Otra exhibición metahumana de un Bahrein
La etapa más larga del Tour en varias décadas ha regalado un espectáculo de muy gran altura. Los entusiastas hablan de una de uno de los mejores días de ciclismo en este dilatado periodo, cuando la pregunta debería ser por qué no se ha visto más frecuentemente algo así. Hay varias razones.
La principal es que el ciclismo es un deporte de fondo y resistencia, y si eso se olvida acaba convirtiéndose en la Vuelta a España, en un intento fatuo de competir con deportes de momentos claves, cuando lo que tiene es una cocción lenta, un desarrollo coral, y distintas fases. De todo eso hubo ayer, porque había terreno y distancia. Es la razón principal.
Y las razones secundarias son que, al revés que en estos 21 años sin etapas de 250 km, tampoco ha habido equipos dominadores. Ni UsPostal ni Sky, que hubiesen tirado abajo la macrofuga de 29 corredores con bastante facilidad, y que nadie se lleve a engaño sobre esto.… Leer más