Sanremo, que incluía una subida muy tendida de 12 km. a mitad de carrera.
Pues lo han hecho como siempre: una fuga de mierda para hacer el paripé -entre la que estaba Hector Carretero, escalador de cuerpo menudo, porque el Movistar ya compite en la misma categoría que el Bardiani- y dejar todo para los últimos 40 kilómetros.
De nada ha servido el peligroso descenso hacia Liguria, ni los escasos diez días de competición previos, ni la supuesta nueva generación de escasos veinteañeros que amenaza el pelotón y las jerarquías, más preocupada de correr en Burgos y Polonia que de dejar una impronta indeleleble en la carera-mito.
En toda esa fase de la carrera, que supone cinco sextas partes de la misma, el control lo llevó a cabo FdJ, en virtud del claro favoritismo de Demaré, ganandor en la Milán-Turín hace tres días.… Leer más