Ya es inminente –el próximo 30 de agosto- el lanzamiento del nuevo #maillotciclismo2005 edición 20º aniversario. Como siempre, será un carrusel de sorpresas y promociones de todo tipo, a medio camino entre la utilidad práctica y la sonrisa cómplice. Dentro del más absoluto secreto que rodea este auténtico Grand Départ, me encuentro en posición de anunciarles que habrá una nueva prenda complementaria.
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Imposible evitar pensar en que la Vuelta 2025 se ideó para que Pogacar volviese a la carrera, y Pogacar ha decidido no ir a la carrera. Acabó cansado el Tour (eso dicen, pero algún ciclista ha indicado que el UAE dejó ganar las dos etapas a Arensman para evitar el bochorno) y bueno, hará el mismo calendario que desde 2021: Canadá y Lombardía, y este año yendo a Ruanda como máximo favorito para el Mundial.
¿Extrañará la carrera a Pogacar? Yo creo que no. La ausencia del esloveno, sin llegar a ser sinónimo de espectáculo, si lo es de carrera más abierta. Todo depende de las intenciones de Vingegaard, que en teoría viene a disputar la carrera y resarcirse de un año realmente aciago donde no tiene ninguna victoria.
El segundo mejor escalador del pelotón no tiene ni una jornada de montaña a su favor, como explicado cuando se presentó el recorrido, pero sí muchos finales en alto donde imponerse. Es el máximo favorito por su impresionante cédula de cinco podios consecutivos en el Tour de Francia, y porque en 2020 ya subió el Angliru con un motor que para qué.

Además, acude rodeado de Jorgenson -acabó el Tour muy flojo, en la Vuelta veremos-, Kelderman, Kuss, Van Baarle, Campenaerts El Escalador, Tulett…casi nada. Repito: es, con mucha diferencia, el máximo favorito, pero también hay que tener en cuenta su tendencia a caerse. En 2023 encadenó victoria en el Tour con segundo puesto -que podía haber sido primero- en la Vuelta, y este año puede intercambiarse el resultado.
La principal amenaza del danés vendrá, como en el Tour, por parte del UAE, que alinea a Almeida -fresco por no haber disputado el ciclismo de julio- y el inaguantable Juan Ayuso, repescado para la ocasión después de haber disputado 7/8 partes del Giro. Con 22 años Matxín le mete dos grandes, en parte obligado porque el ciclismo ejpañol necesita una bandera de enganche el año en que se cumple una década desde el último triunfo patrio.
La convivencia entre el portugués y el español no será fácil. Ambos son de caracteres peculiares, y no veo a Almeida ganando la carrera: le falta crono -solo 26 km individuales- y es claramente inferior a Vingegaard subiendo. En cuanto al repelente niñato alicantino, la apuesta está en qué momento abandonará la carrera, y con qué excusa.

El resto de aspirantes están a un nivel claramente inferior. Se habla mucho de Ciccone, pero el italiano treintañero no ha acabado ni una sola grande entre los diez primeros. Siempre tiene una pupa, una caída, un algo. Ganará etapas, porque su equipo ha experimentado un significativo Gran Salto Adelante, pero es difícil verlo ganando ante el nivel de los ciclistas ya mencionados. ¿Podio? Quizás, al fin y al cabo la Vuelta regala esa distinción a corredores como Carthy o Haig.
En la misma línea de Ciccone están Hindley -un ciclista de talento, pero inconsistente y al que le va a faltar la alta montaña necesaria para sus características-, Bernal -en el Giro se vio que con ganas no basta-, Tiberi y O´Connor, que a pesar de acabar el Tour a más, este año no es el mismo corredor que en 2024. ¿Landa? Es una mascota y lo asume como tal: para el próximo año el QuickStep ha fichado de directores deportivos a Terpstra y VanMarcke por lo que, con la salida de Evenepoel, será la última encarnación de un ocho para generales.

Esto, en cuanto a favoritos para la general. A pesar de que varios equipos presentan equipos de circunstancias, hay un buen nivel general de corredores de aspiraciones medias, desde Buitrago -ojo con este- al prometedor Pellizzari, que ha dicho que viene a por etapas, como si ese discurso no se haya oído a cualquier corredor joven italiano que ya ha disputado el Giro. Gall, muy cansado de un Tour donde acabó sexto, resume perfectamente eso que se podría llamar clase media, en este caso escaladora. No hay tanto cazaetapa, quizás por falta de terreno, y eso puede ser campo abierto para oportunistas como Pidcock, con el combustible eterno de su nuevo equipo.
En los sprints la cosa no mejora: estará Philipsen tras su súbita salida del Tour, y es probable que se lleve tropecientas etapas. Forma parte de la Historia de la Vuelta y, si alguien puede, es el. Baste decir que su rival más cualificado será Pedersen, incombustible tras una temporada sin pausa, y que entre estos dos y el resto media un abismo: Viviani -sí, sigue corriendo-, Oular, Coquard…uf, muy duro esto. Bah, es la carrera de Guillén, lo hace así adrede.

Otro de los alicientes de la Vuelta es ver a jóvenes en su debut en una grande, o en tierna edad: en esta edición de la carrera habrá que seguir a Junior Lecerf, el joven escalador belga; al afamado Markel Beloki, que ha salido hecho una rosa de una mononucleosis muy oportuna (conociendo a su padre, competirá con el ojo medio cerrado); a su compañero Archie Ryan, también escalador; Finlay Pickering -recién incorporado al ocho del Bahrein, tras la oportuna baja de Caruso-; o Bisiaux, autor de una notable Vuelta a Burgos con 20 años.
Así se espera una Vuelta donde el gran animador de la edición 2024, el sputnik Kern Pharma, no ha sido invitado. Sus corredores estrellas de hace un año no han destacado en ninguna carrera, como suele pasar con estos equipos: ni Pau Miquel, ni Urko Berrade, ni por supuesto Castrillo, que ahora defiende los colores de la Patrulla Canina tras haber hecho un Tour lamentable.
Es la Vuelta de Guillén, y suerte tiene con que haya acudido una megaestrella como Vingegaard, que sería el mejor ganador posible. Los demás, y eso incluye los espectadores, a sufrir.
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La maldición de todos aquellos que salen de la cuadra de Lefevre sigue vigente, y es tan, tan evidente….
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Usa ropa de algodón en verano. Y todo el año. El turbocapitalismo ha hecho que el 100% cotton se haya convertido en 20% algodón, 80% lycra, o cosas aún peores, con consecuencias nefastas para la higiene íntima #publicidad
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Interesante el desarrollo de la “lesión” de Enric Mas que le hizo abandonar el día en que Einer Rubio tuvo el mejor día como ciclista de su vida, muy interesante. Miren como en esta pieza del As el periodista se guarda muy muy mucho explicar que la “lesión” y su explicación la dio Arribas (el oficioso portavoz de prensa de la Patrulla Canina) y que, entonces, incluso peligraba la Vuelta…..
Poco después se supo que el afamado corredor de Artà había tenido una tromboflebitis, una afección muy grave que, entre otras cosas, se desata por un abuso de sustancias que incrementen la viscosidad de la sangre. Se pierde toda la temporada por esta coartada, y la Patrulla Canina siguen en el pelotón profesional 43 años después de que Arroyo perdiese la Vuelta a España por dopaje.
