Hay Mundial
Mundialazo, diría. Se experimenta por primera vez eso de concentrar todas las disciplinas del ciclismo en una única sede y durante una semana, un invento de Lappartient que se repetirá cada cuatro años, y que está por ver que tal sale. Para el aficionado el mayor beneficio es que el Mundial vuelve a agosto, justo después del Tour, por primera vez desde 1994.
No es un detalle menor. Los italianos se han pasado décadas intentando que el Mundial se retrasase, desde aquellas primeras ediciones a mitad de octubre y a finales de los noventa. Poco a poco lo han ido consiguiendo, y desde hace varias temporadas la prueba por selecciones nacionales se disputa a finales de septiembre. De ahí a principios de agosto hay un abismo que cambia por completo la prueba, pero del que hemos tenido un avance.
La principal ventaja de un Mundial en estas fechas es que los principales corredores del Tour llegan directamente de tres semanas de competición, aunque directamente signifique dos semanas por enmedio.… Leer más