Mäder gana sin regalos
Parece increíble que en la centenaria historia del Giro de Italia solo se hubiese ascendido en otra ocasión San Giacomo. Es un indicador claro cómo se vive en esa zona de Italia respecto a la montaña: es tan abundante, y está tan poco poblado -bajo los estándares italianos, ojo- que todos los sitios son de paso.
La etapa fue tan intensa, y pasaron tantas cosas, que se ha ganado una visita regular de la carrera, al menos si imperasen los criterios deportivos y no los económicos. Volvió a llegar la fuga, y hubo batalla lejana entre los favoritos, de una manera reconocible por todos. Se estrenó un joven prometedor, y alcanzó el liderato un coétano. No se puede pedir más en la primera semana de la carrera.
La fuga ya iba por delante y había empezado a subir a la Piana de Castelluccio cuando Mollema y Bouchard se embarcaron en una persecución, típica del holandés, que les llevó 30 km.… Leer más