Las patologías de la política
Una de las señas de identidad del Presidente del Gobierno español era decir “el poder no me cambiará”. ¡Pobre iluso! El poder corrompe y destruye, y te cambia para siempre. El sigue pensando que no, pero los hechos demuestran que está metido en una de las múltiples variantes de esta patología de la política que es el cesarismo, un presidencialismo encubierto.
Ayer se produjo una crisis ministerial extremadamente decepcionante y fallida. Tras haber especulado de la peor manera posible -en una recepción con deportistas tras otro éxito, en plena borrachera de flashes- con la creacción de un Ministerio del Deporte (que a nadie le extrañe: también legisla tras recibir en la Moncloa a padres de adolescentes y niñas desaparecidas ¿populismo? Se queda corto) la solución final adoptada es incluso peor: el Consejo Superior de Deportes dependerá directamente de Presidencia.
¿Se lo pueden creer? Yo llevo desde las tres de la tarde de ayer, cuando me enteré, flipando.… Leer más