Dos López y un Kämna
Menudo historial negro que acumula Sicilia. Más allá del tópico fundamentado y expandido universalmente por Hollywood, en lo que a ciclismo se refiere las visitas del Giro a la isla se suelen traducir en el abandonos prematuros y sorpresivos.
Lo de prematuro se da por hecho, dado que la carrera solo hace escala en la isla-mundo durante la primera semana; lo segundo es casi una constante, y tiene más que ver con las terapias de mejora del rendimiento deportivo que con las diferentes excusas que se han ido dando.
En 1999 Jose Luis Rubiera acudía al Giro con grandes expectativas, después de haber acabado a más en 1997 y siendo un joven que subía muy bien, y se defendía contra el crono. En la segunda etapa, una Noto-Catania por la misma zona de la etapa de hoy, se iba para casa “por un golpe de calor”, tras haber recorrido únicamente 40 km.… Leer más