Un Giro muerto antes de su traca final

Había mucha confianza en que la crono del Giro recuperase algo del pulso de una carrera muerta por el extraordinario dominio del líder, capaz de ganar tres etapas con la maglia rosa, y de regalar la del día en la que la enfundó por primera vez. Sin embargo, y en un hecho bastante inaudito en la historia del ciclismo, el Giro de Italia llega a su tramo conclusivo completamente muerto, sin ninguna esperanza de cambio.

La crono resultó ser un espanto. La especialidad da para lo que da, pero es que en esta ocasión ni siquiera hubo un recorrido atractivo o unos paisajes evocadoras, simplemente unas rectas sin nada de público, unos pasos por pueblos y un final sin ningún gancho. Un esfuerzo de 40´, que era lo que los organizadores querían cuando planificaron el Giro con menos km. CRI desde 1974, esto es: desde hace 44 años.

La organización se ha tomado a broma la tradición y la historia de la carrera -ningún paso por encima de los 2000 metros, por ejemplo-, y los corredores han sabido coger el guante. Además del equipo del líder, ayer en la crono se vió claramente en el desempeño del UAE, un equipo nominalmente pérsico, pero realmente italiano y donde milita el que parecía que iba a ser el reclamo italiano para la carrera.

Es Fabio Aru un corredor reo de su condición. Ganador con 25 años de una Vuelta el último día, y doble podio en el Giro hace ya tres años, desde entonces ha ido arrastrándose en el pelotón, donde alterna jornadas memorables con otras desastrosas, la más reciente en Sappada, donde perdió 21´ en meta al descolgarse en el penúltimo puerto a meta, cuando quedaban 30 km. y más de 50 corredores en el pelotón.

Por arte de la misma magia que ha impulsado su carrera deportiva, volvió tras el día descanso con una soberbia crono donde acabó 6º, en un recorrido llano nada propicio aprovechado por los pelotillas de siempre para ensalzar sus cualidades, en vez de ver lo evidente: el ciclismo es el deporte de la trampa, y se ve desde el líder hasta -cómo no- la estrella italiana predestinada, y que ha acabado estrellada.

Sexto en meta, a solo 37″ del vencedor, el increíble Dennis que va 6º de la general en la séptima Gran Vuelta en la participa, y tercera que va a poder acabar. Dice mucho de la montaña afrontada. Nadie se lo podía creer -y ese gesto de Tony Martin batiendo la cabeza desde su silla caliente lo dice todo-, y poco después se fue sabiendo la naturaleza del rendimiento de Aru, que había especulado con la posiblidad de abandonar la carrera: en el primer tramo de la crono su compañero Conti había ayudado a su compañero Ulissi, y después este a Aru.

¿Resultado? Ulissi, que había acabado 8º a solo 40″, fue sancionado con 2´, mientras que Aru solo lo fue con 20″, cuando la trampa organizada había sido la misma. Este tipo de cosas, igual que el remolque de coche de Nibali en la Vuelta 2015, solo se solucionan con una expulsión sumaria de carrera. A los ciclistas, y a los conductores de coche que ayudaron en el casi seguro fraude, y más sabiendo que uno de ellos es el alopécico Matxín.

Como reflejo del ciclismo realmente existente, hoy mismo Aru se fotografía en la salida con el organizador del Giro, con el presidente de la Federación Italiana y ¡tachán! con el presidente de la UCI, el francés que no hace nada por cambiar el ciclismo, y qué dejate tu que en el próximo julio no veamos que su auténtica contribución no sea meter a los franceses en el reparto de la tarta de los triunfos.

Es una foto para la vergüenza, y es una foto del ciclismo. En vez de ser expulsado, Aru recibe un tirón de orejas de 20″, y al día siguiente recibe el respaldo tácito de los máximos dirigentes que debían velar por la salud deportiva de este deporte, uno que camina lento pero seguro hacia su boxeización. Dumoulin no estuvo super, y apenas pudo meter 2´2″ por km a Yates, que simplemente cedió 1´15″ y mantuvo el liderato con 56″, anunciando solemnemente que ya no iba a atacar, y que correría las tres últimas etapas “a la defensiva”.

De manera involuntaria, lo que el monstruito británico dice es que las tres últimas etapas de montaña del Giro, que tradicionalmente eran las más trepidantes, no van a servir para nada, dejando un buen zurullo en boca de los extraños seres que se fotografiaban con el tramposo Aru ni siquiera 12 horas después de su abyecta trampa. No van a servir para nada porque ha sido -con mucha diferencia- el corredor que más ha atacado, y que ahora se va a defender como un contrarrelojista.

No faltan quienes quieren ver posibilidades en Froome -cuarto a 3´50″, hoy ha mandado por delante al supergregario Poels en una acción difícilmente comprensible-, que tendría que rendir al nivel del Tour de Francia para poder asaltar el liderato, y todo en pos de un triunfo que le tiene que retirar, en cumplimiento del reglamento, el mismo que se fotografiaba con un tramposo y con el presidente de una carrera que rogaba que no se quitase el triunfo al que han “invitado” con 2 millones de euros.

Es casi a lo único que se aferran, puesto que Dumoulin tiene tres finales en alto seguidos, y no son de los suyos. Pozzovivo, que sacó casi 2´ a Pinot en la crono, se arreglará para mantenerse en un podio que es un regalo para su trayectoria deportiva. No hay nadie capaz de hacer un vuelco a la general como el de Nibali en 2016, cuando pasó del 4º al 1º puesto en dos etapas, y tampoco hay Agnello ni San Pantaleón. Lo que hay es un siniestro tufo al Giro 1994.

En aquella ocasión, hace la friolera de 24 años, se vivió lo que para muchos es la mejor etapa de ciclismo contemporáneo. Indurain, que venía de ganar las últimas cinco grandes vueltas que había disputado, salió en el Giro con intención de ganar la carrera por tercera vez consecutiva. Desde la primera semana se topó con un joven arribista que cogió el liderato en Campitello Matese , y que al día siguiente cometió la osadía de ganar la crono al corredor que arrasaba en la crono.

En la segunda semana de carrera sucedió la celebérrima etapa de Aprica, donde pareció que Indurain iba a poner en su lugar al joven díscolo, y lo único que consechó fue un pajarón de cuidado en el Valico de Santa Cristina. No fue una derrota total como la de dos años después en Les Arcs, y no lo fue porque quedaba todavía la tercera semana, con una cronoescalada y dos etapas durísimas por los Alpes piamonteses, como este año. No pasó nada de nada. Sendas etapas fueron para corredores que no estaban en la general, e Indurain ni se movió, dada la fortaleza del líder y del joven Pantani.

Era la #EPOGoldenAge, y la nueva generación llegaba más fuerte y salvaje. Un cuarto de siglo después estamos igual o peor: vamos camino de uno de los Giros más rápidos de la historia -de momento es el que más, aunque ahora bajará la media- y lidera un corredor sancionado cuatro meses por dopaje por una sustancia dopante para asmáticos, enrolando en un equipo donde el colider ha salido con un blancazo tras la etapa de descanso. ¡Y nos piden que tengamos esperanza con lo que queda de Giro! ¡Un Giro muerto y sentenciado, salvo caída, enfermedad o positivo! Esta es la esperanza:

No contentos con la foto de Aru, los mismos que deberían controlar la emergencia de estos nuevos Berzin y Pantani -todo en uno en el caso de Yates- se fotografían con este extraño corredor de 1´72″, que sale a una crono llana con un 58 x 11, y solo pierde 1´15″ con rodadores. Como Pantani. Y todos contentos, porque querían a Froome de ganador, y van a tener a un británico, suficiente reclamo para el lucrativo negocio en la islas, inoculadas del veneno ciclista, el deporte que solo pueden disfrutar los muy crédulos.
***
Ideas geniales que se le ocurren a la gente.

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29 thoughts on “Un Giro muerto antes de su traca final

  1. Dentro del circo de casa carrera estoy absolutamente de acuerdo con la victoria de Simón Yates. Acostumbrados al trenecito y el ataca tú qué a mí me da palo, se agradece ver a un líder tomando la iniciativa si es el más fuerte. Sin Yates tendríamos a Doumolin con un giro regalado y Pozzovivo y Pinot yendo de colegueo para no quedarse sin podio.

     
  2. Absurdo lo de Aru y Ulissi. De hecho se esperaba justamente lo contrario: que se dejasen llevar en la crono y, con mucho tiempo perdido, buscar su etapita en fuga en la montaña que queda. Pero no, hacen TRAMPAS en una crono que nunca habrían ganado para poner aún más ojos como ellos. Me recuerda al malogrado Triky Beltrán, positivo en una GV donde máximo aspiraba a quedar entre los 100 primeros #BernhardKohl

     
  3. Yo me pregunto cuando estallará la burbuja del Cycling UK. Parece que lo de Froome no ha sido suficiente.

     
  4. Si estuviéramos en el Tour, pensaría lo mismo, está el pescado vendido. Al tratarse del Giro, la carrera donde todo puede pasar, no lo tengo tan claro. Sobre el papel este Giro es de Simon Yates pero hemos visto resurrecciones marcianas, hundimientos, cagaleras súbitas, descensos locos, paredes de 5 metros de nieve (Kruijswijk in memoriam)…

    Por otro lado, Astaná, FDJ y UAE siguen de vacío, y SKY solo la victoria del Zoncolan. Son equipos que deberían mover la carrera, habrá escapadas que disputen etapas y podría haber alguna conjunción de intereses.

     
    • Yo también soy optimista, creo que en Finestre se va a liar parda, y de la cima a meta hay muchos kilómetros para ver persecuciones, hundimientos y resurrecciones.

      Además, tenemos el Colle de Lys casi de salida, que se a hacer a mil, porque todos los equipos van a intentar meter gente en la escapada ya que va a ser fundamental para los líderes coronar Finestre con gregarios por delante.

       
      • Cualquier cosa que intente alguien será frenada por Pozzovivo y el Bahrein, ayudando al líder.

         
      • El Orica puede copar el podio del Zakarin: mas que posible victoria con exhibición metahumana (me encanta este término) y blancazo, todo en la misma carrera.

         
  5. Algo gordo como Bernal ganando el tour? Se q parece absurdo, pero creo q algo extraño va a pasar este tour. El circo del ciclismo necesita una nueva estrella q eclipse toda la mierda q hay esparcida….Tipo ccuando ContccuandoAmstrong ganaron el tour por “sorpresa”.

     
  6. Pues a mí me está resultado un giro bastante decente. Todo lo que no sea el trenecito del Sky bienvenido sea.

    En cuanto a las trampas, existen desde los inicios del ciclismo y seguirán existiendo. Incluso desde categorías inferiores.

    Después de que quedara en evidencia que los “marginal gains” eran simples TUEs, que ya venían explotando Armstrong y el USPostal en su época, a mí no me cabe duda de que la lucha contra el dopaje en el ciclismo es una cortina de humo, a fin de cumplir con la normativa de la AMA. Si no fuera por las filtraciones no nos hubiéramos enterado por ejemplo del positivo de Clembutador, ni del asmático keniano.

    De todas formas, no deja de ser un avance que los ciclistas tiren de tras-moto o ventolin para ganar unos segundos, en vez de prácticas más peligrosas para la salud como las anfetaminas de los 60-70s o la barra libre de EPO en los 80-90s.

     
    • Un Giro donde no ha llegado ninguna escapada, y donde un sprinter se lleva cuatro etapas de cinco sprins en los que ha participado.

       
  7. ¿Qué sentido tiene la exhibición de Aru en la crono?

    ¿No era consciente de que iba a llamar la atención y de que no iba a traerle nada bueno?

     
    • Es una buena pregunta, pensé plantearla mientras escribía y después se me pasó. Es un corredor con una mentalidad muy, muy débil -acuerdate del siciliano amigo de Contador ayudándole como un padre- y creo que era para subirle la moral tras casi abandonar el día anterior…

       
  8. Se ha cumplido un poco lo que me temía: Yates saliendo claramente de rosa de la crono y a partir de ahora yendo a rueda. El escenario que se me plantea es si va a intentar ganar más etapas o llegarán las fugas. Yo si fuera él intentaría arrasar con todo por si es la última vez.

    Aun con todo ‘resuelto’, sigo esperando que alguien intente algo distinto en la Finestre. Pinot no puede conformarse con ser 3º del Giro, coño. Y Sky algo hará, aunque no le salga.

    Un saludo a todos.

     
  9. Muchos problemas con este Giro, empezando por el recorrido y terminando por el desarrollo.

    Se que no hay mucho fan de la CRI, pero es la especialidad que más diferencias marca y por eso la necesita más que nunca el ciclismo de hoy en día, no digo ya una crono de 60+kms como teníamos en la época del Indurain, pero si al menos una crono larga de verdad en la primera semana o muy pronto en la segunda y otra que puede ser algo más corta y más dura ya hacia el final.

    Necesitas que corredores como Dumoulin tengan unos minutos para que haya movimiento en montaña, no solo para recuperarles, también para hacer algo de colchon para la segunda, para que no todas las etapas terminen en un ataque en “distancia Yates”, ponga el nombre del corredor de moda en la carrera, para sacar 20-30s mas las bonificaciones, solo pensando en el colchon para la segunda crono, porque la primera ha sido tan corta que no ha dejado diferencias.

    Si a eso le añades la moda de terminar en cuestas de cabras que no dan para más distancias que esos 20-30s es muy difícil que nada funcione, te meten alguien hasta las trancas como Yates, que te puede sacar esa misma distancia en 4 etapas (las 3 que ha ganado y la que regaló) y ya tiene los dos minutos que necesita para la crono, con 2-3 etapas más para recuperar lo poco que hubiera podido perder si la crono de Dumoulin era super y la suya no, que no fue el caso.

    Justo lo contrario que pasó el Giro anterior, un Dumoulin que si tenía esas 2 cronos, que tenía minutos y que le dieron caña todos para quitarselos, ayudados por sus problemas intestinales, cierto es, pero hizo la carrera preciosa, ataques de verdad, movimiento en todos los puertos y los 5 primeros de la general luchando día si y día también, eso es lo que hace falta, añade la verdadera montaña del Giro, con sus puertos míticos, sus 2000+ metros de altitud y la burrada de km de desnivel y ya está el giro hecho, no se como se puede cagar tanto una carrera.

    Y del desarrollo ya está todo dicho, un Yates que va más super que los demás, si hay suerte los laboratorios descubrirán el motivo, aquí los que llevamos años y años viendo lo mismo ya lo sabemos y si quedaba alguna duda, el hundimiento de Chavez era la última pista que hacía falta.

    El Giro, a pesar del blancazo de hoy de Yates está hecho, la única esperanza que me queda, es que el corredor que no debería estar en carrera, Froome, que si una cosa ha hecho al menos siempre es no rendirse nunca, intente ponerla patas arriba, porque para eso si tiene más capacidad que Dumoulin para los puertos que quedan y que Yates, a pesar de la ventaja que aun tiene con Froome, termine haciendo alguna tontería, al estilo Voeckler en el Tour del 2011 cuando se volvió loco con el ataque de Andy Schleck que le terminó costando el podio.

     

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