Una Tirreno-Adriático fotocopiada
No llegan buenas señales de la Tirreno-Adriático, una carrera que ofrece en 2017 exactamente lo mismo que en 2016 o 2015: etapas calcadas en cuanto a recorrido, ciudades de salida y llegada, subidas y la crono final de San Benedetto del Tronto. Además, este año cuenta con una participación un poco inferior a la París-Niza, que está siendo un carrerón de tomo y lomo.
La repetición de lugares es sinónimo de problemas muy serios para encontrar pueblos dispuestos a poner su dinero por aparecer en la carrera, una prueba que siempre ha tenido graves problemas para atraer al público -discurre por zonas de Italia escasamente pobladas o con la población muy envejecida- y que, a pesar del gran espectáculo de las ediciones de los últimos años -Garzelli ganando por el puestómetro, Nibali batiendo el último día a Horner y al año siguiente a Froome y Contador, Contador en uno de sus mejores ataques, Quintana con una stoccata mortal en el Terminillo-, parece que no termina de afianzarse como lo que es: una de las grandes vueltas por etapas de una semana.… Leer más