Combatió entre gigantes, fue un gigante

Poblet
La mítica foto de Alguersuari. Giro 1959

Es una letanía que se repite siempre, la del gran ciclista español que se muere y lo hace sin que nadie le haya dedicado un libro digno de tal nombre en el que recrearse con sus triunfos; y es otra letanía que se repite siempre que un grande deja del ciclismo: en otro país tendrían un monumento, un documental y cátedra dedicada a alguien tan grande como Miguel Poblet, que se ha muerto hoy a la nada sospechosa edad de 85 años.

Nacido en Montcada i Reixac en 1928, es fácil imaginar la infancia del gran campeón en lo que era y sigue siendo la más industriosa de las poblaciones del Vallés. Obrerismo, calles llenas de niños y una Barcelona de la que distaba -entonces- cinco km. en línea recta, pero muchos más en línea social. Hijo de un trabajador de Eléctrica de Cataluña -sí, hubo un tiempo en que no había FECSA-Endesa- que competía en carreras de ciclismo y tenía un pequeño taller de reparaciones.

Fue un niño de la guerra, no de esos que se enviaron de excursión breve a Reino Unido -si eran vascos de la burguesía vizcaína- o de excursión larga a la URSS -si eran pobres y de zonas desafectas a los vencedores-, sino de la inmensa mayoría que vio pasar la guerra durante sus primeros años, y que les pilló la posguerra cuando deberían estar estudiando y formándose.

Ahí empezó Poblet a coger la bici, hasta entonces rechazada como suelen hacer los niños cuando los padres insisten mucho en inculcarles sus aficiones: para ir a las academias en las que se aprendía un oficio -ojo, no confundir con profesión- con el que poder empezar a trabajar a los 14 o 15 años. El joven Miguel, a fuerza de calcarse todos los días el trayecto entre Montcada y Barcelona, decidió que su profesión iba a ser la de ciclista, más que nada porque siempre ganaba -dice la leyenda- a los otros chavales del pueblo que seguían su itinerario diario.

Tenia bici. Podía ir a una academia. En este país tendemos a endiosar a la gente si son de origen pobrísimo, cosa que no era el caso de Poblet, cuyo mérito no hay que buscarlo en algo que nunca podemos escoger, sino en lo que hizo después con el don que la naturaleza le había otorgado. Y no, tampoco da a escoger, pero es responsabilidad de cada uno interpretar las señales que van quedando con los primeros piques, la primera subida, el primer día con más de 100 km.

Deja los estudios de dibujo técnico en la Escuela Industrial de Terrasa y se saca su primera licencia en 1944 a los 16 años, falsificando su edad en dos años. El nombre de la misma pone “Principiante”, pero el primer año gana más de diez carreras, y así sucesivamente en aquella España gris y casposa, donde el ciclismo todavía era un deporte de masas y una cita imprescindible en cualquier fiesta patronal.

Impresiona ver fotos de la época en donde un chaval de 18 años aparece posando en el podio con señores de 25 o 30 años -en aquella época se era señor a esa edad-, indefectiblemente engalanados al estilo de la época, esto es: pelo engominado hacia atrás, gesto adusto, manos viejas, mientras el jovencísimo Poblet aparece siempre sonriendo, no se si tanto por estar siempre en el primer cajón del podio o porque antes, a esa edad, siempre se sonreía.

Con 20 años gana el GP Marca de ocho etapas, sucesor del Circuito del Norte, ganando a los mejores de la época: Langarica, Rodríguez, Bernardo Ruiz, en etapas de 300 km. o más por las carreteras de entonces. Gana campeonatos de España “de montaña”y pruebas de pista, y empieza a salir a competir en criteriums en el extranjero, mezcla de exotismo por su origen -hasta 1952 Bernardo Ruiz no subirá al podio del Tour, por ejemplo- y, una vez que empieza a ganar a gente como Bobet, por su calidad.

También por esa época, a los veintipocos, empieza a perder el pelo, lo que le da un aire de veterano sin serlo: combina pista con vueltas por etapas (gana la Volta en 1952, carrera donde llegó a ganar casi 30 etapas), pero sigue sin competir en el extranjero, por la precariedad de los medios de entonces. En 1954 va al Mundial de Solingen -Alemania Oriental- y ni siquiera sabían como era el circuito…

En 1955 comienza a patrocinarle la casa comercial Splendid para disputar el Tour y, de preparación a la gran ronda francesa, gana el Midi-Libere. Una espléndida señal que confirma este corredor inclasificable: gana dos etapas -incluyendo la final en el Parque de los Príncipes, donde llegó escapado-, viste el maillot amarillo -por primera vez para un español- y franquea el Tourmalet en primer lugar, escapado junto a Charly Gaul, Jesús Loroño y Louison Bobet, que había ganado en Solingen.

En 1956 disputa por primera vez el Giro, donde llegó a ganar ¡20 etapas!, cuatro de ellas en esta edición. Venía de haber ganado tres en la Vuelta ante Van Steenbergen y continuaría ganando otra más en el Tour. Etapas en las tres grandes en el mismo año. Otro hito pionero de Poblet. Como la Milán-Turín de ese mismo año, y especialmente, la Sanremo del año siguiente.

En 1958 hace segundo y en 1959 vuelve a ganar, de manera que obliga al patrón Torriani a introducir el Poggio, en lo que quizás es una de las mayores honras para el dominio de un ciclista: que se modifique una carrera para los demás tengan alguna opción. Poblet subía, y mucho: en el Giro 1958 gana cuatro etapas (y queda segundo en otras cuatro), pero también acaba sexto en la general. En ese mismo año también queda segundo en Roubaix, batiendo al sprint a Van Steenbergen y Van Looy -que se había impuesto en Sanremo-, pero siendo todos batidos por Van Daele, que no hizo mucha carrera; y segundo también en Lombardía, con victoria de De Filippis.

Tras batir a Van Looy en la Sanremo del 59, y consagrado como una estrella al que los italianos adoraban (lo spagnolo o “Mig”, por el caza ruso), el gran Poblet gana otras tres etapas en el Giro, donde su compañero Baldini fracasa a pesar de ser el vigente campeón de la carrera y del mundo. Sería el sino de l´espresso de Forlì hasta el final de su carrera. En 1960, otras tres etapas -dos de ellas cronos de 5 y 2 km. la primera llana y la segunda en subida- y seis días de maglia rosa.  Y otras tres en 1961.

En 1962, tras una temporada desastrosa, deja el ciclismo con 34 años de edad, una edad muy elevada para la época, y comienza inmediatamente a colaborar en la organización de la Volta, que hasta entonces era una prueba a la que venían muy pocos corredores extranjeros. Con su carisma trae a Anquetil, que gana viejísimo en 1967, un año antes de Merckx y su mágico 1968. Transforma lo que era una carrera prácticamente local en una de las grandes citas del año.

Desde entonces, su pequeña tienda en Montcada, alguna visita casual de un periodista y un carácter contrario al gran campeón que fue, y que lo emparenta con Indurain y Freire. Ha muerto un gigante que  fue pionero, que combatió en época de gigantes ganando a muchos de ellos. De aquella época mítica quedan Van Looy -cinco años más joven-, Bahamontes, Petrucci y muy pocos más. Emparentando con el inicio de este obituario-semblanza, en este país sólo vales si ganas el Tour. Muy bien: Poblet fue el primer español en llevar el maillot amarillo. A ver si así estamos a la altura de las circunstancias, aunque lo dudo.
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Poblet tiene un libro, un libro que viene firmado por “Ost” y publicado por una editorial pamplonica en 2001. Se titula “Miguel Poblet. La flecha amarilla” y de ahí he sacado parte de los datos de esta necrólogica-semblanza. Quizás lo más valioso del libro sean los inclasificables prólogos a cargo de Mario Rajoy y Jordi Pujol. Como libro bizarro tiene su aquel, y nunca he sabido cómo colocarlo en la vorágine de mi biblioteca.
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Parece una broma, pero no lo es. Sagan está estos días en Madrid. Se toma un descansillo antes de las Ardenas, donde todo apunta a que volverá a acumular segundos puestos, y se viene a la capital de España, un sitio hostil con el ciclismo pero amigo de tantas otras cosas relacionadas con el alto rendimiento. Al parecer, su increíble proyección como corredor está llevada por Lombardi, lo que añade sus portentosas características un punto de mierda y alfalfa que ya no se va a poder quitar de encima. Hace de anfitrión Quinziato, que está amancebado con una lugareña o avencidada, y con el que coincidió en 2010 en el Liquigas.

Todo muy, muy, muy raro.
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Vicioso, 36 años, una lumbalgia y sin domicilio conocido (para la autoridad) dice esto: ““Después de seis o siete años vuelvo a estar al mismo nivel que antes. Para mí no ha cambiado nada; sigo entrenado, cuidándome y sacrificándome igual”. Esto es la vergüenza de la Operación Puerto y del deporte español.

También dice que en el Teide están todos los equipos en el mismo hotel, y que en Sanremo podía haber estado delante. Es todo muy tremendo.
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Buena iniciativa la de la Vuelta a Castilla-León de poner el PDF completo del libro de ruta, que la inmensa mayoría de las carreras siguen acorazando en papel e inaccesible para los aficionados. Por cierto, vaya participación más pobre: sólo dos ProTour, y porque son españoles. ¡Y eso que López Cerrón es el director de la RFEC! En todo caso, el recorrido es tristísimo: sólo dos puertos de segunda, y en la última etapa, que acaba en el Parador de Cervera de Pisuerga. Sí, existe y existe en ese lugar.
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Que Armstrong quería competir este fin de semana en una prueba de natación en Austin. Que le han informado, por si se había olvidado, que su sanción por dopaje es DE POR VIDA -como tienen que ser todas, por otra parte- y que eso incluye TODOS LOS DEPORTES que hayan suscrito el convenio AMA antidopaje. Que la FINA ha firmado el convenido AMA antidopaje. Que Armstrong se va a quedar sin competir en nada que no sea el lanzamiento de quesos Gouda o la cabra del campanario. Que así sea. Por siempre.
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El New York Times dedica un artículo a la Vuelta al País Vasco, centrado en política y economía y menos en deporte.
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Simpática imitación de Fabián Cancellara y su particular fabianesque.
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Un titular muy acertado, certero y con mensaje.
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La AMA crea un programa de becas para investigación en Ciencias Sociales relacionadas con el dopaje.
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Muy interesante artículo sobre el pasado de David Walsh.
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Todo muy valenciano, todo, incluyendo el fondo de la foto.
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Yo también veo aquí una vía para luchar contra el dopaje.

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22 thoughts on “Combatió entre gigantes, fue un gigante

  1. Muy grande Miguel Poblet. Sólo un poco de cultura ciclista hace falta para colocarlo en el podio del ciclismo español. DEP–Nijdam

     
  2. Se nota que tenías al personaje en alta estima, te ha salido un post "molto sentito". Leí por ahí que esa Roubaix la perdió por escasísimos centímetros, en lo que hubiera sido, para mí, la victoria más importante del ciclismo español, por el escenario exótico y los mitos a los que hubiera batido. A este no creo que le bajen del top 10 del ciclismo nacional ni en cinco décadas más.Descanse en Paz.

     
  3. Ignoradísimo Poblet, probablemente tenga uno de los mejores palmarés de un ciclista español, y sin embargo muchos no lo conocíamos (sí, yo me incluyo porque sólo conocía el nombre, no su historia)Y la excusa de que su época dorada fuese hace tanto tiempo no convence, porque a Bahamontes sí que le conocemos todos… yo creo que se resume una vez más en el hecho de que si no ganas el Tour, no eres nadie, cuando en verdad hay más carreras. En fin, adiós a una figura, al menos disfrutó toda su vida haciendo lo que más le gustaba. Que la tierra le sea leve.Por otro lado, el suelto sobre Armstrong es genial, a ver si le entra en el coco de una vez al pesado este que NO hay sitio en las competiciones para los tramposos como él.Un saludo, y gracias por el blog.Sergio.

     
  4. Es muy triste que todas las necrológicas se titulen "primer español maillot amarillo" en lugar de, por ejemplo, "doble ganador de Milán-San Remo" o "Primer español en ganar una gran clásica" o tantos otros que no suenen a incultura ciclista y a siesta de verano frente a la tele.

     
  5. La zona por donde transcurre la última etapa de la Vuelta a Castilla y León, si bien desde el punto de vista ciclista no ofrece mucho, es una zona de montaña espectacular (y bastante olvidada, incluido el parador). Con la de nieve que aún queda, si hace bueno y hay una buena realización puede ser muy chula, especialmente los últimos 40km. ¿Sabéis si la dan en Teletenis?

     
  6. Leer en Marca:Fue el primer español en portar el maillot amarillo del tour de Francia.Y al mismo tiempo.Fue el primer español en ganar la MSR.Claaaaaaaaaaaaaro! Como si hubera dos docenas de vencedores españoles en la MSR. –Nijdam

     
  7. En relación a lo que comenta un anónimo antes la escatológica web del 20 Minutos titula "Fallece Miguel Poblet, el primer ciclista español que amó las clásicas y vistió el amarillo".

     
  8. Enhorabuena por el homenaje a Poblet, destila una admiración por el personaje que sólo alguien que ama el ciclismo puede transmitir.Por otra parte, al Euskaltel le crecen los enanos (nadie lo diría viendo el paupérrimo inicio de temporada)http://www.diariovasco.com/20130406/deportes/ciclismo/positivo-euskaltel-201304062121.htmlGracias por ser un oasis informativo entre tanto "estómago agradecido".Un cordial saludo, Sergio.

     
  9. El comentario de las infraestructuras abandonadas de los JJOO del anterior post me ha recordado a cuando Bart Simpson & friends alquilan un coche y van a visitar la esfera solar de la feria de Knoxville de 1982. Así vamos a acabar nosotros…

     
  10. Erase una vez un comentarista cargado de envidia y frustación……los primeros parrafos te delatan….el pueblo vasco siempre es el beneficiado o el protejido…esos comentarios guardalos para tu otro blog de poliquiteo…..Advenedizo y Agorero he dicho!!

     
  11. Magnífica entrada, Miguel Poblet se lo merece. Yo también tengo el libro de OST, y uno dedicado a Loroño me parece que del mismo autor. Es como dices un libro bastante deslavazado, pero es desgraciadamente lo poco que hay sobre historia del ciclismo en este país. También me ha gustado el comentario de que Poblet ha muerto a una edad "normal". Estamos ya desgraciadamente acostumbrados a que los ciclistas retirados mueran antes de cumplir la sesentena, a saber a causa de qué abusos. De su época, sin ir más lejos, Coppi, Koblet y Bobet murieron demasiado jóvenes. Entre los ciclistas que todavía viven no sé si has puesto a Ferdi Kübler. Cada año miro en la wikipedia a ver si sigue vivo. Y ahí anda, ¡de 1919!

     
  12. Muy interesante. Segundo post en cinco años dedicado a épocas pasadas. la ocasión lo merece.Tengo la impresión de que hoy en día lo habrían convertido en un Valverde de la vida.

     

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