El espectáculo no estaba en la competición
Cumpliendo lo apuntado ayer en Flumsemberg, Egan Bernal ha ganado en el final en el Gotardo, la montaña que es un mito y un país. La subida, ideada para el paso de bestias de tiro a finales del siglo XIX, da para lo que da -mucha curva para reducir la pendiente- y las diferencias han sido escasas, así como el espectáculo de los ciclistas. El otro ha estado en la realización, que se ha recreado en el paisaje antropizado de la zona.
En ese sentido, la etapa ha sido maravillosa, como todas las de esta Vuelta a Suiza que está esquivando el mal tiempo. La fuga no tuvo mayor interés que ver a otro Jumbo proveniente del Giro en busca de fortuna, en este caso el rubísimo Bouwman, pero el fuerte ritmo impuesto en el pelotón por los rodadores García Cortina, Swift y Rowe devoró la exigua ventaja de 4´ acumulada por los valientes en los 200 km.… Leer más