Una etapa digna del Tour
El llamado “tríptico vasco” en la Vuelta, disputado en una gozosa normalidad como siempre tuvo que ser en la gran fiesta que es el ciclismo, se ha saldado con un sabor muy agridulce. Tras el prólogo de Bilbao -gentío para saludar la victoria al sprint, de una manera apabullante, del belga Keukeleire- y la desfachatez de la etapa de Urdax, la gigantesca etapa del Aubisque ha sido digna del Tour por recorrido, estrategias, realización general -especialmente considerando de donde se venía- y un poco menos por la resolución.
Con todo lo bueno que haya sido la etapa de hoy, y después argumentaré que probablemente haya sido la mejor etapa de la historia de la Vuelta, es difícil olvidar el esperpento de ayer camino de Urdax, y que probablemente será recordado de la misma manera por los aficionados. Una etapa sencillamente fumada por el pelotón, que se puso de acuerdo para enviar por delante una fuga de auténticos medianías, y disputar los más de 210 km.… Leer más