Un Giro a los puntos

La belleza dolomítica de la etapa, y la peculiar poca dureza del día, no hacían presagiar un día de bonita batalla entre los favoritos, y de competición más o menos auténtica. Más o menos porque la fuga se fue para adelante un poco por circunstancias -parecía que Pinot iba a por los puntos de la montaña, para después dejarse caer-, y más o menos porque el pelotón les volvió a conceder una ventaja insalvable.

Quedan pocas fuerzas en el Giro, y todos van racaneando al máximo por eso de la cronoescalada asesina al Monte Lusari. Lo que ayer se perdió y hoy se gana son apenas 500 metros en el día de la montaña friuliana imposible de escalar, y es un cálculo optimista; eso, si algún favorito llegase en mejor forma al final, pero vista la igualdad tampoco es descartable que la crono no produzca grandes diferencias.

Con la fuga formada por Paret-Peintre, Pronskiy, Frigo, el incombustible y ya sospechoso Gee, Barguil, Zanna y Pinot había para entretenerse, y en un momento dado se pudo ver al líder del FdJ metido en una triple batalla: por la montaña -poca disputa hoy, Healy iba sin fuerzas-, por la etapa, y por la general.… Leer más

Por fin Almeida

El Monte Bondone, envuelto en una fama pretérita, hace mucho tiempo que no crea diferencias. Hoy tampoco ha sido una excepción, a pesar de las buenas condiciones para la etapa -50 km. en la primera hora, buena fuga, ritmo sostenido, casi seis horas de etapa, 200 km. en total- y la mejor disposición para la batalla de los corredores.

Es un Giro extremadamente igualado entre los tres de cabeza, que ya estaban destacados antes de esta etapa, y que simplemente salen reforzados en su posición; el que más, Almeida, ganador por fin de algo importante; el que menos, un Roglic que ha flaqueado en el tramo final, y que ha minimizado daños gracias al trabajo de Kuss.

En conjunto, ha sido una buena etapa. Solo por ver el magnífico Santa Barbara, en el extremo norte del Lago de Garda, ha merecido la pena. Uno más de los tantos puertos de la zona, con una carretera recién restaurada y que permite el paso de un coche, y con dificultad.… Leer más

Demasiado poco Giro

¡Qué duro es el Giro! Encerronas todos los días, todo el país es montañoso, les ha dado por poner los pueblos encima de colinas, y esa lluvia inclemente que les ha tocado este año ¡Qué duro es el Giro! Tanto, tanto, que todavía no ha habido ningún ataque entre favoritos, que ninguno de los diez primeros de la general ha ganado una etapa, y que esto es algo que se repite desde hace años.

En la previa de la carrera indiqué que todo se decidiría en el Monte Lusari, la cronoescalada en cuesta de cabras el penúltimo día, pero no imaginé que antes de ese día los favoritos no intentasen nada para ver cómo estaban. Y nada significa nada. Al menos, a diferencia de 2022, las etapas son entretenidas -siempre para la fuga-, y no hay un corredor de paja que se haya tirado diez días de líder.

Pocos fines de semana de alta competición ciclista más inanes que este.… Leer más

La montaña, la última semana

Cuando llegó el día de tomar la salida en la etapa reina del Giro de Italia, los ciclistas se plantaron. Vieron que llovía, que llovía como en toda la semana anterior, pero que esta vez tenían que pasar por encima de los 2000 metros, bajar, volver a subir, y se plantaron.

Nada nuevo, por otra parte. Los ciclistas siempre se plantan, lejos de la épica heroica de los que cuentan batallitas pasadas. En el Giro, una vez por año. Este año ya van dos, porque la etapa de Gran Sasso, por eso de que había nieve, también se hizo sin ningún ataque, y dejando llegar a meta a una fuga de relleno típica del llano.

Ya no hay jefes autoritarios y carismáticos del Giro que empujen por los hombros a los cabecillas del plante obrero-mafioso. Mauro Vegni, que tiene la típica cara de todos los estafados (Evenepoel ya se estará fundiendo la pasta que le ha sisado delante de su cara) es un espantajo no mucho mejor que Acquarone, y la carrera se dirige sin autoridad, con la gracia del que intenta pasar estas tres semanas de la mejor manera posible.… Leer más

Un Giro pasado por agua

Ha dejado marejada el abandono del líder del Giro de Italia. No podía ser menos: en lo que llevamos de siglo solo había pasado tres veces (Rasmussen 2007, Anton 2010, Tony Martin 2015), y nunca en la carrera italiana. Nunca con alguien al que le habían pagado una millonada por participar.

Tras el día de descanso se acrecienta la certeza de que la pasta, y el contrato cumplido, están detrás de la repentina marcha de El Niñato. Baste ver la tremenda, y absolutamente sin precedentes, filípica que dedica la Gazzetta dello Sport al belga, tan brutal que el autor, el palanganero Pier Bergonzi, incluso ha recibido críticas de la misma Mafia periodística a la que pertenece.

El periódico rosa es el órgano oficial del Giro de Italia, y detrás de esa crítica absolutamente salvaje está la organización de la corsa rosa, pues tanto periódico como carrera son la misma empresa, y el mismo color de maillot y de papel.… Leer más

Giro, carrera abierta

Si yo hubiese escrito sobre la etapa del Gran Sasso (¿cómo? ¿hacerle el juego a esa Mafia?), la de Fossombrone o la crono de Cesena ya nada valdría en su conjunto, y muy poco tomado uno a uno. Ayer la maglia rosa anunciaba que abandona el Giro, y con él se desmorona todo el plan que había para la carrera, que todavía no ha alcanzado su mitad.

Visto con la ventaja del que escribe a posteriori, era algo que cabía dentro de las posibilidades. Tras la inmensa fumada de la etapa con final en alto, fruto de un pacto dentro de la Mafia del pelotón para que no pasase nada (ahí el público, que pasó horas esperando en el frío y la nieve, tendría que haber abucheado, y va a ser la única forma de que no vuelva a haber un Urdax o Asti), Evenepoel perdió unos segundos preciosos en los últimos siete kilómetros de la etapa de la Tirreno-Adriático del sábado.… Leer más

Espectáculo napolitano

La región de Campania habrá gastado una buena cantidad de dinero en la celebración de tres etapas consecutivas del Giro, y está por ver el retorno que eso pueda tener. De momento, es el segundo año consecutivo que la etapa-circuito-exhibición de Nápoles sale tremendamente bien, y ya es algo.

Previamente se disputó, bajo un aguacero continuo, una etapa por el interior de la provincia y final en Salerno. Llovía constantemente, y eso provocó las mayores consecuencias del día: primero un perrito sin correa -el típico chucho que campea por los pueblos y todo el mundo conoce- cruzó cuando el pelotón atravesaba un pueblo anónimo, con tal mala suerte que Evenepoel se fue al suelo intentando esquivarlo.

En absoluto se apuró para levantarse y reincorporarse al pelotón. Se tomó su tiempo, hizo sus cucumonas, le esperó todo el equipo y, cuando tenía 2´30″ de desventaja, se puso a pedalear. En poco kilómetros estaba ya en el grupo, indolente y pasivo en un día de chubaqueros, gabbas y gafas para evitar los ojos hinchados.… Leer más

Llega una fuga

La etapa estaba marcada como de cambio de liderato, dentro del gran esquema ideado para acabar con el espectáculo que suponían tres semanas de ciclismo, y así fue, pero no fue un cambio de liderato que vaya a dejar muchos días a un líder de paja, o una fuga bidone, o nada que vaya a ir más allá del orgullo personal de un par de ciclistas y un par de equipos.

Así es la realidad. Si la etapa hubiese tenido más de 200 km., como pasaba antes en esta carrera, hubiese sido muy diferente: la fuga, la diferencia, el líder, y sus opciones de cara a la general. Lo sucedido finalmente está bien, muy bien en el actual esquema del ciclismo de los hiperdominadores, y basta. 

Hubo ecos de lo sucedido en 2010 camino de L´ Aquila, pero solo eso: ecos. Se compartía el frío y la lluvia, y los 260 km.Leer más

Evenepoel ya solo puede perder el Giro

Las cronos de 20 km. son para aprovecharlas. Era ridículo presentar la salida del Giro 2023 con final en Ortona como un prólogo, cuando era una crono en toda la regla para el ciclismo contemporáneo. ¿20 km.? ¡Si la única crono del próximo Tour tiene 22 km.!

El que mejor ha sabido interpretar ese regalo a su favor ha sido Evenepoel. Queda por saber si es el agraciado con los dos millones de euros con los que RCS Sport intenta mejorar, año a año, el nivel de los participantes en la carrera, o bien lo es Roglic, pero lo que está claro es que Evenepoel es el que mejor ha sabido recoger la otra invitación de la organización: un Giro con tres cronos y más de 60 km. contra el reloj. 

La estrategia es clara, y ya se vio en la última Vuelta: El Niñato del TDAH intentará acumular todo el tiempo posible en la primera fase de la carrera, para después jugar a la defensiva en la última semana, la menos terrorífica de todos los Giros recientes.… Leer más

Un Giro que es la monda

El Giro ha solucionado, en el arco de un solo año, su principal problema: la paupérrima participación, que se traducía en un nulo espectáculo y una carrera decadente, año tras año. El Giro era una carrera en busca de rescate, y lo ha encontrado de manera sorprendente.

Con buena participación se maquilla un recorrido francamente mejorable, que de entrada no ha sufrido grandes alteraciones -recuerden que el Giro llega a modificar la mitad de las etapas presentadas meses antes-, a la espera de lo que suceda dentro de tres semanas en las grandes cumbres alpinas. Para empezar, al Gran San Bernardo, elemento clave en el recorrido de este año, tiene ahora mismo cuatro metros de nieve en la cumbre.

El increíble puerto (2000 metros de desnivel positivo, 21 km. al 6´ 5% de pendiente sostenida) debería ser la tumba del principal favorito en la previa, El Niñato belga que intentará ganar la primera Gran Vuelta con el maillot arcoiris desde Lemond  el Tour 1990.… Leer más