De manera imprevista -un viernes a última hora, en noviembre, con las plantillas cerradas- la unión de RCS, ASO y Flanders Classics ha anunciado un acuerdo vinculante según el cual se comprometen a que en las carreras que organizan solo salgan ocho corredores por equipo -frente a los nueve actuales- en grandes vueltas, y siete -frente a los ocho actuales- en el resto de carreras.
Eso incluye las tres grandes, la práctica totalidad de las carreras de un día relevantes, y un buen número de vueltas por etapas de prestigio. Es una medida de gran relevancia, y que no contraviene la reglamentación UCI al respecto, aunque sea un desafío al organismo erráticamente dirigido por el inútil de Brian Cookson, más preocupado por la vestimenta de un equipo femenino colombiano que por los problemas reales del ciclismo.
De entrada, la medida tiene consecuencias muy directas en las plantillas de los equipos WT, esos que los organizadores tienen que aceptar sí o sí en las carreras, independientemente de que en algunos casos se presenten con corredores de relleno, esos que salpican las plantillas sin gran explicación: es un amplio abanico que incluye desde Losada a Puccio, pasando por el famosísimo caso de Parches de Calor -una vergüenza para la profesión- o el eritreo ese, por no entrar en los chinos del Lampre o como se llame ahora.
Corredores de relleno, que muchas veces acaban entrando en las grandes vueltas para que los medios informativos de su país natal se enganchen al Giro o al Tour. Corredores que no aportan nada más que rellenar plantillas, y que ahora ven como su posición en el pelotón se ve cuestionada por una decisión administrativa. Por supuesto, los equipos y sus responsables están trinando, especialmente Lefevre, el mismo que ha tenido tres años en plantilla a la Mascota Verona:
Dus -5 renners per ploeg x .. Ploegen. 1 verzorger minder enz.. Ons wordt niks gevraagd https://t.co/u0Q2XbX9rK
— Patrick Lefevere (@PatLefevere) 25 de noviembre de 2016
“Esto significa que nos sobran 5 corredores en la plantilla, y un auxiliar”. Falta el clásico del ciclismo, ese que se usaba siempre que se desarticulaba una banda con maillot por algún asunto de dopaje: “se deja en el paro a 40 familias”, como si no viviesen del timo y la trampa. Con la medida aplicada por los ASO, RCS y Flanders Classic seguirán estando los mejores, y se irá esa grasa de Txurruka -bueno, ya lo habían largado de Orica- y demás, quedando realmente los mejores. O irán a otras carreras, si creen que es conveniente.
Es un efecto secundario en el que no han reparado: al verse excluídos de las principales carreras, es factible que carreras de menor nivel puedan verse beneficiadas con una mayor participación, pero a tenor de la reacción de Lefevre, parece que se va a optar por recortar plantilla: teniendo presupuesto asegurado, y maximizando aún más la presencia de los patrocinadores en pantalla, porque habrá menos corredores.
En el ciclismo, como en otras facetas de la vida, impera el principio vanroheiano de menos es más. Auténticos bobos con micrófono como Probenecid llevan lustros clamando en el que el espectáculo ya no es el que era, que si los pinganillos, que el si el UCI ProTour, cuando una medida efectiva es reducir el número de corredores por equipo, que deja muy limitado, aunque solo sea reduciendo un único corredor, la opción de un superequipo dominador en las carreras, sea el Sky en el grandes vueltas, sea el Quick Step en clásicas.
Con ocho da de sobra, el problema es que en las grandes vueltas se producen caídas, la famosa primera semana, etc, y algún equipo de un favorito se puede ver con siete o seis corredores antes de una CRE -aunque están siempre en los primeros días para evitar esos problemas, salvo la del Tour 2015-, o antes de la montaña. En los tiempos más recientes, cuando se ha visto más espectáculo en una gran vuelta, ha sido por la ausencia de esos superequipos, como en el Giro 2016 o la Vuelta 2016.
Oficialmente se toma la medida para aumentar la seguridad en el pelotón, aunque si así fuese también estaría bien una reducción paralela de motos y otros vehículos auxiliares, especialmente después de una temporada donde nadie se está acordando del cadaver de Demoitié, como era de esperar. O el brutal atropello (cuarta etapa de la Vuelta a Bélgica) que ha hecho que Broeckx siga en coma después de muchos, demasiados, meses.
La seguridad no es la razón principal, algo que hasta Lefevre (estafado por La Mascota, como antes por Pecharromán) es capaz de ver. La razón es recuperar el control sobre unas carreras donde muchas veces esos equipos han montado una Mafia (¡un saludo a Urdax!) consistente en paralizar etapas, pactar entre ellos el ritmo y, en definitiva, tener como rehén a los organizadores.
Aprovechando su poder, bastaba con que dos o tres equipos (9×3= 27 corredores, suficiente) acordasen cualquier tipo de fechoría contra la competición y el espectáculo para que el resto secundasen, esperando un reparto de la pedrea en futuras etapas. Los de siempre, los enemigos del ciclismo que están muy dentro, dirán que eso siempre ha existido en el ciclismo, y que seguirá existiendo. Muy bien, pero ahora será más difícil.
Reduciendo el número de corredores, se reduce el poder de los equipos, y se puede contraponer un poder alternativo dentro del pelotón, algo que también ha existido siempre -el equipo de Torriani en el Giro, Riis en el vergonzoso Tour 1998- que defienda los intereses de los organizadores, chuleados de manera cruel en los últimos tiempos, tanto por la UCI como por personajes como Cancellara o Vaughters.
Menos es más, y se podría producir alianzas entre equipos, algo que ahora se ve muy poco -salvo el Movisky, pero eso es una simbiosis- porque los mejores siempre tienen uno de reserva -en clásicas y grandes vueltas- que es el que decide la partida. Llegan malos tiempos para Rojas, pero es difícil de pensar que llegan malos tiempos para el espectador, al contrario.
¿Es una medida antiSky? No necesariamente: es una medida en pos del espectáculo. En los ochenta los equipos salían en el Tour de Francia con 10 corredores, ahora lo harán con 8. Esto no quiere decir que veamos ataques de lejos y decenas de alternativas en la general en cada sistema montañoso, pero si alguien va a atacar de lejos, sabrá que hay uno menos para tirar en el equipo rival. O dos, si se ha producido la habitual selección de la primera semana.
Un ejemplo claro de lo que sucedía antes y ya es difícil volver a ver se encuentra en el Tour 2012. El Sky se presentó en la salida con la intención declarada de hacer campeón a Wiggins -convenientemente dopado con Kenacort hasta las cejas, pero esa es otra historia-, favorecido por un Tour con 60 km. de CRI y una montaña un poco de risa. Trenecito tipo UsPostal, y Tour a la buchaca.
Ese era el plan, y se cumplió. Sin embargo, en la tercera etapa de la carrera se cayó y abandono Siutsou, el muy buen gregario bielorruso, que entonces estaba en sus mejores años. Su papel era ser el percherón en los larguísimos km. iniciales, para las montañas ya tenían a Rogers, Porte y Froome. Como advirtió en el momento de la caída Sean Yates, “su papel tendrá que ser repartido entre los demás”.
Recuerden que en ese Tour el Sky ya había salido con la rémora de Cavendish, que no vale ni para mirar si está lloviendo en lo que atañe a labores de equipo. Tercera etapa del Tour, y el equipo científico se encuentra con siete corredores de facto. ¿Qué pasó? Pues algo que también es parte de la historia del ciclismo, al menos de la más reciente y oscura.
Se hizo que un corredor concreto asumiese toda la carga de trabajo perdida con Siutsou. Lo que en fechas no tan antiguas era un Padrnos o un Noval, o ese Ekimov escalador, por no hablar de Hincapie. Se olvida pronto, pero hoy es muy pertinente recordar la tremenda transformación de Boasson Hagen ese Tour, a unos niveles que jamás ha vuelto a alcanzar, especialmente cuesta arriba. Fue un canteo mayúsculo, evidente para cualquiera con las horas suficientes de ciclismo como para no creerse la propaganda de los canales de inoculación habituales.
De la etapa reina de ese Tour queda este gráfico del “reparto” del trabajo en el Sky, aunque se hecha de menos al médico en las menciones. Boasson Hagen, sprinter y que únicamente se defendía en montaña, se papa la Madelaine de salida a un ritmo brutal, llevado por los cortisonados del Europcar -alguno de ellos pasó a mejor vida deportiva, como Kern-, su descenso y el valle. Después sigue un poquito Knees, el turno de Rogers, un poquito Porte, y Froome llevando hasta la meta a Wiggins a rueda. Siutsou tenía que trabajar en esa primera parte de la etapa. Nadie lo extrañó. Boasson Hagen rindió como dos, y si el médico hubiese querido, como tres o como cuatro. Jamás -y es importante decir esto cuantas veces sea necesario- volvió a ese nivel. Estaría bien saber si también iba con Kenacort.
Por tanto, habrá que ver las repercusiones en carrera -y no solo en grandes: también clásicas, donde en los últimos años se han visto auténticas exhibiciones de hombres-orquesta como Vandenbergh o Keisse- a raíz de la medida de reducir los corredores por equipo. Menos es más, pero si se sigue teniendo manga ancha para transformar a gregarios en todo terrenos capaces de allanar una montaña o alisar el pavés, poco se habrá avanzado. Pero bienvenida sea cualquier medida que conduzca a acabar con el marasmo de carrera en la que se han convertido las grandes y, especialmente, el Tour. Porque nadie duda que el muñidor de esta iniciativa ha sido ASO.
Imagino que los que corren en aficionados estarán jodidos, ya que si esto se traduce en una reducción de las plantillas de los equipos al final van a tener menos posibilidades aún de subir a pros. Eso sí, para el espectador es una buena medida, como todas las que van encaminadas a primar al ciclismo como deporte individual y no de equipo
Espero equivocarme, pero creo que esto es otro paso más hacia las GV de dos semanas, o al menos la propaganda lo venderá como necesario.
¡Sergio ! ¿Se hecha de menos ? No me esperaba esto de ti…jejeje
Muy buena decisión para el espectáculo, pero sí que me ha extrañado que sea a final de temporada, con las plantillas hechas y que sea de aplicación inmediata en 2017.
Algunos dicen que les sobran corredores (los malos) yo lo miraría desde otra perspectiva: con los corredores estrella que doblan grandes junto a su bloque de confianza habrá otros muy buenos que les iría mejor en equipos más pequeños pero hechos a medida.
Para mí otras consecuencias indirectas son que mejorarán otras carreras menos importantes y que se deberían nivelar las plantillas de los equipos.
Gran medida!
Quitar el pinganillo y los medidores de potencia tambien ayudaria en la mejora del espectaculo. Reducir corredores por equipo a costa de aumentar los equipos en carrera tambien seria otro atractivo.
Lo malo de es medida es que es a costa de mas motos y coches entre los ciclistas.
Queda poco para pagar entrada para ir en una moto en la etapa reina.
Con ocho basta, como aquella serie de los ochenta.
Desde luego sobre el papel parece buena medida. Pero si esta trae que se dopen mas los que salen para cubrir a los que faltan estaremos en las mismas. Tiempo al tiempo!
A mi me gusta la medida. Además de por lo analizado en el post, porque podría ser una razón para meter a un equipo más por careta, y todavía se vería reducido el pelotón de salida. Si se quiere igualar, un segundo equipo y listo.
De esta forma tienes más equipos (en teoría) que tienen que dejarse ver en la carrera por ser su oportunidad, al menos animando las carreras, forzando escapadas, y si algún favorito se quiere dar por aludido, ya tiene conpañeros de aventura de sobra. Y que la carrera decida.
Lo que no me gusta es el momento. Noviembre/diciembre es actuar con cierta nocturnidad y alevosía. si tan seguro estás de la medida, lo dices incluso antes del tour, momento de mayor actividad del mercado.
Está claro que con estas condiciones, alguno de los amigos de Contador se hubiera tenido que ir a su casa con el cambio de equipo.
Yo pienso que Sky se sacará algo de la manga. Alguna burrada del tipo “poder cambiar a un corredor el día de descanso por otro”. En Urdax vimos que los equipos tienen muchísimo, demasiado poder. Entiendo que no estarán dispuestos a perderlo así como así.
También creo que será una gran oportunidad de lucimiento para los servicios médicos de los equipos. Veremos qué burros se convierten en caballos de carreras. ¿Vicioso y Jesús Hdez. doblete en Peyragudes e Izoard?
Veo mucho más importante la eliminación del pinganillo y de un modelo económico tipo NBA que esto.
“…capaces de allanar una montaña o alisar el pavés…”. Me ha encantado, Sergio: ¡felicidades!
Y lo de Mancebo ganando en la Carrera del Ganso???
Perdón por salirme del tea que nos ocupa, pero es que no tengo cuenta de twitter, donde quizá entraría mejor la anécdota
Hoy con la cope (durísima confesión, nunca mejor dicho) de fondo mientras cocinaba. Primera media hora del RSOC vs Tratamiento de Hormonas&Pupilos de Pep Nandrolona. Comentaba el locutor el vertiginoso ritmo de los locales y cuestionaba que lo pudiesen mantener todo el partido. Uno de los coristas apostillaba “Si son capaces de aguantar todo el partido así habrá que ver…(risas) el antidoping” Más risas nerviosas y cambio de tema. Luego al ver que se mantenían en su empeño comentaban “vaya partido de RSOC, y lo que decías, la gasolina…”. Pero bueno, ellos gol en las gaunas y ponme los cuchillos.
Por otro lado, buena o interesante medida, quizá más en carreras de un día. Pero seguramente terminará en cambiar algo para que no cambie nada; muerto Fidel, queda el linaje.
Un saludo a esos contertulios inasequibles al frío y el final de temporada.
No paro de ver por facebook que el chaval este que andaba haciendo turismo con su bici por la frontera entre Afganistan y Pakistan, llega (o ha llegado) estos días a Madrid, poniendo fin a su vuelta al mundo.
Sale un video muy motivador sobre tratar de alcanzar tus sueños, literalmente “vas a por ello, y punto”, y sobre lo buena que es la gente en el mundo, y lo equivocados que estaban los que le advertían de los peligros del camino. Vamos, lo de siempre. Con siete muertos a sus espaldas y la conciencia tranquila el muy cabrón, ni una sola referencia a aquel suceso y el avión que le puso el ministerio de uno de esos dos países.
Cómo no me va a recordar al capullo aquél que vivía en un autobús y se murió de hambre en el bosque, a 30 kms de una carretera, por no haber comprado un mapa.
Joder, tenía que contarlo.
“Into the Wild” es una película y una historia que deberían poner obligatoriamente en los colegios. En los bares. En todos sitios.
Into the wild y así hablo Zaratustra deberían enseñar si o si, a ver si de una vez nos quitamos esta maldita esclavitud colgada de una vez…
A ver quien es más capullo, aquel que se queda en su sofá a ver el tour con una lata en la mano para hacer la siesta o aquel que se va a Alaska; No digamos absurdeces por favor, ya llevamos 8000 años de adoctrinamiento a nuestras espaldas, es suficiente.
La Mascota, muy bueno, me parto…