Una Vuelta abierta y con muchos candidatos

De manera imprevista, la Vuelta 2018 va a contar con una gran participación. Estarán el segundo, tercero y cuarto del año pasado, que legitimamente se pueden considerar el podio real, y además estará Sagan, el corredor atropellado en 2015 y cuyo solo concurso asegura que todas las etapas intranscendente de la carrera tengan un aliciente. Hay un favorito, pero por su propia trayectoria no es un favorito claro.

Richie Porte llega a la Vuelta de rebote. Su plan era hacer el Tour y demostrar que lo puede ganar. Una estúpida caída en la etapa de Roubaix antes de los tramos de pavés le impidió llegar a la montaña, y desde entonces se ha estado preparando para una carrera en la que solo corrió en 2012, de gregario de Froome, que le dejó libre en las cronos y en la etapa final de la Bola del Mundo, donde fue segundo.

Por las características de esta Vuelta –una única etapa de montaña, 40 km.Leer más

Van Avermaet mantiene viva la llama de este deporte

Había gran esperanza en que la etapa del pavés del Tour 2018 sacase la carrera del insufrible marasmo de otra primera semana tirada por la borda, una donde las escapadas estaban telegrafiadas, y que encima los ciclistas ya han usado directamente para chotarse del personal y de la organización. Demostrando que son una Mafia, decidieron hacer una huelga de piernas caídas en la etapa con final en Chartres, casualmente la más larga de la edición, apenas 230 km. totalmente llanos que afrontaron de una manera muy clara:

Primera fuga del día, y se va únicamente por delante el Direct Energy elegido para la ocasión. Nadie le quiso acompañar. O no pudo, o no quiso, o estaba amenazado. Consecuentemente, el corredor francés se dejó coger por el pelotón, que a continuación hizo el paripé de una escapada de más nivel, para nuevamente volver a dejar a otro corredor solo en cabeza, el especialista Offredo.… Leer más

Porte gana la primera Vuelta a Suiza para BMC

Para una vez que la Vuelta a Suiza tiene mejor plantel que Dauphine, los organizadores ofrecen el peor recorrido posible, uno que hubiese hecho de Cancellara un serio candidato al triunfo final, como el que logró en 2009 para descrédito de la prueba. Son varios los indicadores de que, si no fuese porque es un país donde les sobra el dinero para este tipo de cosas nacionales -ojo a las llegadas llenas de banderitas-,apuntarían a que es una prueba en serio riesgo de supervivencia.

Por ejemplo, desde hace muchos años suelen ofrecer la fórmula de crono+etapa en línea en un mismo sitio, este año llevada a la desesperación porque lo han aplicado con la CRE inagural y la primera etapa, y también con la última etapa en línea y la CRI final. Además, algunos de los patrocinadores de la prueba -estaciones de esquí- han llevado la carrera hasta el lugar, dejando como resultado una prueba sosísima en la lucha por la general, pero salvada de manera bastante brillante por unas etapas bastante atractivas y con grandes ganadores, tanto de nombre como de forma.… Leer más

La primera victoria de Contador también fue una cronoescalada

Dentro de la sensacional temporada que estamos viviendo de ciclismo como deporte-espectáculo, el Tour de Romandía no se ha quedado atrás. La carrera suiza acostumbraba a ser un sopor rematado con una crono final que decidía todo, y este año, a pesar de seguir poniendo dos cronos en únicamente seis días, han conseguido lograr un carrerón por la concurrencia múltiple de varios factores.

El primero de ellos, el más impredecible, ha sido la meteorología. Se dan ediciones de Romandía completamente bajo el agua, y se dan las de este año, con días radiantes y la primavera en todo su esplendor, convirtiendo la prueba en la más bella de todas las que se disputan durante el año. Además, y de cara a la competición, que haya buen tiempo favorece la competición y que los ciclistas no ramoneen o vayan a completar el expediente.

El segundo, y es una tendencia marcada recientemente, es que la carrera que tradicionalmente servía de banco de pruebas para el inminente Giro de Italia ya no lo es: ahora los favoritos van al Giro del Trentino -disputado la semana anterior-, mientras que Romandía se queda para corredores que alargan el primer ciclo de temporada, y para corredores que tienen como objetivo el Tour de Francia sin pasar por Italia.… Leer más

Alaphilippe deja de dar golpes en el manillar

No era muy difícil lograr la mejor edición de la Flecha-Valona en muchos años, aunque al final todo se haya resuelto como siempre: el mejor colocado y el más fuerte -por este orden- en la subida final gana la carrera. Lo que hace diferente a este edición 2018, además de romper la racha de cuatro triunfos consecutivos de un corredor, es que el ciclismo ha intentado volver a ganar escapado.

Ya es hora de reconocer que la medida introducida por la UCI de quitar un corredor por equipo en todas las carreras WT está siendo extremadamente beneficiosa para el espectáculo, a la espera que también lo sea para un gran campanazo en una fuga. Se producen más movimientos antes de meta, y estos son capaces de desarbolar a los equipos, que se ven sin ese hombre que antes tenían y que ahora tampoco pueden sacar de la nada.

Es así, aunque parezca ridículo ponerlo en otro día de exhibición colectiva del Quick Step, saldada además con victoria.… Leer más

“Los organizadores tienen lo que querían”

Zas. Zas. Zas. Tres caídas han dejado fuera del Tour al segundo, al quinto y al décimo de la general. ¿Ataques? Si, decenas. Incluso cienes. De un equipo local hasta la cejas, en la más pura tradición del ciclismo francés en la carrera de Francia (¡un saludo al Europcar y al inolvidable Christopher Kern!), y del Astana, un equipo que no necesita presentación, incluso en sus acciones más traicioneras. Pero al final del día, lo realmente significativo ha sido la eliminación de favoritos por caídas.

Que las caídas forman parte del ciclismo es un mantra que se repite una y otra vez para justificar a los bienpensantes, el problema es cuando las caídas están buscadas por el organizador. De la etapa entre Nantua -por cierto, menudo sitio más bonito- y Chambery se había dicho que sería “la etapa reina del Tour” (¿¿¿el noveno día???), y que los descensos serían tan decisivos como las subidas: se buscaba lo que pasó, y ahora los organizadores tienen el papelón de un Tour que sigue dominado por el tirano del último lustro, acosado por corredores de tanta valía como Aru, Fuglsang, Uran o Bardet.… Leer más

Desde La Planche des Belles Filles se ve París

25 años sin que el Tour programase, en una fase tan temprana de la carrera, un puerto de primera. En aquella ocasión fue por pura circunstancia. Dentro de los fastos de 1992, San Sebastián también quiso tener su gran pira pública de dinero público con la salida del Tour, con el consiguiente problema para la organización de la carrera por eso de tener los Pirineos al lado.

Al tercer día había que salir del atolladero, y metieron la carrera nada menos que por el Marie-Blanque y final en Pau, con la victoria en fuga de Murguialday. Hubo fuegos pirotécnicos en la subida corta y dura, hasta el punto que se quedaron en cabeza los cuatro primeros del Tour de 1991: Indurain, Bugno, Chiappucci y Mottet. En el tercer día de carrera. El asunto no llegó a más, salvo para dejar apuntado el podio de París.

En esta ocasión el primera ha venido en el quinto día de carrera, y como final de etapa.… Leer más

Otro Tour de Quintana contra Froome

A Quintana le ha salido mal su plan de lograr el doblete Giro-Tour. Por 31″, pero mal. Nadie se atreve a descartarlo para la victoria de un Tour que tiene el penúltimo día una crono-chiste de 24 km, y donde como mucho perdería 50″, pero ya no es tan favorito como en 2015, con aquel Tour sin crono y en donde no pudo ganar a Froome, su rival histórico y en su carrera preferida, la que les ha visto a ambos tres veces en el podio.

Por lo menos este año el anunciado duelo entre británico y colombiano tiene una pega en ese duopolio perfecto establecido en 2013, y es el cada vez más consistente Richie Porte. El corredor del BMC ha hecho una temporada calcada a la que realizaron en su momento tanto Evans como Wiggins: ganar o hacer podio en todas las carreras de aproximación a su objetivo de temporada.… Leer más

¿Qué harias TUE? (III): Fuglsang por fin gana algo

¿Qué harias TUE? (III): Fuglsang por fin gana algo

Hay muchos casos de ciclistas a los que su palmarés jamás hace la corte a su ego, por ser este desmedido y de tamaño galáctico: Samuel Sánchez es un ejemplo muy conocido y cercano, pero cualquier seguidor del pelotón ciclista estará al tanto del danés Jakob Fuglsang, un corredor que siempre ha dicho que aspiraba a podio en el Giro o Tour, y que lo más alto que había llegado a sus 32 años era a ser sexto en un Tour.

De hecho, su última victoria hasta este Dauphine databa de 2012, en la prestigiosa Vuelta a Austria a la que fue relegado tras tarifar con Bruyneel y quedarse fuera del Tour por bobo. Cinco años, cinco, sin ganar ni siquiera una carrera de pueblo, y enrolado siempre en el Astana de Iglinski y Vinokourov, un equipo fuera de toda tacha y que, al revés que otros compañeros como Nibali, jamás le envió carta alguna amenazando con despido por su escaso rendimiento.… Leer más

El pequeño Tour, más pequeño que nunca

Huele ya a Tour de Francia con la disputa del Dauphiné Libere, una prueba que este año pasa oficialmente a llamarse únicamente Dauphiné, todo un largo camino recorrido desde el Criterium de Dauphine Libere: con la perdida de palabras en el nombres, también se ha ido perdiendo un poco de calidad y relevancia. De ser conocido como el pequeño Tour, la prueba ha ido cayendo en rutinas y esquemas en los que ese apelativo cariñoso son su propia condena.

Sabido es que, en los últimos años, el Tour de Francia ha sido una filfa: etapas maniatadas, y general también condenada de partida por el concurso del equipo Sky, que ha ganado cuatro de los últimos cinco Tours disputados. El Dauphiné es, también en este sentido, otro Tour de Francia: el Sky ha ganado cinco de las últimas seis ediciones disputadas, y es una prueba marcada por el aburrimiento y lo previsible.… Leer más