Otra mentira más de Pogacar

Al final, todo era un gran ensayo. Aquel movimiento en Strade Bianche a 80 km. de meta se interpretó –no ha pasado ni un año– como “una de sus grandes victorias cuando acabe su carrera”, magnificando la prueba y los rivales. Era simplemente un ensayo para lo vivido el domingo, en la Gran Carrera y ante los Grandes Rivales.

Y pasó exactamente lo mismo: la distancia Pogacar, esa que le lleva a ganar en grandes citas de verdad con ataques a 40 km. de meta, o a 25 km., o a la distancia necesaria para entrar en solitario y no tener que jugársela al sprint -como le pasó en Flandes 2022-, y esta vez usando el equipo, los sobres, y la estupidez de los equipos rivales.

El momento del ataque

A 100 km. de meta y subiendo la cuesta hacia Witikon, con la fuga a 1´, atacó Pogacar. Venía trabajando con denuedo su compañero-compatriota Domen Novak, prácticamente como nunca lo había hecho. Era el único. Pogacar iba el tercero, y de vez en cuando se veía el perfil de Roglic por ahí. No había nadie más en posiciones cabeceras.

Es cierto que el Mundial se corre sin emisoras, pero algún tipo de instrucción tiene que haber para que, si un corredor como Pogacar va a en tercera posición y solo le queda un compañero que esté tirando, cualquiera sospeche. No fue el caso de la selección belga, ni de la selección holandesa, las más cualificadas, siquiera por sus jefes de fila, para estar atentas en el Mundial de Zurich 2024.

El comentarista de la RAI lo dijo de manera mortecina, como el que lee un teletipo o anuncia una defunción: “ecco l´attaco di Pogacar”. Ni un atisbo de emoción, ni de pasión: era algo telegrafiado, así como el final. El Rey Sol atacaba en el Mundial de fondo en carretera a 100 km. de meta, con dos horas y cuarto de bicicleta por delante.

Foto facilitada por un seguidor

Solo le pudieron seguir Quinn Simmons -desaparecido todo el año hasta el Mundial, 9º en meta- y Andrea Bagioli, pero por muy poco tiempo. Ninguno de los favoritos reaccionó, ninguno estaba en las posiciones delanteras. Un error imperdonable que favoreció la estrategia de Eslovenia, en sí misma muy sencilla porque se basaba casi todo en la incombustible capacidad de Pogacar.

El Mejor™ alcanzó a su compañero Tratnik, que se había descolgado adrede de la fuga, poco antes de iniciar el descenso al lago. ¿Cómo lo sabía, si no había emisora? Misterios del ciclismo. Le hizo unos km. valiosos, pero queda la legítima duda de si realmente lo necesitaba: cuando alcanzaron el grupo delantero, se pusieron inmediatamente delante y Pogacar en persona se puso a tirar. Ni palabras, ni acuerdos con el resto de los fugados. Era, como dice la frase hecha anglosajona, un man on a mission, con lo que tiene de destino manifiesto.

Incluso parecía que se iba a ir en solitario, pero aguantó con los fugados y su ventaja de 40″ cuando quedaban tres vueltas para el final, con más de 80 km. para meta. Tiraban ya entonces, como locos, los belgas con Wellens, y también algún holandés. No reducían la diferencia, y en cambio sí quemaban a su equipo: no estaba Van Aert, pero han hecho la misma carrera de siempre, quizás en homenaje al ausente. Perseguir, perseguir y perseguir, por no haber estado atentos cuando había que estarlo.

Foto proporcionada por un seguidor

En Zurichbergstrasse, la subida más difícil del circuito, Pogacar se puso en solitario por primera vez, para después esperar a Sivakov y permitir al francés darse una vuelta completa con el por el circuito mundialista. Una vuelta, nada más y menos, porque al siguiente paso por la subida atestada de gente, Pogacar se fue en solitario. Una vuelta en la que el ruso francés relevó al esloveno, porque milita en el UAE y esto lo hemos visto en muchos mundiales: se correrá por selecciones, pero los otros 364 días del año se corre por equipos comerciales.

Quedaban 51 km. a meta, y ahí ya se supo que el Mundial había concluido. Era la auténtica distancia Pogacar y, a pesar de que la diferencia con el grupo de favoritos era de 1´20″, todo el que siga la temporada ciclista regularmente conocía la situación, la historia y la conclusión. Era Pogacar contra todos, e iba a ganar Pogacar. Otra vez. Otra vez en un gran cita.

Lo que vino a continuación fue un goce para los que lo pudimos ver in situ: ver pasar dos veces en solitario al mejor ciclista de los últimos 50 años, ver a lo lejos su movimiento característico, y saber que iba a ser un día para recordar durante mucho tiempo, porque un Mundial no es Strade Bianche. Un Mundial después de haber ganado Giro y Tour el mismo año. Un momento histórico, a cargo de un ciclista histórico. Era ver pasar un´uomo solo al comando, a Merckx, a Hinault en Sallanches, a Indurain en Lieja. Todo en uno. Y no exagero.

Foto a pie del circuito, de un simpatizante

En la última vuelta su ventaja constante decreció hasta los 40″, pero no porque flojease, al contrario. Healy y Skujins (¡qué Mundial más irreal, cuarto final!)  estuvieron durante mucho persiguiendo, mientras por detrás Evenepoel y Van der Poel se sometían a un marcaje estricto: el Niñato berreando y haciendo aspavientos, el Nietísimo usando un poco más el cerebro, pero tampoco mucho. Y que mal huele que el ya prácticamente retirado Mollema haya hecho una auténtica exhibición persiguiendo y consiguiendo acabar 11º.

Hasta Enric Mas estuvo fugado con Hirschi, para que vean lo irreal de la situación. En la lucha de los perdedores, extrañas parejas se configuran, y ahí está la razón por la que redujeron la diferencia de Pogacar: la moto de la organización estaba abriendo paso al corredor local, cosa que vio muy claro Evenepoel, que por una vez usó bien los aspavientos para ahuyentar el chanchullo, digno del extinto GP de Zurich.

La referencia no es banal: la realización de la carrera fue muy mala y, por no verse, no se vio el salto de O´Connor que le valió la plata. El australiano ha acabado 4º en el Giro, 2º en la Vuelta y 2º en el Mundial, un hito extraordinario. En el sprint del grupo, Van der Poel se impuso sin dificultad, con Evenepoel quinto. Los tres grandes favoritos de la previa, en el top-five. 

Como siempre en el ciclismo, el problema vino después. En meta, después de los besos consuetudinarios a la novia, Pogacar declaró que su movimiento a 100 km. de meta fue, quizás, “un movimiento estúpido”, menos mal que Tratnik “estaba ahí”:

“Por supuesto que no estaba planeado. Queríamos llevar la carrera tranquila, pero se nos fue demasiado pronto, y no se en qué estaba pensando en ese momento. Simplemente me fui, me dejé llevar por mi instinto, y afortunadamente lo logré, pero ha sido duro”.

Esto viene después de que la semana previa dijese en una entrevista que no usa potenciómetro y que entrena “por sensaciones”, porque se conoce muy bien. Ok. Yo entiendo que Pogacar es El Elegido y que es muy bueno por sí mismo, pero no entiendo la propaganda añadida: ¿por qué esa insistencia en que todo es improvisación y rock and roll? ¿Creen que somos tontos? 

Campeón del mundo, y de todo lo demás

Lo de Tratnik estaba ultraplanificado, así como la distancia para el ataque, y la compra de Sivakov (u otro UAE que pudiese ir por ahí, como Ivo Oliveira) con un sobre, porque la selección eslovena, especialmente tras las desapariciones de Mohoric, da para lo que da. Quieren dar una pátina de romanticismo a un puto ataque a 100 km. de meta, en un Mundial, y contra el doble campeón olímpico y el vigente campeón del Mundial, Roubaix y Flandes.

Pogacar es muy bueno, un ciclista de época, y aquí se lo valora como tal. Se disfruta en la medida de lo posible, porque todo es una gran mentira, pero no es tolerable que la restriegue a la cara, con todos los cadáveres que deja esparcidos por las cunetas. Lo de Zurich 2024 fue ataque planificado porque saben perfectamente que Pogacar puede estar dos horas sin que nadie lo coja, y los que lo saben son sus médicos y preparadores, precisamente basándose, entre otros, en los datos de los potenciómetros que dice despreciar. Tan planificado que hasta tenía dos gregarios esperándole: Tratnik, y Sivakov. Recuérdenlo cuando les digan lo del ataque victorioso en un Mundial a 100 km. de meta, y van a ser muchas veces de aquí a las décadas venideras. 

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Michael Woods, pillado comiendo “bicarbonato en gel” con una cuchara en plena disputa del Mundial. Mira que la prensa anglo es condescendiente con los de su esfera cultural, pero el cantazo es tal que ni siquera en el pusilánime cyclingnews.com han podido titular de otra manera que esta. En fin, nada que extrañe mucho en una persona de 37 años, pero eso de “bicarbonato en gel”, y con cuchara en plena carrera, entra de lleno en la antología del disparate.

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Fantástico el detalle que ha tenido Álvarez-Pallete con todos los corredores y auxiliares que han estado representando a La Compañía en la reciente Vuelta a España.

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Al parecer, la organización del Giro ha estado por la zona del Monte Crostis, aquella subida solo apta para cabras que causó polémica en la mierda del Giro 2011, el que a la postre acabó costando el puesto a Zomegnan y Acquarone….

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Qué se puede esperar de la región que ya hizo una estatua al babayu de Samuel Sánchez cuando todavía era corredor….lo de esta nueva estatua a un deportista tiene su intrahistoria, porque en un principio se intentó sufragar por suscripción popular, y solo recabaron 3.000 euros de los más de 121.000 euros que quería cobrar “el artista”, escogido a dedo….

Total, que el Ayuntamiento presidido por una señora pija del barrio más burgués que se pudiese imaginar, entró a pagar con dinero público lo que es un capricho, una idiotez, una mamarrachada, otra más en una región fecunda en personajes singulares, y en situaciones esperpénticas.

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3 thoughts on “Otra mentira más de Pogacar

  1. Muchas gracias por el blog, tus seguidores te lo agradecemos. Casi siempre concuerdo con tus opiniones pero en este caso dudo que Pogacar hubiera planificado el ataque. Yo creo que es sincero cuando el mismo dijo que el ataque fue “estúpido”. Si os fijais, en ese momento, con la fuga casi a 3min y todo el mundo atacando, sin pinganillos ni equipos con capacidad de controlar y Eslovenia ya en las últimas (Roglic haciendo el papel de Valverde incluido), Pogacar creo que entró un poco en “pánico” y soltó el ataque para controlar la situación y yo creo que hasta él se sorprendió de que nadie le siguiera cuando muchos podrían haber estado a su rueda. Y de ahí a hacer la carrera del siglo gracias también a la ineptitud de Neerlandeses y belgas.

     
    • El ensayo de la distancia ya lo hizo en Strade Bianche. Empiezo el post explicando eso. El ataque estaba planificado al 100%.

       

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