Un Giro que es la monda
El Giro ha solucionado, en el arco de un solo año, su principal problema: la paupérrima participación, que se traducía en un nulo espectáculo y una carrera decadente, año tras año. El Giro era una carrera en busca de rescate, y lo ha encontrado de manera sorprendente.
Con buena participación se maquilla un recorrido francamente mejorable, que de entrada no ha sufrido grandes alteraciones -recuerden que el Giro llega a modificar la mitad de las etapas presentadas meses antes-, a la espera de lo que suceda dentro de tres semanas en las grandes cumbres alpinas. Para empezar, al Gran San Bernardo, elemento clave en el recorrido de este año, tiene ahora mismo cuatro metros de nieve en la cumbre.
El increíble puerto (2000 metros de desnivel positivo, 21 km. al 6´ 5% de pendiente sostenida) debería ser la tumba del principal favorito en la previa, El Niñato belga que intentará ganar la primera Gran Vuelta con el maillot arcoiris desde Lemond el Tour 1990.… Leer más