En Decadencia-Adriático tocó entrenamiento con dorsal. Escapada concertada, siguiendo el esquema descrito aquí, en la que dejaron meterse a dos Bardiani, un Gazprom-RusVelo, un Cofidis, un Neri Sottoli y un Israel Cycling Academy. Ni uno más, ni uno menos. Y sí, exactamente los equipos invitados. Y sí, sin ningún World Tour. En los medios tradicionales ponen vídeos de caídas -un gran día con la CRE inaugural-, pero esto jamás, porque forman parte de la Mafia que les da de comer.
Era una de las dos etapas largas de 220 km. -otros años llegaba a 240 km- y era un entrenamiendo de fondo para la Sanremo, como toda la carrera en sí. Llamarlo competición sería excesivo, porque aplicaron el metrónomo a fuerza de bien con los infelices de la fuga: les dejaron a 5 km. del final, un territorio donde no hay ninguna esperanza para el 95% de los corredores del pelotón, que un día más han preferido ir en el grupo a intentar el asalto de la etapa.
El sprint tampoco fue gran cosa. Quick Step, a pesar de haber perdido a Morkov y Richeze en el peligroso callejeo de aproximación a Foligno -en Italia tienen un término exacto para estos sitios: cittadina-, volvió a sacar al increíble Stybar, que de siempre ha recibido elogios en este espacio por su labor de gregario. Con Viviani a rueda, lanzó el sprint y Sagan no consiguió en ningún momento ponerse a la par del campeón de Italia.
Viviani ya era el gran favorito en la salida, y ha confirmado en la meta que le encantaría ganar en Sanremo con ese maillot tan especial que lleva. El año pasado llegó al sprint final y se riló de una manera vergonzosa, siendo superado por decenas de corredores. Estaba todavía en rodaje con su nuevo equipo, y supo rescatarse incluso tras sus vergonzosas lágrimas de perdedor en Gante-Wevelgem, y de qué manera: cuatro etapas en el Giro, y tres en la Vuelta. Hasta entonces, solo había ganado una etapita en un Giro de hace años.
Es la fórmula Quick Step-Ibarguren, capaz de convertir a dos daneses del montón en trotones de la escuela Padrnos. Con Viviani ha hecho maravillas, puesto que incluso ha incidido en su bajísima moral y autoestima, que ahora está por la nubes, hasta el punto que un corredor tan…tan…poco de Sanremo va a salir como máximo favorito. Siempre que se llegue al sprint, claro.
Uno de los que no va a querer llegar al sprint de todos contra todos es Sagan, hoy ya muy recuperado de su cagalera. Segundo es su puesto más repetido en Tirreno-Adriático, y hoy solo ha superado a alguien realmente rápido, Gaviria. Del cuarto puesto en adelante abundan corredores de segundo nivel en sprints masivos, y sin excesiva punta de velocidad.
Pero quizás el mayor problema de Sagan -que ha desarrollado una patología con la Sanremo similar a la de otros corredores con Roubaix o el Tour- lo vaya a tener en su propio equipo. Casi a la misma hora que el grupo llegaba a Foligno lo hacía el pelotón de París-Niza a Brignoles, tras una etapa donde prometían abanicos y no hubo nada. Baste decir que la mayor emoción -por decir algo- venía de los sprint intermedios y el estúpido pierdepaga entre SMS Sánchez y Kwiatkowski, que ya tiene narices ver al líder de la general luchando segunditos bajo pancartas.
Es la asunción de facto de que mañana, en Turini, apostarán por Bernal y que el polaco se atufará en un puerto de 40´ de esfuerzo y donde llegan grandes escaladores en gran forma. Eso incluye al talento colombiano del que todo el mundo habla, que incluso se ha metido el sprint y ha logrado ser ¡décimo!, casi al nivel de Virenque en el Tour 1997, donde en la última semana de carrera hizo entre los tres primeros en casi todas las etapas.
Fue un sprint al que solo llegaron 40 corredores, debido a las pequeñas cotas en la parte final, y al fuerte ritmo (42 km/h de media). Ewan se fue al suelo, y también Laporte, pero aún así se puede decir que fue un sprint entre los mejores, y todos eran mucho mejores en galones y palmarés que los que disputaron el sprint de Tirreno-Adriático. Era el día de Demaré -ganador de etapa en las tres últimas ediciones- y apareció de nuevo Bennet, remontando muy bien y ganando con amplio margen al ganador de una Sanremo -y tercero el año pasado-, Trentin, Degenkolb -ganador de otra Sanremo-, Kristoff -ídem-…
En la entrevista post-etapa, el compañero de Sagan dijo “he trabajado mucho este invierno con este objetivo, la Sanremo. Nunca la he corrido y quiero hacerlo lo mejor posible”. Según un periodista-grupie de los ciclistas irlandeses -por su propia condición de compatriota-, puede ganar la carrera en este estado de forma, pero yo lo pongo en el mismo nivel que Viviani: corredores sin espesor ni resultados previos -Bennett tiene 28 años y debuta- que quieren dar el campanazo.
El problema, y tanto Bora como Quick Step se enfrentan a lo mismo, es conciliar en un mismo equipo a corredores tan diferentes como Sagan y Alaphilippe, por una parte, y Viviani y Bennett, por otra. En el equipo belga tienen más experiencia en gestionar egos y diferentes cualidades, y en el equipo alemán salido de la práctica nada -es interesante ver cómo ha evolucionado desde que fichó a Sagan en 2016 como si fuese el Nápoles con Maradona-, por lo que la situación es conflictiva.
La lógica dice que si hay ataques, o si tienen que hacer ataques, sean Sagan y Alaphilippe los que estén en la refriega, y los velocistas se queden en el grupo esperando el sprint masivo por si los cogen. El problema es que Viviani demostró en el último campeonato italiano que, debidamente preparado, sube igual que un escalador en esfuerzos cortos, y encima va a tener el afán tan típicamente italiano de ganar una carrera que es más que una carrera -es La Carrera– especialmente esquiva al país organizador, porque cuando Nibali ganó en 2018 hacía 13 años que se oían himnos extranjeros en Sanremo. Y ese maillot con banderita que lleva, claro.
La diferencia sustancial entre los dos equipos es que Alaphilippe en un sprint masivo como el de Sanremo pues…no da para entrar ni entre los cinco primeros, y por el contrario Sagan puede ganar tanto en fuga, como en grupo restringido como en un sprint masivo, puesto que así ha ganado dos de sus tres Mundiales. Es ahí donde se plantea el dilema del Bora: de llegar todos agrupados Vía Roma, ¿Sagan lanzaría el sprint a Bennett, ligeramente más rápido? ¿O Bennett a Sagan, que ha perdido sprints mucho más fáciles -por no masivos- en el mismo escenario?
Es un desafío inesperado, porque era difícil esperar el nivel de Bennett -de hecho no tiene previsto ir al Giro, donde el año pasado ganó tres etapas- y la relativa debilidad de Sagan, todavía sin estrenarse en Europa y con un rodaje muy, muy limitado. En teoría todo debería supeditarse al corredor en torno al cual se fundó el equipo, pero en el equipo alemán les gusta contar con varias opciones, de ahí que también tengan en nómina a Ackermann y McCarthy, que cuentan con calendario y oportunidades a lo largo de toda la temporada.
El dilema esta ahí, y hoy se ha planteado en lugares como Foligno, con derrota para Sagan, y Brignoles, con victoria incontestable de Bennett ante tres ganadores de Sanremo.
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El ayuntamiento de Zurich, sin duda para intentar colar entre los electores la conveniencia de gastar una millonada en el Mundial 2024, ha hecho público el documento de la candidatura, muy propagandístico. Curiosamente, de la supuesta rival Berna no se ha hecho público nada. Eso, y el hecho de un folleto tan bien presentado y realizado dan a entender que realmente no había rival, y la capital de facto de Suiza (por lo económico, y por población) sabía desde hace mucho tiempo que iba a ganar.
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(relacionado con lo anterior) La Federación Noruega corre el riesgo de tener que pagar 5´4 millones de euros adicionales por el batacazo económico de Bergen 2017, y todo por un lío legal con la empresa-pantalla que montaron para organizar el evento.
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Probablemente ustedes se acuerdan de Lloyd Mondory, que dio positivo por EPO a principios de 2015, para gran sorpresa de su equipo, el Ag2R de Bardet. Cuatro años después, cuando vence su sanción, tiene un restaurante de considerable tamaño, sigue negando que se dopase, y dice esto: “gestiono mi empresa como un equipo ciclista”. Claro, la lista de la compra, las siberias, el solomillo “hasta la puntita”…¡Cuidado con esos camareros! ¡Que descorchen la botella delante de los clientes!
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Me comentan desde la Zona Especial Norte (R.I.P + Eskorbuto) que dentro de poco nos vamos a reír bastante con opiniones así -bueno, en este caso no había que esperar- y esa inagotable cantera. De pelotillas y abducidos.
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“La nueva Ley va a dar más seguridad a los ciclistas”, decían los babosos. Ya se ve, ya. El hit&run es consustancial a la naturaleza humana, me temo. A la naturaleza del cochista.
Pero qué productividad literaria, qué forma de darle al rodillo y aplanar con sus cilindros a todas las figuras día tras día. Confieso que no estoy viendo apenas ninguna de las dos vueltas, me basta con estos reportajes, como cuando de niño escuchaba las crónicas del Giro de Juan Martín Navas en Radiogaceta de los Deportes (no lo daban en la tele) y Merckx se las tenía y deseaba con la escuadra del Kas. Lo digo Sergio hace días en un comentario, a él lo que le gusta de verdad es contar carreras. Lo está demostrando. Para bien de todos. Bravo bravissimo!
Muchas gracias, un saludo.
Aquí el anunciante de la bici del post anterior… que ya ha sido vendida a un fornido austríaco (¡europeo tenía que ser!). Se la ha llevado tan contento. Se me ha olvidado preguntarle por la operación puerto-austríaca.
Del post, muy bien planteado, comentar que me extrañaría que Sagan no impusiera su jerarquía en Vía Roma, salvo que llegue tostado (no seria de extrañar dado que acaba de aterrizar en la temporada) y lance a Bennet. En esa coyuntura no se le caerían los anillos trabajando para un compañero.
Yo digo Sagan, porqué viene con ventaja: él ha tenido cagalera y está mas ligero que los demás, va a volar en via Roma o incluso en el poggio, más que otras veces.
Llevo desde 2014 diciendo que Sagan nunca ganará la Sanremo, y este año no será distinto. De hecho, veo a los Bora repitiendo la de Kristoff y Boasson Hagen en Doha (6° y 7° por no ayudarse el uno al otro)
Dicho esto, ¿con quién vamos? Degenkolb ya no está para estos trotes, Demare no está en forma, Viviani y Alaphillippe no me caen bien y son del Quick Step, Ewan me cae aún peor, Groenewegen no corre de manera inexplicable… Trentin podría ser, pero tampoco le veo, al final la esperanza estará en que haya algún caballo loco que intente repetir la hazaña de Nibali en 2018 (un saludo a Dumoulin!)
A Sergio, gracias por incrementar la frecuencia de publicación, parece que tu salida forzosa de twitter te ha hecho recuperar gran parte del día y ahora te sobra tiempo, jeje.
Saludos
Qué va, el tiempo nunca sobra. Si que es cierto que con Twitter dejabas unas ideas o apuntes ya escritos, y después te daba pereza escribirlos o desarrollarlos. La pasión por comunicar -que diría Nieves Herrero o su discípula Cristina Pardo- sigue intacta.
Con Sagan o con Bennet lo que tiene que hacer Bora es encontrar aliados e ir contra el Quick-step de ahora que está ganando con demasiada facilidad. Si haces dura la carrera para eliminar a Viviani puede que se la dejes en bandeja a Alaphilippe.
Si yo fuera el director de Bora no dudaría en dar todos los galones a Sagan y usaría a Bennett como segunda espada por si el eslovaco llega tostado a meta, cosa que viendo el transcurso de las etapas en Tirreno no me parece imposible. Creo que un equipo se debe a sus líderes -no me gustan mucho los inventos bicefálicos- y hay pocos, o ninguno, que se haya ganado los galones tanto como Sagan. La confianza en los equipos hay que trabajarla y los directores del Bora tienen una oportunidad de oro para complacer al ciclista en torno al cual han formado un equipo que cada vez es más sólido, yo no me arriesgaría a romper ese equilibrio por mucho que Bennett esté en la forma de su vida. Además, creo que Sagan, no dudaría en trabajar para el irlandés si piensa que no puede disputar la victoria; todo esto si Bennett llega en condiciones de disputarla también, lo cual me parece osado de aventurar.
PS. Se echan mucho de menos las cuentas 2005 en twitter, y aunque no me prodigo mucho en comentarios en el blog, lo sigo puntualmente y en cierta medida me alegra que el parón en esa RRSS haya hecho que escribas más aquí.
Por cierto también me gustaría comentar que hay muchos apóstoles de la iglesia 2005 que se están prodigando también en sus propios blog y destacaría los de Bemancio con su toque irónico tragicómico, Luis desde Colombia que tiene un conocimiento muy enciclopédico de este deporte y sobre todo Ignacio que a su amor por este deporte suma su pluma de oro para producir auténticas joyas.
En todo caso, espero que pronto regreses a tuiter porque era una cuenta de mucha calidad que reunía a una excelente parroquia, pero si no lo haces, al menos en el corto plazo, te aseguro que la comunidad que has creado mantiene ese espíritu crítico que te caracteriza.
Un saludo.
Hola Sergio,
Lo primero, y realmente importante es agradecerte todo este esfuerzo desinteresado, narrando siempre cosas interesantes sobre este deporte, que tanto amamos!
Lo segundo, que hoy he disfrutado como un enano! con la etapa de Tirreno y una locomotora llamada Primoz Roglic, este tio tiene mucho gas y una mentalidad de campeón, no he visto decadencia! 😉
Después del numerito de Lutsenko, el zakarin 2019 sentenciado en marzo?
Desde luego, da para accesit, como bien sabe Peio Bilbao
Por fin un post sin algo de twitter “del que no está en twitter”. Bravo, de eso también se sale.
Te debes creer que las fotos las he sacado yo
Hola Sergio,
Muchas gracias por los últimos posts.
“… y en el equipo alemán salido de la práctica nada -es interesante ver cómo ha evolucionado desde que fichó a Sagan en 2016 como si fuese el Nápoles con Maradona-…”.
El proyecto Bora se ha ido construyendo lo largo de la última década:
UCI Professional Continental (2010–2016)
UCI WorldTeam (2017–…)
y busca consolidarse durante los próximos años. Prueba de ello, es su equipo filial para el desarrollo de jóvenes talentos con sede en Baviera:
https://www.bora-hansgrohe.com/en/u19
Un saludo
Sí, muy bien, también el Nápoles en 1985 tenía décadas de historia y todo eso, pero cuando ficha a Sagan era un equipo de serie B.
No lo dudéis, en San Remo cualquier Astana de los que corra puede ganar.
Alguien contempla la opción Astana?
Con la temporada que llevan, y el doblete de hoy es para tener en cuenta a “un Astana, da igual quien sea”