Un Giro decepcionante
Ya ha pasado más veces (en 2016 o en 2018), y no creo que compense. De momento el Giro de Italia está siendo una gran decepción, y ni una última semana fantástica con cambios, alternativas y hundimientos parece que pueda compensar lo visto hasta ahora.
Hasta el Giro ha llegado la peste de las fugas pactadas con los equipos continentales, pero asumidas entre todos, para convertir las etapas llanas en un aburrimiento televisado continuo; en las de montaña hay más variedad, pero tampoco excesiva. El pelotón ha consumido dos etapas que podrían haber sido claves sin ningún momento significativo, lo que indica una relajación total en sus funciones. Ese tiempo, como todo el tiempo en sí mismo, jamás se recuperará.
Tomemos como ejemplo la etapa de Potenza, con 4500 metros de desnivel acumulado y un recorrido que en otras ocasiones pudo haber deparado un cambio de líder, colocar a un corredor peligroso cerca de la general y esas cosas que antes pasaban en el Giro, en etapas menos exigentes como las que llegaban al Gargano.… Leer más