Ganar una etapa, perder el Giro
Subir el Stelvio por el lado más duro -no se hacía desde 2005-, bajarlo, y rematar con un subida insidiosa a un final inédito en el Giro de Italia, para que al final la general esté agrupada en un puñado de segundos entre tres corredores y una bombilla vasca.
Por eso es mejor empezar por el final. ¿Ha merecido la pena? El espectáculo ha sido meeeeeeehhh, porque el análisis ya se había hecho en la previa: no hay fuerzas, y nadie ha atacado. Leánlo bien: nadie ha atacado. En cuanto a las fuerzas, pues se ha recurrido al cajón de sastre más recurrente en estos casos, el del gregario que milagrosamente aparece en la etapa clave, cuando no lo había hecho jamás. En la carrera, o en toda su vida deportiva.
O´Connor se sentía tan bien después de 400 km. en fuga en los dos días anteriores que pensó que era como Pantani o Jimenez, que podía haber un tercer día para él. … Leer más