La era Van der Poel
Solo había un favorito en la salida de la París-Roubaix, y el favorito cumplió el pronóstico. Hasta aquí no habría nada de sorprendente en una carrera que era para especialistas, hasta que Colbrelli la ganó en su primera participación, en el lejanísimo 2021. Curiosamente, el italiano batió al sprint al desaparecido Florian Vermeersch -el Lotto corría el riesgo de descender de categoría, y sacó su mejor resultado en décadas- y a Van der Poel.
Ahora el neerlandés se ha convertido en una bestia. Nadie contempla otro escenario que no sea verle alzar los brazos en todas las clásicas de pavés de prestigio -suma ocho podios y cinco victorias desde 2020, incluyendo cinco años seguidos sin bajarse del segundo puesto en Flandes-, tal y es su dominio y sometimiento a los rivales.
¿Rivales? No había muchos en la salida de Compiegne. Con el Quick Step desaparecido por segundo año consecutivo -desaparecido a unos niveles que explican el ciclismo que cambia mejor que cualquier otra cosa-, con un Jumbo que, entre lesionados y extrañas desapariciones (Van Baarle no tomó la salida a pesar de estar en el equipo titular, Laporte dicen que está deprimido, Jorgenson tenía miedo de entrar en Aremberg a 80 km/h, como en su imaginación) tampoco contaba, la victoria de Van der Poel se daba por descontada. … Leer más