
De cara a hacer un hilo unificador de las tres primeras etapas del Dauphine 2025 se podía optar por señalar la elevadísima velocidad y disputa vivida- realmente inesperada-, o bien coger a un ciclista que ha sido protagonista los tres días, y también de manera inesperada. He optado por la segunda opción.
La actitud de Van der Poel en las vueltas por etapas es bien conocida. Sale en muy pocas, está de paseo en la mayor parte de las etapas, y después intenta ganar una, o ayuda a un compañero a ganar otra. No más, no se lo pidan. Su cabeza bulle entre con otras cosas y disciplinas del deporte, y parece que le gusta.
Hace como tres semanas se anunció que saldría en Dauphine por primera vez en su vida, y son ya 30 años. Poco después se caía en Nove Mesto, localidad donde había una prueba de MTB, y se anunciaba gravemente que tenía alguna fractura, o algo así, porque con estas vedettes nunca se sabe. Quedaba en duda su participación en la prueba francesa.
Después, albricias. Saldría, pero se informaba que tenía la muñeca tocada. Ajá. Por alguna razón, esa muñeca tocada debe ser como la clavícula de Matthew Hayman, porque Van der Poel ha estado los tres días delante, intentando ganar siempre, con sus armas. Si no lo ha logrado no ha sido por la muñeca.
El primer día el Lidl llevó la carrera a un ritmo frenético, una auténtica locura para el primer día de una carrera que tiende a la modorra como Dauphine. Traían en sus filas a Milan, una montaña de músculos con la que pretenden ganar varias etapas en el Tour, y yo les creo, porque han conseguido que La Mascota gane una etapa.
En cualquier caso, no se justificaba el ritmo. Era domingo y estaba previsto acabar en torno a las tres de la tarde, una hora que se practica mucho en esta carrera, y que yo creo que es muy positiva para ei ciclismo. Lo que pasó no lo pudo prever nadie.

Se subía una pequeña cota con nombre ridículo (Buffon) antes de llegar a Montluçon, un importante nudo de comunicaciones. El Education First intentó algo con un anónimo y Healy, y ya entonces se vio a Pogacar hiperactivo, en su vuelta a la competición tras Lieja.
Después hubo un contrataque de Fred Wright, que abrió hueco, pero quien puso todo para la traca fue Axel Laurence, que con su ritmo espasmódico intentó romper el pelotón tirando toda la subida, para no conseguir nada, solo iniciar la hoguera.
Fue entonces cuando atacó Jorgenson, ya en un tramo más o menos llano. A su rueda salió Van der Poel, y después Pogacar y Vingegaard. Normal, ¿no? Lo que pasó después no lo fue tanto: el danés, que no competía desde París-Niza, atacó. En el llano. Un ataque fuerte, que solo pudo ser respondido por Pogacar, Van der Poel y Buitrago.
Poco después se uniría Evenepoel, visiblemente más delgado, y que remontó en muy poco tiempo la diferencia. La calculadora finlandesa ha sacado los datos, y son preocupantes de cara al Premio Zakarin™. De una manera más o menos lógica, los cinco corredores hicieron camino hasta meta, distante cinco kilómetros.
Detrás tiraba el pelotón, pero es que delante iban los tres últimos campeones del mundo, por decir algo resumido. Con sus más y sus menos, todos colaboraban, aunque la ganancia en meta fuese a ser de solo unos segundos, si los había. En otras circunstancias parecidas, hemos visto pararse a los líderes. Bah, para qué tirar. El domingo fue diferente. Un final espectacular, inesperado, y lleno de muchas expectativas.
Todas las cartas parecían a favor de Van der Poel, que lanzó el sprint para verse superado de manera majestuosa por Pogacar por el centro, y celebrando de manera muy seria y solemne. También Vingegaard adelantó a El Nietísimo, demostrando una punta de velocidad que ya se había visto en otras ocasiones.

El Dauphine de este año reune al podio del pasado Tour de Francia, y no podía empezar mejor. Los tres, por delante. Con ellos, El Nietísimo. Un sprint para la pequeña historia de este deporte, de esos que recordaremos los seguidores durante muchos años o, por decirlo a modo de slogan, la superioridad del llano sobre la montaña.
Van der Poel también sería protagonista al día siguiente. Y Fred Wright. El británico hubiese ganado el primer día de no haberse producido esa batalla entre favoritos. Demostró un buen ritmo y velocidad, como hacía tiempo que no se le veía. Maravilló a todos hace tres temporadas, y desde entonces poca cosa, afectado por el síndrome Bahrein que ha dejado fuera de circulación a Mohoric (¿alguien se acuerda?) y bastantes más.
Lo que no se esperaba de Wright es que se metiese en el sprint cantado con el que iba a acabar la etapa, y lo hizo para acabar segundo, no muy lejos de Milan, favorito y ganador. Van der Poel, igualmente sorprendente, acabó tercero. Por alguna razón, está intentando demostrar algo. ¿A quien? No se sabe. Jamás había hecho algo así en una vuelta por etapas, y se cuentan con los dedos de una manos las veces que se ha metido en un sprint masivo.

La etapa no tuvo mucho más, y todo quedaba para que en la de jornada de hoy, con 207 km. y seis puertos puntuables (3000 metros de desnivel acumulado) las grandes estrellas hiciesen algo, pero paso algo todavía más inesperado: una fuga del día realmente de calidad (no del francés Ourselin, fugado los dos primeros días, no), de cantidad, y que llegó a meta. Entre los favoritos no hubo nada, pero tampoco hizo falta.
Dos puertos de salida forzaron una fuga que, en cualquier caso, fue instigada por Van der Poel: recuerden, está intentando demostrar algo. No tenía por qué, y se puso en todas las refriegas hasta que se formó una fuga con gente como Tejada, Barre, Laurence, Leknessund, Dumbar o el peligroso Lipowitz. También estaba Ivan Romeo, vigente campeón del mundo CRI en categoría sub23.
El pelotón no les dejó coger mucha diferencia por la presencia de Lipowitz, que estuvo hiperactivo y muy protagonista. En cualquier caso, los de delante colaboraban muy bien, y así durante muchos kilómetros, prácticamente hasta las dos últimas cotas. Fue una etapa preciosa, y todo parecía apuntar a que Van der Poel no iba a fallar esta vez.
Con una ventaja de 1´40″ sobre el pelotón, los ataques entre los fugados empezaron a 15 km. de meta. Ahí se vio muy bien a Tejada, que para algo es un Astana, y no tan bien a Van der Poel. Lipowitz salía en todos los frentes, parecía que no le bastaba con el hueco para la general.

En un pequeño repecho no puntuable, atacó Ivan Romeo. El ciclista castellano es un magnífico rodador, y encima se esfuerza en montaña, algo bastante impresionante dado que mide 1´93. Parecía que había quemado todas sus opciones en ese movimiento, y no fue así: en cualquier caso, bravo por no ir al matadero con Van der Poel.
Su segundo intento fue en el llano. En un tramo anónimo, abrió un gran hueco rápidamente, y después fue capaz de llegar hasta meta en solitario, con la suficiente ventaja para lograr también el liderato. Ojo, seis kilómetros. Una victoria muy bonita e importante, en una fuga de prestigio y con un plantel en carrera realmente impresionante. Sin lugar a dudas, una tarjeta de presentación como pocas.
Y, además, está la sensación que deja. En un país que jamás ha cuidado a los rodadores, lo de Romeo parece que va para largo, porque tiene modales y hechuras de gran ciclista. De hecho, lo que más me gustó en la entrevista postetapa es que dijo que se había marcado la etapa como objetivo hace un mes, y que incluso había estado reconociendo el tramo final. Son esas cosas las que da las victorias, y qué victoria: a 45´3 km/h de media.

Por su parte, El Nietísimo sprintó a cara de perro por la quinta posición con su ex-compañero Laurence, con el que hace un año compartía entrenamientos secretos. Ni se miraron al cruzar la meta, por lo que ahí hay una historia. Después dijo que había sido “uno de los días más exigentes” de su carrera deportiva, lo que dice muchísimo de este personaje de caricatura.
Todos los días Van der Poel, ningún día ganando. Mañana se disputa la crono, 17,5 km. con una pequeña subida enmedio. Lidera Romeo con 1´06″ sobre Pogacar y 1´17″ con Evenepoel, por lo que es muy probable que siga líder tras la crono, que servirá de banco de pruebas para los metahumanos en competición. Solo por eso, por ver qué aberraciones están dispuestos a hacer, esta Dauphiné nos tendrá otro día enganchados.
***
La Junta de Castilla-León aprueba los 2´8 millones de euros con los que van a cementar, asfaltar y hormigonar la conexión desde su CC.AA con el Puerto de la Cubilla, en Asturias. Un paso más para exprimir la Cordillera Cantábrica, y que solo servirá a moteros para que dejen sus toallitas húmedas tras haber meado o cagado. Al menos la noticia dice directamente que la actuación tendrá un uso “turístico”.
***
Bocaditos de guayaba y también geles. #publicidad

Me alegro mucho por Romeo, aunque, como defienda el liderato mañana, en Valladolid vamos a pagar por organizar la contrarreloj de La Vuelta durante una década.
jajajaj, bien visto
Y en alguna de esas hipotéticas ediciones, seguro que Guillén es capaz de poner el final en Parquesol, para así tener otro final en alto.
Guillen es capaz de poner el final en el carril bici, justo despues de la rampa de +20%
Sería interesante ver que recorridos propondría Guillén si surgiera un contrarrelojista español (con tendencia a la indigestión de las rampas de garaje) que fuera un candidato claro a la general de las grandes Vueltas.
Espero de Romeo una carrera repleta de triunfos sin tener que recurrir a las Vueltas…me encantaría que fuera un Filipo Ganna
Dependeria si corre para la Patrulla.
Te veo indulgente con el Nietísimo, Sergio. No es para menos, nadie ha competido igual en el pavés en el último lustro. Me parece muy bien tirado el enfoque, y ya sabemos que si quieres ser un corredor de “todos los días” terminas como Wout Van Aert. A lo mejor en la treintena quiere hacer el Tour como su rival.
Pucelano tenía que ser Romeo, sí señor. Le deseo lo mejor, a ser posible en otra escuadra.
Si andará más en contrarreloj tendríamos una casi copia de otro pucelano que me gustaba, el de Íscar, el gran Juan Carlos Domínguez.
La Dauphine es una carrera que tiene gran importancia por si misma, por su tradición etc.
Digo esto porque ves la Tv y los comentaristas solo hablan del Tour de Francia y parece que estés viendo una competición sin importancia y que no vale de nada salvo para preparar el Tour.
Un saludo
La Dauphine tenia gran importància fa uns anys, han sigut els mateixos corredors els que s’han encarregat de devaluar-la utilitzant-la com a banc de proves per al Tour, i no estem parlant d’una cosa nova, sinó que fa molts anys que això és així.
De fet, la mateixa organització la utilitza i la utilitzava d’aquesta manera, fent provatures per a noves ascensions o nous estils de recorregut, que primer es posaven aquí i en funció de com anava, es posaven en el Tour.
És cert. Com example, Finhaut-Emosson, que es va subir primerament al Dauphiné i més tard al Tour. Tanmateix, el Dauphiné va acabar una etapa a Plateau de Solaison i el Tour mai ha acabat cap etapa allí.
Concuerdo con lo que dices en términos abstractos; pero particularmente en este Dauphinè están los 3 máximos (y únicos?) candidatos a ganar el Tour yendo a cara de perro. Normal que se proyecte una narrativa de pre Tour.
Hagámonos un favor y recordemos los días en que ganaba Talansky.
Pues el año que ganó Talansky fue una de las mejores ediciones de Dauphine que recuerdo…o los de Fuglsang…
Espectacular la victoria de Romeo. Y no solo por la fuerza y la calidad que tiene, sino por la inteligencia de sus ataques y la capacidad que tuvo para leer la carrera y resolver la fuga.
Ojalá a los que dirigen la patrulla canina les de por dar libertad a los Romeo, Romo, Castrillo, Cortina y tal en el Tour para buscar victorias de etapa y que no lleven un equipo para buscar el top10 con Enric Mas.
Como dato de #elciclismoquecambia; su compañero García Cortina se cayó a última hora de Dauphinè por gastrointeritis. Ya sabes que lo que a uno le sienta bien, al otro no tanto…
Gracias, no lo sabía, un muy buen dato….
Varias cosas.
-Espero que Iván Romeo no sea solo flor de un día.
-No es Novo Mesto, sino Nove Mesto, famoso centro checo de motocross, enduro y MTB. Novo Mesto está en Eslovenia y es conocida por tener una fábrica de Renault.
-Sobre el asfaltado de la vertiente leonesa de La Cubilla: además de moteros ávidos de emociones “fuertes”, los locos de los rallies también estarán de enhorabuena.
-¿Por qué no competía Vingegaard desde París-Niza?
Gracias por la correción. Vingegaard no competía porque se rompió algo.
Novo Mesto en Eslovenia a parte de donde hacen el twingo desde hace bastantes años, es bastante turístico, enclavado en el meandro de un río, producen vino incluso, estuve hace 20 años por Eslovenia, entonces me parecía bastante barato bonito y con aire a Serbia, ahora ya no se…
Buenos días.
He leído unas declaraciones de Ackerman en las que se quejaba amargamente de que los mejores ataquen en etapas reservadas para los esprinters. Tiene que ser muy duros asumir que si los más fuertes de cada etapa terminan ganándola como debería ser normal, tú no vas a estar nunca entre los primeros. Lo cierto es que en etapas como el domingo es cuando se ve que lo que ocurre en el llano puede ser tan entretenido o más que lo que pasa en los grandes puertos , pero es un espectáculo que el ciclismo ha decidido hurtarnos a los espectadores para desprestigio del propio ciclismo que asume el tiro en el pie con naturalidad, y los aficionados nos acostumbramos a las siestas con vistas de castillos. Parece que el Tour este año ha hecho un esfuerzo por cambiar la inercia de tantos años poniendo etapas “nerviosas” si los corredores las quieren aprovechar y ya se sabe que el Dauphine siempre es un anticipo del Tour. A ver si es verdad, que los expertos en sueño nos dicen que para tener una buena higiene del sueño no hay que echarse la siesta.
Parce que hay vida en MOvistar. Los chavales jóvenes no dejan pasar las carreras esperando para tirara del líder de turno en Tour y Vuelta y quedar arriba en la clasificación por equipos. El equipo siempre va a la búsqueda de talentos nacionales para poder mantener su carácter de equipo español frente a sus clientes potenciales (supongo que ficharan a Jan Castellón en breve). Parece que esta nueva hornada de ciclistas son más competitivos y además se les anima a atacar, así que, hemos visto muy buenos momentos este años a Romo, Castrillo (a mí me parece bueno frente a la línea editorial de este espacio), Barrenetxea, Más desatado en Euskadi…Parece lógico que corran así ya que Mas lo mismo puede ser 4º que el 20º en el Tour y si todo lo centran en él,la M se puede ver muy poco.
Yo, como todos, estoy con muchas ganas de todas las etapas del Delfinado aunque tenga que recurrir a tomar más café. Saludos
Me descojono con lo de Ackerman. Si eso es verdad es para mandarle al rincón de pensar. Quizás lo suyo es que esos supuestos ‘hombres rápidos ‘ deberían estar atentos para salir junto con los hombres fuertes. Se supone que fuerza y potencia por su condición de esprinters no les falta.
Aunque claro, es más fácil decir “ey esta etapa es para nosotros los velocistas ” e ir toda la etapa en alegre biribilketa hasta los últimos 5 kilómetros.
Antes, había muchas más etapas para velocistas y para contrarrelojistas ( lo que les permitia coger grandes diferencias). Había muchas menos etapas para escaladores (por tanto, se disputaban mas)y las que había eran más largas (más desgaste). El año pasado Roglic tuvo muchisimas etapas para ir remontando a O’Connor los 6 minutos que cogió, sin necesidad de asumir muchos riesgos.
Gran victoria de Romeo, la clave fue atacar justo después de que lo hiciera Lipowitz. No entendí muy bien la táctica de éste último, desde el puerto hasta el ataque definitivo de Romeo, prácticamente cerró todos los cortes; llevaba muchísimo gas. Si se llega a esperar un poco más Romeo, probablemente Lipowitz habría cogido aire y habría cerrado el corte de nuevo.
Muy buena etapa. Como siempre se destaca en este espacio, el ciclismo casi siempre recompensa a los valientes.
Gran victoria de Romeo, sobre todo por las formas. Insistiendo cuando evidentemente, iba con la gasolina justa. Muchas veces se trata de eso, de ser valiente y tener la fortuna de que los de atrás se dediquen a mirarse las caras. Ya hasta resulta raro ver una victoria sufrida y agónica de un rodador cuando lo normal es la sacada de chorra de otros que se van en solitario a trescientos kilómetros de meta.
Romeo tiene madera y ya puede decir que ha ganado en una fuga de pedigrí. Lamentablemente, seguro que Unzué ya está viendo al nuevo Indurain y desaprovechará su talento como ha hecho con tantos otros.
Se sabe por qué Romeo no hizo el calendario del norte de clásicas, yo creo que lo estaba preparando y por algún motivo no lo pudo hacer…
Según alguna entrevista su objetivo es el Tour de Francia. Hizo el principio dd temporada Paris Niza y Comunidad Valenciana con victoria.
Dice que las Clásicas hipotecan el principio de temporada y vista la temporada de Pogacar y cía en las clásicas, oportunidades pocas.
Teniendo en cuenta que el año pasado la Patrulla sólo consiguió 8 victorias, de las que únicamente 1 era WT (Pelayo Sánchez – Giro), esto es oro para ellos.
Este año van muy desahogados de puntos UCI
Esperemos que Romeo no sea el nuevo Lazkano, de todas formas, parece que tiene buenas maneras y ya ha dado visos que se puede defender bien en montaña, esperemos que los monjes no lo quemen con objetivos imposibles o ayudar en vueltas de tres semanas a Mases o Ayusos de turno.
Increíble el final del domingo y muy divertida la del martes, competidas como clásicas dentro de una carrera por etapas. Lo que chirría es que en toda la primavera nadie le ha tosido a Van der Poel y que esos dos días le han ganado con facilidad ¿La muñeca? El resto están mejor, de eso no cabe duda.
¿Hasta dónde puede llegar? ¿Será como Miguel Indurain?
el peor periodico de europa