¿Habrá una era Bernal en el ciclismo?

Hace cinco años, con la espléndida victoria de Quintana en el Giro de Italia, me planteé la misma pregunta sobre la sensación de entonces. Había ganado la tercera grande en la que participaba, al primer intento en la carrera, y de manera autoritaria. Tenía 24 años y todo el futuro por delante.

Un lustro después, estamos ante el mismo dilema: ¿puede un escalador puro marcar una era en el ciclismo? No, nunca podrá, salvo que se vea beneficiado por los recorridos de los organizadores, porque quizás la mayor fortaleza de Bernal sea que es contemporáneo de la mejor generación de ciclistas franceses en tres décadas, con los que comparte las mismas características.

La temporada 2019 de la última sensación del ciclismo -un deporte que se ha abonado a la fábrica de fenómenos como churros- ha sido muy evidente: ha ganado las tres pruebas por etapas más difíciles del calendario, y siempre con las mismas armas.… Leer más

Séptimo Tour en ocho años para el Sky, ¿qué me estás contando de “gran carrera”?

Séptimo Tour en ocho años para el Sky, ¿qué me estás contando de “gran carrera”?

Como en las películas malas, el Tour de Francia ha tenido varios finales. Parecía que iba a acabar en la única etapa de montaña de la carrera, y el único ataque que hubo en el grupo fue para el vencedor final; parecía que iba a acabar en Tignes con una cabalgada legendaria a 40 km. de meta, y acabó en la cima de L´Iseran, aunque en ese momento no lo supiese nadie; parecía que fuese a acabar en Val Thorens tras una etapa de 120 km., y lo hizo tras una de 59 km.

Una película mala de narices, pero entretenida. Así ha sido el Tour 2019, que los mismos que dijeron que la Vuelta 2012 había sido “la mejor de la historia” -una en donde un corredor ganó cinco etapas al sprint- ya están diciendo que ha sido el mejor Tour “en décadas”. ¿Cómo puede ser posible cuando el equipo que somete a puño de hierro esta carrera desde 2012 ha logrado el primer y el segundo puesto de la general?… Leer más

Otro ridículo del Movistar (da igual cuando leas esto)

Al igual que hizo en los Pirineos, también el Movistar ha hecho el ridículo en los Alpes: tirando detrás de un compañero que iba fugado el día del Galibier, y hoy desaprovechando a cuatro corredores que iban en un grupo de doce unidades para no lograr absolutamente nada: ni la etapa, ni distanciar más a Alaphilippe y hacer subir a su ridícula tricefalía un puesto en la general.

Otro día en que la estrategia de Txente Bellotero y Arri burro Arri queda a la vista de todo el mundo, con las implicaciones que esto tiene para la imagen de la multinacional Movistar, una compañía que vende una imagen de chapuza, de desastre y de rídiculo. Si quieren cambiar eso y seguir con el patrocinio ciclista -al que parece que están obligados por ser más un Ministerio que una empresa, como todos los monopolios-, deberían renovar las estructuras de mando de la secta navarra, e introducir criterios de competencia y profesionalidad, y no únicamente el de lugar de nacimiento (el director de Movistar femenino es otro Unzué: como en las sectas, exactamente igual)

El patetismo de Movistar empozoña lo que debería ser la celebración del gran triunfo de Nibali, que tras intentarlo en muchas etapas de montaña -todas con el mismo kilometraje  mini o extramini, ojo-, se ha impuesto en la cronoescalada a Val Thorens.… Leer más

Bernal, a 59 km. de ganar el Tour de Francia

Bernal, a 59 km. de ganar el Tour de Francia

Estaba siendo una bonita etapa de ciclismo a la antigua, una impresión acentuada por lo primitivo de la subida a L´Iseran y por la estampa antigua, fea y patilarga de Bernal. Estaba siendo, y se acabó, también por esas cosas del azar y lo imprevisible de la meteorología. Ahora, cada vez que se pase por el mítico puerto -y es una vez cada quince años-, se recordará este incidente, y es una pena porque el recorrido era muy bonito.

En vez de sacar la etapa por la horrible autopista de montaña que pasa por St. Jean de Maurienne salieron de esta pequeña Avilés de los Alpes -una planta de aluminia en un valle cerrado, brillante idea para usar la energía hidroeléctrica a costa de asfixiar con mierda a los habitantes- por carreteras comarcales, y todas picaban hacia arriba.  Sin pasar ningún coloso, sin interrumpirse en ninguna ocasión, los ciclistas se plantaron a los pies del L´Iseran ya muy cargados.… Leer más

Alaphilippe, a 256 km de ganar el Tour de Francia

Alaphilippe, a 256 km de ganar el Tour de Francia

En la primera semana de este Tour, a 100 km. de meta de una etapa de esas para lucimiento del Duo Bovino de TVE, Carlos de Andrés leyó un tweet en antena. Cosa rara, porque detesta esa red social, que jamás consulta porque le quita la atención de la carrera: “A ver si Movistar ficha a De Gendt y lo pone de compañero de habitación de Quintana, para que se le pegue algo”. Siguieron risotadas y una valoración de “muy bueno, eh, muy bueno”.

Es solo un ejemplo, como los hay a miles, del pim-pam-pum continuo al que se ha visto sometido el extraordinario corredor colombiano desde que cayó en desgracia, primero por cosas que no ha podido escoger -su nacionalidad y su etnia-, y después por los compañeros que le han escogido: quitándole todos sus gregarios, y después fichando a un corredor inútil que proclamaba que iba a ser el jefe de filas.… Leer más

“Castigado, cansado y serio”

“Castigado, cansado y serio”

Había acabado la etapa con mucho adelanto y el Duo Bovino se vio expuesto a lo que más temen: la cámara, hablar, ofrecer algo de interés por el ciclismo cuando las cámaras ya no ofrecen imágenes de carrera. Ahí es especialmente lastimoso Probenecid, mientras De Andrés hace su juego de gafas para parecer que aporta algo, y empiezan a llover los vídeos de la llegada.

Son obra de Josué Elena, el palmerillo que hace los resúmenes para El Parte, y que a pesar de trabajar para la televisión, se comporta como uno más de sus colegas de la radio. Esta vez el objeto de sus desvelos era Gorka Izagirre, nuestro hombre (el suyo) en la fuga. El corredor guipuzcoano estaba agotadísimo tras una etapa disputada a un ritmo muy intenso en la fuga, y apenas podía articular palabra.

En esto el chacalito Josué Elena deslizo la típica pregunta-trampa de los sabuesos del micrófono para tener un titular -no hubo caídas en la etapa, y así le cojea toda su concepción del periodismo-: “un poco sorprendente que un hombre rápido como Trentin fuese el mejor en la subida, ¿no?”.… Leer más

Ewan se impone en el Criterium de Nimes

Una vez más han sido los ciclistas y los equipos los que mejor han sabido interpretar el recorrido. Si a una etapa de descanso le sucede una etapa en línea sin ningún tipo de dificultad, los ciclistas se la tomarán como una segunda jornada de descanso: 44 km/h de media, 35º grados y todo lo que quieran, pero el mismo esquema de siempre de fuga consentida de 4 o como mucho 5 corredores, con los que juegan durante toda la etapa para cazarlos en los últimos kilómetros.

El criterium de Nimes fue para el especialista en criteriums que era Caleb Ewan, propulsado al estrellato de los sprinters -el primero que repite en esa edición- en el Tour de su debut. El año pasado se tomó muy a pecho que el Mitchelton lo excluyese de la carrera y se fue del equipo, repitiendo lo que ya le había sucedido a Matthews. No se puede decir que lo extrañen mucho: el equipo australiano lleva tres etapas en la carrera, y no ha tenido que llevar un bloque de sprinters para apoyar a ningún velocista.… Leer más

Buscando desesperadamente a los nuevos Posthuma y Monfort

Quizás el lugar común más repetido en este día de descanso del Tour haya sido “todavía queda toda la tercera semana”, aderezado con los adjetivos “durísima”, las apreciaciones “no hay nada decidido”, el “Tour abierto” y ojalá también un improbable “hasta la última línea de meta todo es carrera”. La verdad es que no es así, al menos en el Tour.

Al inicio de la carrera L´Equipe publicó un estudio estadístico donde se incidía en que, desde el Tour del año 2000, la semana más decisiva de la carrera había sido la segunda, con un 44% de acciones concretas que se habían traducido en la victoria final. No debería ser una estadística que sorprendiese al seguidor habitual del Tour: la última semana -que ni es semana, porque son seis días- regala una etapa todos los años en París, y suele incluir también otra etapa de llano que se toma como lo que es:

Una invitación a prolongar el día de descanso.… Leer más

Movistar intenta maquillar su ridículo, y también fracasa

Movistar intenta maquillar su ridículo, y también fracasa

¿Compensa el ridículo histórico del Tourmalet lo que ayer hizo el Movistar? Claro que no, simplemente ha sido una operación de contrapropaganda para acallar las críticas a un equipo que corre como un pollo sin cabeza, y que suma un fracaso tras otro en la carrera por la que se desviven. Por lo menos ayer se vió una gran etapa de ciclismo, en gran parte por las acciones impulsadas desde el equipo español. Lástima que el ciclismo no se gane a los puntos, cosa que jamás han entendido desde la dirección navarra ni desde sus periodistas palmeros.

Al menos para el aficionado Tour ha quedado claro el contraste entre una etapa de montaña para hacer una marcha cicloturista y una etapa de montaña con distancia, fondo, puertos encadenados y situaciones de carrera fruto de este recorrido, dejando corredores intercalados, una fuga triunfante, y peones que no se han movido para ayudar a sus compañeros, sino para vindicarse a sí mismos.… Leer más

Ridículo histórico del Movistar en el Tourmalet

La etapa ya tenía un kilometraje ridículo de 117 km, y encima acabó siendo de únicamente 111 km. porque la neutralizada se alargó para evitar un conato de protestas por la presencia del Presidente Francés en la carretera. El Tourmalet ha tenido dos finales en su cumbre en tiempos recientes, y las dos veces adornado con etapas ridículas, justo al contrario del inolvidable final en el Galibier de 2011.

La etapa no fue gran cosa. Seguramente alguien piense inmediatamente que pongo esto para escandilizar o llevar la contraria, pero es que ha sido así: etapa en la que se ha corrido el riesgo de un sprint a siete en la meta del Tourmalet, porque no ha habido ataques de favoritos. Ninguno. Simplemente subir a ritmo, y que reviente el más pintado, el más señalado, o el más sospechoso. De eso ha habido mucho. Demasiado.

Que la fuga del día la provocase un Nibali desganado junto a su amigo Sagan dice mucho.… Leer más