Demasiado ha tardado el Tour en hacer un “Tour antiPogacar”. Demasiado, porque el Rey Sol lleva cinco participaciones en la carrera, y en la cinco ha acabado entre los dos primeros. Es un hombre-Tour, qué duda cabe, y si todavía hay algo de esperanza es porque, a diferencia de otros dominadores de la carrera, el esloveno ha dejado la imagen de varias derrotas sin paliativos a lo largo de estos cinco años.
Es por eso que la organización de Proudhomme ha ideado una edición 2025 del Tour con los diferentes lugares de memoria donde se ha visto a Pogacar claudicando y, como todo lo que hace este fenómeno, lo ha hecho espectacularmente. No es casualidad que la carrera revise el Ventoux de 2021, el col de Loze o Hautacam, o que proponga una cronoescalada de 11 km, recuerdo vigente de la locura a cargo de Vingegaard en 2023.
Está por ver que el danés pueda siquiera acercarse al autor de la mejor temporada jamás vista en el ciclismo. Como saben todos los que se dedican a los estudios científicos de este deporte, el danés estuvo a su mejor nivel en 2024, e incluso puede decir con orgullo que ganó una etapa al líder del UAE. Sin embargo, ese nivel, exactamente el mismo nivel que le permitió ganar dos Tour, no le sirve ya para el Pogacar de esta temporada, que es mucho mejor de lo que ya era antes: un corredor de época.
Por tanto, analizar el recorrido el Tour 2025 queda como un ejercicio fútil de cara a lo que, dentro de nueve meses, apunta a ser otra barrabasada mayúscula de El Mejor™: un corredor al que le da igual que le programen en el mismo Tour todos sus cocos -si los tuviese-, porque ya es el mejor en casi todos los terrenos que cuentan.
Como anunciado hace tiempo, la carrera sale de Lille, que sigue siendo una de las grandes ciudades francesas a pesar de décadas de decadencia tras haber ascendido aupada por la economía del hierro y el carbón. Ha intentado salir por la típica apuesta por el turismo, y le ha salido regular; se mantiene relativamente a flote por su emplazamiento muy conveniente, a mitad de camino entre París y Bruselas, que en TGV significa una hora.
Es por eso que la carrera sale con una etapa en línea de 185 km, algo que ya ha azuzado a los velocistas, con un Philipsen diciendo que es una oportunidad única para lograr un maillot amarillo. Veremos, porque al día siguiente son 209 km. y final en un semirepecho en Boulogne-sur-Mer tras una serie de toboganes en los que yo ya veo saltando a Pogacar….
Y no es el único final atoboganado: tras un día de sprint en Dunkerke (que bazofia de película), donde el mayor peligro pueda ser el viento, el cuarto día de carrera vuelve a proponer un final similar en Rouen.
Imposible no ver la huella de Guillén en este tipo de finales, eso de que “todos los días tienen que pasar cosas”, pero lo realmente importante sigue pasando en los días de siempre; por ejemplo, la crono del quinto día, nada menos que 33 km. en Caen, totalmente llanos. Perfectos para que Evenepoel se vista de amarillo, porque hoy por hoy es el mejor contrarrelojista del mundo en esos recorridos.
La carrera sigue por el norte de Francia con una atractiva etapa entre Bayeux (donde el famosísimo y maravilloso tapiz homónimo) y Vitre Normandie, una etapa por un terreno endiablado -más de 3500 metros de desnivel- y final, cómo no, en una cuesta, y que al día siguiente será secundada por otro final en cuesta, la más famosa de la zona: el Muro de Bretaña, ya gastado de tantas veces por ahí.
El fin de semana es inaudito en un Tour de Francia: las etapas de sábado y domingo serán sendos sprints tras jornadas de 170 km. con final en Laval y Châteauroux, allí donde Cavendish ha ganado tres veces. Ojo que el Mono de Man todavía no ha anunciado oficialmente su retirada, y esto parece una invitación de la organización para que gane una etapa con 40 años…
¿Y por qué este fin de semana? Porque el lunes cierran la primera parte del Tour (esto es: la mitad) con una etapa rara, guillenesca, bastante estúpida, donde en 163 km. por el Macizo Central subirán siete puertos puntuables, y como el doble de puertos no puntuables, para un desnivel acumulado de 4400 metros. Quieren una etapa difícil de controlar, nerviosa, pero se olvidan que los grandes equipos tienen a gente como Van Aert o Sivakov, que perfectamente pueden hacer 2/3 de la jornada sin pedir un relevo.
La carrera se reanuda el miércoles con un Toulouse-Toulouse de 150 km. que no debería dar problemas de blancazos, y aún así han metido una subida con una rampa del 20% a 8 km. de meta; la cercanía de los Pirineos se convierte en vértigo cuando al día siguiente se sube Hautacam, apenas dos años después de la increíble jornada con Van Aert y Vingegaard reventando a Pogacar. El impacto real de la jornada está por ver: primer final en montaña, pero todo dependerá de cómo se afronte el amplísimo tramo llano previo.
La cronoescalada del viernes es atípica en el Tour de Francia: desde Alpe D´Huez 2004 no se programaba una cronoescalada clásica de subir un puerto y, tal y como están las cosas en el ciclismo científico, los 11 km. subiendo Peyreagudes hasta su rampa aeroportuaria final bien pueden ser la puntilla final al Tour, si no se ha producido ya antes. Una etapa rara, y que implica que, por primera vez en muchos años, antes de la tercera semana los corredores hayan disputado 44 km. contra el crono. Ya no habrá más.
Habrá, eso sí, un tercer día pirenaico, con una etapa homenaje a la recordada Pau-Superbagneres de 1986, cuando Hinault atacó a su compañero LeMond, para lograr ser líder virtual, y después hundirse: es exactamente el mismo recorrido, consistente en Tourmalet por el lado fácil, Aspin por Payolle, Peyresourde y final en la estación de esquí que no se subía desde 1989 (12´4 km al 7´5%), porque los puentes antiguos no permitían el paso de los camiones de la caravana de camiones que lleva el Tour.
La segunda semana se cierra con una etapa en absoluto intranscendente: 170 km por la zona de Revel y la cuenca del Tarn, perfecta para fugas y con un final espectacular en Carcasonne, pero donde habitualmente sopla el viento. Ojo que es todo lo contrario a un día de descanso, aunque queda que los corredores adecuados lo sepan interpretar.
El segundo día de descanso es en Montpellier (a apenas 150 km. de Toulouse, donde el primer día), y la carrera se reanuda con otra de las sorpresas de este año: una etapa unipuerto de 172 km. con final en…el Mont Ventoux, y será la primera vez que la carrera acabe en el Gigante de la Provenza desde 2013. Es una etapa que va a resultar muy interesante: es un puerto que jamás se puede subir anónimamente, y el hecho de afrontarse en una etapa así, y justo tras un día de descanso, hará que pasen grandes cosas, además de una que se da por segura: la caída del récord de Iban Mayo y Jesús Losa, vigente desde 2004.
Una etapa llana con final en Valence y atravesando las cuencas del Vaucluse y el Drome -tampoco un terreno fácil, ojo- sirve para encarar la traca final, que por fuerza es en los Alpes, y qué Alpes: dos fastuosas etapas llenas de grandes puertos, y un epitafio por la zona del Jura que no será nada banal.
El jueves habrá una megaetapa de 171 km. subiendo el Glandon (¡bien!), la Madelaine (¡aun mejor!) y final en el Col de Loze….5500 metros de desnivel acumulado, y vuelta al mismo escenario donde el Pogacar aprendiz se dejó 1´ con Pogacar en el Tour 2020, mientras el realizador televisivo hacía experimentos. 2300 metros de altitud, y subiendo previamente un puerto demasiado poco transitado como La Madelaine, y que en lo que va de siglo ha causado estragos siempre que se ha subido.
Será la última etapa de montaña, porque el viernes han programado una etapa de solo 130 km. con final en La Plagne. Es la primera vez que se vuelve a subir desde 1995, cuando se convirtió en un mito del indurainismo y de la #EPOGoldenAge, pero se merecía mejores acompañamientos: de distancia, y de puerto previos. El Col du Pre encadenado con el Roseland pues…bien, pero….bueno, al final 4600 metros de desnivel en solo 130 km. pero….
En fin, cosas del ciclismo contemporáneo. La etapa del sábado será espectacular, aunque los medios de propaganda no la estén vendiendo como tal: 185 km. saliendo del pueblo italianoide de Nantua (desde el nombre hasta el lago) y subiendo hacia el Jura por el terreno quebrado de L´Ain, que incluye la subida al Col de la Croix de la Serra (17 km interminables kilómetros a plato) y final en Pontarlier, donde la famosa fuga de 2002.
Por supuesto, para entonces la carrera estará decididísima y todo será pasto de la fuga, pero quien sabe. Quien sabe si Vingegaard podrá recuperar la desventaja tecnologica con Pogacar, y llevar su rivalidad histórica hasta un quinto Tour consecutivo. Al que no veo ni en pintura en este recorrido es a Evenepoel, por razones bien explicadas. Fuera de estos tres, el ciclismo todavía no ha propuesto a nadie que ni siquiera se les acerque.
¿Es un recorrido bueno o malo? A mí me parece espectacular, poniendo la cronos cuando hay que ponerlas, y con una alta montaña muy bien planteada, además del día del Ventoux. El problema con el Tour, y con el ciclismo, es que hay un monopolio perjudicial para el espectáculo, y no hay visos de que acabe. Quizás hoy mismo esté presentado el que será el cuarto Tour de Pogacar, pero me niego a creerlo de partida: me sigue gustando este deporte.
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Ya está presentado el Tour, comienza la temporada de congelar sangre
La distancia de crono ridícula tiene también el sentido de que “todo siga abierto”, sin diferencias muy amplias. No creo que a Pogacar se le atragantaran, pero estaría bien plantear cosas diferentes, como cronos largas. Esto tiene sentido para atraer a Evenepoel y que parezca que es parte de la competición (y que no sea solo un dueto).
Evenepoel con este recorrido puede volver a quedar tercero a 10′ del primero. Si le sumas la etapita de crono corta y el amarillo, ya puede vender que “sigue ahí”, con los favoritos. Con eso justifica el año, pero sí, sin ninguna influencia real en la carrera. Además, salvo resurrección de Carlos Rodríguez, no tiene mucha competencia real para un devaluado podio (que ya de por sí es un premio de consolación).
¿Volveremos a ver etapas de montaña largas (más de 200 km)?
Muchísimas gracias por este análisis. A mi me parece un tour espectacular del que estoy deseoso.
La duda es… Si fueses Evenepoel o Roglic irías a por esa primera semana caramelo para ambos con su potencial maillot amarillo o directamente a Giro/Vuelta u otras carreras como el mundial o Vuelta a Suiza?
En el caso de Roglic está claro: Giro, Vuelta a Suiza, Vuelta a España…ir al Tour a que? Tiene 35 años
En en del Evenepoel le molará por la posibilidad real de maillot amarillo, pero no lo veo en el Ventoux ni en Loze, por ejemplo.
Aunque el belga cada año pega tremendos “saltos de calidad”. Puede que él y su equipo se vean, en la previa, aún mejorando y haciendo un mejor Tour que en 2024
Evenepoel tiene que asumir que la transformacion a vueltomano ya la ha dado y ha quedado en un corredor muy inferior a Pogacar o Vinguegard.
Lo que si puede hacer es jugar a que caidas o situaciones extrañas eliminen a los principales favoritos. Osea, a ganar el Tour a lo Nibali 2014. No se debe despreciar tampoco el valor de correr asi.
Me gusta mucho el recorrido. Eso sí, me gustaría volver a ver en un futuro la etapa de DisneyLandis: Roselend de salida, Saisies, Aravis, encandenado Romme-Colombière (no entiendo por qué no ha vuelto a hacerse desde 2009), Joux Plane y final en Morzine Avoriaz. Lástima que esa etapa fuera lo que fue finalmente… Aunque el Tour de ese año fue magnífico. Y eso que Líder Máximo realizó la crono de su vida, hasta 2008, en la última crono de ese Tour.
Saludos.
Ah, añado: por fin Superbagnères, y con excelente terreno previo. Ya si la siguiente etapa saliera de Bagnères de Luchon, con final en Ordino Arcalís… Entrada en España por el Portillon, Bonaigua, Port del Cantó, Collet de Montaup o Beixalis, y final en Ordino Arcalís. Lástima que esa etapa fuese otro ejemplo de EPO Golden Age…
La etapa 13 conjuga el momento más brillante de la carrera de Landa con el némesis de Landa: el desempeño en solitario contra el crono. Espero que cruce la meta al sprint.
Recorrido muy interesante. Si Vingegaard y Pogacar llegan en condiciones óptimas, puede ser gran un duelo entre los dos.
Pogacar seguro que se preparará a conciencia. A diferencia de lo que suele decir De Andrés, no todo en él es talento e inspiración, también trata de mejorar sus “debilidades”. De hecho, su propio equipo reconoció que para la pasada edición del Tour entrenó específicamente los puertos largos y el calor, y se notó.
¿Qué significa “recuperar la distancia tecnológica con Pogacar”?
biotecnológica.
Hay que señalar que , desafortunadamente en mi opinión , han suprimido las etapas que acaban tras espectaculares bajadas de puertos , se supone que en aras de “la seguridad” . Osea , que están acojonados de que se de un accidente que enturbie la imagen de la prueba .
Supongo que no los eliminaran definitivamente, pero ya llevamos dos años de algunas muertes en carrera…supongo que nos las eliminarán por seimpre, pero con la amplia oferta que tiene el tour de finales el Tour, habrán optado por esto para al menos evitar los lloriqueos del niñato.
“Quien sabe si Vingegaard podrá recuperar la desventaja tecnologica con Pogacar” es la frase que resume perfectamente el Tour 2024 y todo el resto de la temporada marciana.
Respecto al recorrido, parece ideal para que Van Aert se ponga de líder el primer o segundo día y lo mantenga hasta Mur de Bretagne o incluso más. Siempre que no se caiga, se despiste, o lo pongan a subir bidones (cosa que puede hacer incluso yendo de amarillo)
En fin, mucho ánimo para el invierno, ya queda menos para Het Volk 🙂
¿Pero Van Aert no es gafe, como Mbappé?
¿Tu crees en lo de ser gafe? ¿De qué década de antes de 1960 eres?
El recorrido del Tour 2025 recupera la tendencia clásica de unos primeros 10 días de etapas llanas, pero sin prólogo ni Contrarreloj por Equipos. El recorrido parece menos montañoso, apostando por concentrar la dureza, olvidándose de esas etapas de media montaña ideales para segundos espadas. Para mi se queda corto en Alpes en cuanto a número de etapas duras. Pogacar ya tiene apuntado ganar en Loze y Hautacam y quitarse los pocos demonios que tiene.
Creo que ASO lanza un claro mensaje a Pogacar para que haga Tour-Vuelta, quitando los inicios montañososo de los últimos años, lo que le permite no tener que llegar a tope desde la primera etapa. Luego descanso y a por la Vuelta. Sea cual sea el recorrido es el máximo favorito: será el mejor contrarrelojista, y el que tiene mejor punta de velocidad para ganar en las llegadas en cuesta. En montaña con aguantar le vale, aunque no sepa hacer eso por ahora.
Todos sabemos lo que significa ese “You’ll need to have properly digested the rest day!”, no?
https://x.com/LeTour/status/1851229629492723789?t=VOvODOtS5DEo5QdGLE-a6Q&s=19
Que el récord de Mayo no va a caer solo, habrá que descolgar adecuadamente los cuadros del hotel
Bromas aparte, el recorrido en general (o al menos los perfiles que han sacado) tienen muy buena pinta:
– etapas que pueden acabar en sprint, pero con alicientes para poder romperlo cerca de meta (creo que el Tour no quiere que una de las estrellas actuales vaya sólo a lanzar sprints como un Morkov de la vida, le están poniendo el caramelo a VdP)
– cronos antes de la última semana (incluyendo cronoescalada “pura”, donde previsiblemente salten por los aires los registros de W/kg)
– etapas de montaña con múltiples puertos, bien encadenados y buena distancia (170-200 km con 3 y 4 las etapas reinas de Alpes y Pirineos). Parecen estar invirtiendo la tendencia de 5-10 años atrás, donde, “gracias” al trenecito se dedicaban a recortar kilometraje y encadenados ya que “no pasa nada hasta los últimos 5km”, a ver si siguen por esa vía.
Que parece que hay un concurso entre los puristas para sacarle pegas al recorrido el día de la presentación:
– “otro año que se fuman el Tourmalet”, cuando muchos dijeron lo mismo hace 2 años cuando se honró al puerto-mito como nunca en las últimas 3 décadas (presumo de haber estado en la cima ese día y no creerme lo que veía cuando llegaron los 2 mejores vueltómanos que he disfrutado mano a mano a 50 de meta)
– “poca crono, no está equilibrado”, los 2 susodichos han demostrado sobradamente que son capaces de crear diferencia descomunales tanto en crono como en etapas en línea, ya no es tan necesario que se abran diferencias en itt para que “tengan que atacar”
– “no hay más que etapas llanas la 1a semana”. Salen de Lille y van hacia Bretaña pasando por Normandía para acabar en el valle del Loira, qué hacen, se inventan las “montañas” acabando en urbanizaciones costeras al estilo del levante español? Esas etapas llanas, con fugas de calidad y pequeños alicientes que hagan que no sean un sprint cantando (alguna cota cerca del final, viento, una zona más ondulada que permita formar fuga de nivel…) pueden ser muy entretenidas
– “la última etapa de Alpes es muy corta”, y el día anterior tienes 3 puertos largos perfectamente encadenados, en función de cuál sea el recorrido por el Jura, puede ser un tríptico que funcione muy bien
Como todos saben, yo suelo ser crítico y no doy halagos fácilmente, y me parece un recorrido del Tour muy, muy bueno. Lo matará el absoluto dominio de Pogacar y dirán que era malo, pero sobre el papel es muy bueno.
A ojo, lo que me gusta:
– No se está ignorando la tradición, no solo con los puertos pirenaicos y alpinos sino con las etapas planas de las primeras semanas (así los finales estén llenos de columpios).
– Hay una dieta razonable de CRI para los tiempos que corren.
– Hay encadenados!
Lo que no me gusta: la sobredependencia en columpios la primera semana (tal vez para un duelo Van Aert – Van der Poel?), y tal vez hacen falta un par de kilómetros en la CRI de Peyragudes. Eso sí, al menos no vamos a ver “pit stops” para cambiar las baterías (ajem) en ese día.
Courchevel todo el mundo está diciendo que es por la misma vertiente que en 2020 y 23, pero según el libro de ruta es por Courchevel estación. Vamos, la vertiente de Valverde-Amstrong 05′ pero con 8,5km más. En el post has hablado de la vertiente de Meribel, que es la contraria. Por este lado no han llegado nunca arriba y solo pasaron en el 23 bajando al altipuerto
Gracias por la aclaración
Maravilloso Bayeux y su historia!! Y degustar un café en la celebre “A la Reine Mathilde”… una joya! Una más de la bella Francia…
Un saludo
Salvo la etapa de La Plagne (que dentro de lo malo es mejor que la mayoría de las etapas montañosas del 2024), y salvo la escasez de km de crono (una constante en el ciclismo generación Z, mucho esfuerzo individual y poco espacio para esconderse y que no te dé el aire) es un Tour bastante decente.
Si el nivel de UAE sigue la tónica de 2024 podrán hacerse con el control de la carrera a la espera de la forma del equipo del rival, un Visma que bien podría sufrir el síndrome de Ineos y seguir hundido en la irrelevancia un año más después de años de dominio absoluto. Aunque también podría pasarle a UAE. En el ciclismo que cambia todo es posible.
Estará todo lo bien que pueda estar, pero me siguen faltando 300km más como mínimo; a repartir como se quiera. Además, en la cronoescalada podrían haber llegado a Peyragudes subiendo el Peyresourde desde Luchon (se puede decir que casi lo suben 2 veces por el mismo lado) y empalmar directamente con Peyragudes o bajar o volver a subir por donde suben… Mejorable el recorrido
Me parece un grandísimo recorrido con la única pega de falta de km de CRI llana. Jamás podré entender esa manía que dura ya demasiados años.
Si Pogacar quiere ganar con este recorrido va a tener que estar a su mejor nivel (el de este año, y ya veremos) porque Vingegaard tiene finales muy propicios donde le puede hacer muchísimo daño.
Solo una pequeña puntualización. La plagne fue final de etapa en el tour del 2002, si no recuerdo mal ese día también se subió Galibier y Madelaine, pero siendo la época que fue, creo recordar que la etapa fue una más del sopor del US Postal y por ello perfectamente olvidable.
Saludos.
Tienes razón, fue donde ganó Boogerd porque le regaló la etapa el UsPostal
Estando Pogacar de por medio (y Vingegaard detrás) da un poco igual el recorrido. Encima puede que hagan temporada stealth tras años de tanta tralla acumulada y nos creamos/ilusionemos con un Tour más abierto para ser golpeados por la realidad una vez más.
Bien lo de Superbagneres. Me falta una etapa de montaña de 210 kilómetros sin tanto puerto acumulado porque sí, pero ya es ridículo pedir algo así a estas alturas…