Un Giro dulcificado para tentar a Pogacar

Cuando el Giro era el Giro

Ya en la presentación de la Grande Partenza se podía atisbar en lo que se ha convertido el Giro. El Piamonte, solo tres años después de organizar los mismos fastos, volvía a poner dinero para las tres primeras etapas del Giro, con una notable diferencia.

Si en 2021 el recorrido fue normal -una crono individual a modo de prólogo, y dos etapas llanas con tachuelitas, por encima de los 170 km-, las tres primera etapas de lo que será el Giro 2024 tienen estas distancias: 136 km; 150 km; y 165 km. Únicamente cuatro etapas tienen más de 200 km, y la montaña se ha reducido considerablemente.

Es un Giro vueltizado, para que las figuras que quieran ir -siempre la gran carencia de la carrera- no se cansen mucho y puedan meter a la carrera italiana en su calendario, siempre pensando en otros objetivos. Por ponerlo claramente: el Giro se ha rendido a Pogacar, e incluso ha programado 70 km. de crono repartidos en dos días, la mayor distancia en esta disciplina desde 2009.

Las dos últimas ediciones de la carrera han sido soberanamente malas, y siempre sin ánimo de remontarse más allá. La que ganó Hindley se decidió en el último momento, y prácticamente con un único ataque en la última rampa; la de este 2023, en donde no hubo ningún ataque entre los dos primeros de la general en las sucesivas etapas de montaña, se decidió en la crono final, concretamente en los dos últimos kilómetros.

Hasta el propio Vegni reconoce que la supuesta dureza de la última semana condiciona la carrera. En 2023 esa dureza ya fue muy matizable, y ahora sencillamente se prescinde de algo tan importante para el ciclismo como el fondo, los kilómetros acumulados y la posibilidad de que pasen cosas, porque cuanto menos tiempo de carrera hay -consecuencia de las etapas más cortas-, menos posibilidades de que pase algo puede haber, especialmente en un deporte que es movimiento y desplazamiento continuo. No pasan las mismas cosas en dos horas que en cuatro horas.

Dentro de unos meses sabremos el resultado del experimento, que atenta contra el propio fundamento del Giro, una carrera que no ve un ganador local desde 2016, y que no tiene ninguno en lontananza, ni siquiera a medio plazo. Los corredores italianos cada día son peores, y quizás ahí también influya el cambio conceptual en el diseño de la carrera: en tres horas de carrera hay más opciones de que gane una mediocridad de las existentes (Bagioli, Covi, Masnada) que en cinco horas.

La primera etapa es una vuelta a Turín, saliendo de nuevo de la Venaria Reale -decenas de millones de euros invertidos en recuperar esta residencia palaciega de los Saboya, que renquea en cuanto a turismo-, y pasando por la colina de la ciudad, primero hasta Superga, en el 75º aniversario del accidente del Grande Toro, y después por Maddalena, a 20 km. de meta.

Turín siendo Turín

Al día siguiente se sube Oropa, la montaña encima de Biella, y lugar de memoria del induranismo y del efímero dumoulinismo. Es una subida exigente, que se afrontará a toda velocidad por su situación en la carrera, y que confirma la guillenización parcial del Giro. La carrera concluirá su recorrido por el Piamonte con una tercera etapa con final en Fossano.

¿Oropa será Oropa?

La carrera prosigue con un descenso hasta el sur que consumirá toda la primera parte. Un final en Andora, donde los últimos 60 km. son los mismos que la Sanremo -se sube Capo Mele justo antes de bajar a pico a la ciudad de Mirko Celestino-, otro en Lucca, y otro en Rapolano Terme, atravesando tres tramos de caminos sin pavimentar, para goce y disfrute de los periodistas, que podrán estar hablando de esa anécdota desde dos etapas antes.

El viernes, séptimo día de carrera, llega la primera crono. 37 km. a través de la zona más famosa de Umbria, y final en cuesta en Perugia. Es un recorrido y una distancia ideal para Pogacar, que podría obtener ese día una ventaja muy grande antes de la montaña del día siguiente, apenas 150 km. con final en Prati di Tivo, una montaña que no produce diferencias en Tirreno-Adriático, y que dudo muchísimo que las produzca en el Giro.

Erasmus doloroso en Perugia, lejos de todo

Y no, no habrá montaña el domingo antes del primer día de descanso, puesto que la etapa para ese día es la tercera excursión turística consecutiva a Nápoles, con 206 km. pasando desde el interior de la Campania a dar una vuelta a la bahía. A mí me parece una de las primeras semanas más tristes que jamás se hayan visto en una gran vuelta.

La carrera no sale de la zona, puesto que se reanuda con una visita a la montaña del interior de la provincia de Campania: una etapa de 140 km. y final en un puerto de 18 km, no especialmente duros, y que cuando se subió de paso en 2021 fue calificado de segunda, con cierta holgura. Sin embargo, el atractivo del día estará en que la salida está situada en Pompeya, la increíble cápsula del tiempo famosa mundialmente, y que ha dado a la Humanidad la descripción de un color, multitud de términos de vulcanología, y un conocimiento exacto sobre cómo era la vida cotidiana en el Imperio Romano.

Explosión piroclástica en la etapa pompeyana

Ahí la carrera bascula hacia el Adriático, con sucesivas etapas en Francavilla al Mare -se pueden imaginar la altimetría-, Fano y Cento, que no merecen mayor comentario. Ojo, es el grueso de la segunda semana. No va a haber cifras espectaculares de seguimiento, y menos sabiendo que el sábado se disputa la segunda crono de la carrera, 31 km. completamente llanos entre el Veneto y Lombardia, al menos bien situados en carrera.

Hola Pogacar, me estoy dirigiendo a ti

Este segundo bloque se cierra con una etapa de montaña que, si se puede disputar íntegramente, será la reina de la carrera. 220 km. (seis horas de bici) subiendo San Zeno, Aprica por el lado largo, y final en Livigno, donde primero se sube a la Forcola y después a un monte nuevo a cota 2400 metros. Es una etapa antiEvenepoel, en caso de que el malhadado belga quiera repetir por tercera vez en una carrera en la que ha abandonado las dos veces anteriores sin ni siquiera subir una montaña digna de tal nombre. En 2023 se llevaría los dos millones en un butrón memorable, pero los organizadores le dedican esta etapa.

La etapa reina por distancia y exigencia

Tras el segundo día de descanso, la última semana queda reducida a cinco días competitivos -la última etapa exige coger un avión e ir a Roma para hacer 122 km. turísticos-, con una primera etapa extremadamente traicionera: se sale de Livigno y se suben dos tachuelas a más de 2000 metros en los diez primeros kilómetros, para después bajar al valle y subir el Stelvio por el lado fácil -es un decir-, el de Bormio. No se preocupen: el gigante se coronará, si la nieve lo permite, a 150 km. del final de etapa. ¿Etapa antiEvenepoel? También. Por si no quedaba claro.

No vengas, puto belga. Desayuna bien y con cosas saludables

El final será en otro puerto inédito del Alto Adige, con dos subidas encadenadas pero no muy pronunciadas, en una de las etapas de diseño más raro que se recuerden, pero simplemente por eso, ya atractivas: los 110 km de descenso y llano entre el Stelvio y la siguente subida pueden darlo todo, o nada. Depende del que le haya sentado mal el día de descanso.

O el desayuno. Es algo que también vale para el día siguiente, donde se afronta el Sella de salida, después Rolle, y un final inédito con doble paso por el Brocon, un puerto del Trentino no muy conocido, y que no se sube en el Giro desde la legendaria etapa del Monte Bondone en 1956. Serán únicamente 150 km. de etapa, perfectos para Pogacar.

Boccon di Cardinale

Las tres últimas etapas competitivas del Giro serán en el Veneto. Tras un primer día llano con final en Padova, la carrera vuelve a Sappada en una etapa de 150 km. subiendo Duron y Sella Valcalda. Es una etapa auténticamente cicloturista, por sitios más famosos por su increíble belleza que por su dureza.

¿Y cuál es la traca final de la carrera? Pues no está nada mal planteada: una etapa de 175 km. con doble paso por el Grappa, y sus 18 km. de agónica y constantes ascensión. Aunque el final esta al final del segundo descenso, en la llanísima Bassano del Grappa, desde arriba del sagrario se sabrá el ganador del Giro 2023.

Sagrario del Grappa, nevado

Como viene siendo habitual, no se conoce ninguna gran estrella que haya anunciado su participación. Se da por descontado que Pogacar será una de ellas. El Rey Sol ya tiene 25 años y todavía no ha corrido dos grandes un mismo año; además, ya ha ganado Flandes y no tiene necesidad de hacer una primavera atronadora como la de 2023. El Giro, como se ha visto, no es especialmente exigente, y podrá salir como favorito y después ir al Tour a estrellarse de nuevo, o bien hacer como Contador en 2008: ganar Giro y Vuelta, y que le den a la carrera francesa, que sería la gran perdedora si no va el talento esloveno.

Veremos. Quien seguro que no va es el vigente campeón, un Roglic que ha fichado por el Bora para poder volver como jefe de filas al Tour, no se sabe muy bien a qué y con 34 años. Una carrera con 70 km. de crono, básicamente llanos, solo puede atraer a Almeida -supuestamente quería debutar en el Tour-, Simon Yates o Peio Bilbao, en absoluto figuras, pero los únicos que se pueden defender mínimamente en esa distancia. Enric Mas, lamentablemente, volverá a optar por hacer Tour y Vuelta, cuando podía obtener un podio en esta carrera.

El Giro cambia para atraer a Pogacar, su única salvación. Un país y un organizador que adora a un corredor que ya ha ganado dos Tirreno y tres Lombardía, y una unión de la que ambos saldrán mutuamente beneficiados.

***

Parece poco, y no lo es

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31 thoughts on “Un Giro dulcificado para tentar a Pogacar

  1. ¿No sería también un recorrido idóneo para Evenepoel? Otra cosa es que Lefevere lo reserve para el tour.

     
    • Remco podría sacar algunos minutitos en las Cronos y perdería media hora en la etapa reina , dicho por Sergio una etapa antievenepoel

       
    • Pues no está mal visto, porque no hay ningún puerto de pendientes imposibles, y el Stelvio está muy lejos de meta…

       
      • En la Forcola y en el mítico Monte Grappa no sé yo si veo a Ganna aguantando, no ha demostrado nunca muchas dotes en montaña. Creo que está un poco-muy necesitado de ganar porque no tiene grandes victorias fuera de la contrarreloj. Y con esa punta de velocidad lucida esta temporada debería de darlo todo en clásicas desde la Het Volk.

         
  2. Es un giro llamando a Pogacar está claro, este año es más probable porque Almeida y Ayuso han dicho que quieren debutar en el tour.
    El recorrido de primeras deja frío, casi 10000 metros de desnivel acumulado menos que el Giro de este año y no hay casi media montaña ni etapas trampa propias del giro, pero la colocación de las etapas es muy buena mucho mejor que el año pasado.
    Habrá que ver la participación, la carrera también llama a los sprinters con 8/9 posibles llegadas para ellos y para la general aparte de la posibilidad de Pogacar, podrían ir Hindley, Simon Yates, Caruso, Bernal y luego lo que lleven Visma-Lease a bike e Ineos.
    Difícil rescatar una carrera en claro declive.

     
    • Lo de la buena colocación de las etapas no sé, pero al menos no se van a países no fronterizos con Italia obligando al día de descanso a la cuarta etapa, lo que fue tendencia hasta hace nada.

       
  3. Pues puestos a elucubrar…. si el multiherramienta Van Aert le diese por intentar la general de una gran vuelta, dependiendo de la participación, creo que estaría ante la única oportunidad de su carrera.

    Por otro lado, no descartemos que Vingegaard sea el que probase Giro-Tour. A expensas de ver el recorrido del Tour y si el Visma sigue con el megarrendimiento de este año, creo que es al que más le beneficia este recorrido.

    Finalmente, creo que el punto determinante de la temporada que viene y el que condicionará toda la temporada de Pogaçar son las olimpiadas. Si corre Giro-Tour creo que llegaría muy quemado a la cita olímpica.

     
    • El recorrido de París no le favorece especialmente, pero con Pogacar todo es posible. Irá, claro, porque representa a un país pequeño y con pocas posibilidades de medalla, pero…

       
  4. A pesar de la etapa de 5200 metros de desnivel y 220 km, la única digna de un Giro, creo que siguen llamando a que Remco les estafe otra vez con esas dos cronos. Recordar, salvando las gigantescas distancias, los metros de desnivel que se cacarearon de la última etapa de competición de la Vuelta. Así mismo, la carrera puede llegara a esa etapa tan decidida como la Vuelta si Remco mete placa en las cronos.
    Un paso atrás en el Giro, que ha perdido la esencia de sus etapas de media montaña como la de L’Aquila, en favor de un guillenismo entendido como muros imposibles y “emoción” en la semana final.

     
    • Si le vuelven a pagar a Remco es para correrlos a gorrazos a los del Giro. Se merecerían todo el mal que les pase.

       
  5. Yo veo más factible un Giro-Tour que un Giro-Vuelta. Si Vingegaard no es el mismo, por cualquier motivo del azar o del ciclismo que cambia, Pogaçar podría ganar un Tour a la defensiva tras correr (y ganar) el Giro. En cualquier caso, me cuesta imaginar que Pogaçar tire la toalla tan pronto respecto al Tour.
    Preparando las maletas para Política Menor, aunque con la alegría de que aún quedan un par de posts muy interesantes aquí. Gracias, Sergio.

     
  6. Yo soy de los tontos que van directo a mirar los kms y % de subidas y se ilusiona con que ahí ocurra algo. Pues ya no más, el Giro ha perdido toda mi ilusión. Ya hasta lo pienso al revés: la cronoescalada de este año ponerla en la primer etapa, así al menos vemos algo sin esperar 20 días.
    Ahora bien, que el Giro recorte kms lo veo lógico: pocos pedalistas quedan que aboguen por largos kilometrajes. Y si no convences a los ciclistas desde ahí, menuda participación puede quedarte. Lamento pensar que las épocas de muchos kms no van con el ciclismo actual y ya no las veremos más

     
  7. Partiendo de que solo hay la famosa “prima” para un corredor, si va Pogacar no creo que vaya Remco por mucho que haya 70 kms de CRI. Pero hasta que no saque su recorrido el tour no se puede descartar este posible “duelo inédito” en GV (que para mí a día de hoy no existe pero ya se encargará la prensa de inflarlo)

     
  8. Cómo ha comentado alguien por ahí, quizá al que quieren tentar los del Giro es a Vingegaard, que ya ha demostrado que dobla sobrado y con este recorrido más.

    O los dos, Vingegaard y Pogacar, doble duelo en un año. En el Giro fliparían.

     
  9. Joder, había leído “un final en AndoRRa”.
    Hubiese sido el culmen de la guillenización del Giro…

     
  10. Tristemente tanto Giro como Vuelta las veo como citas menores en el ciclismo, com espectáculo. En ese sentido tanto clasicas como vueltas de una semana de renombre ( Paris- Niza sobre todo) estan mucho mas marcadas en mi calendario de aficionado al ciclismo.

    Que Pogacar fuera al Giro sería bueno para el Giro, para su palmarés personal ( necesita al menos uno indiscutiblemente) pero malo para el espectáculo del ciclismo en general. El Tour de flandes, por ejemplo fue memorable, tambien el mundial ( he oido rumores que hablan de que el post sobre él saldrá posterior al regreso de Mecano). Si va al Giro nada de eso volvera a ocurrir ese año.

     
    • Ni Pogacar ni nadie puede correr todas las carreras, y como él las puede ganar todas tiene que renunciar a algo. El Mundial es a finales de septiembre, no sé que tiene que ver con el Giro.

       
  11. Parece que la etapa del Stelvio tuviese el perfil invertido.

    El otro giro reciente que incluso supera en km de contrarreloj el de 2024, es el de 2017 (69.1km), que ganó Dumoulin.

     
  12. Hay que tener también en cuenta que siempre hay diferencia, en el giro, entre km de montaña anunciado en octubre y los reales hechos en mayo. Y esa suele ser a la baja, por esto hasta ganna tiene opciones.

     
  13. Es evidente que el Giro quiere ser compatible con el Tour. El único que puede ganarle a Pocagar en su hipotético Giro es el rey de las 3 semanas, Vingegaard, muy capaz de rodar 70km a 50km/h si se lo proponen. Las Olimpiadas van a estar disputadisimas y posiblemente ganará el ciclista designado por Bélgica ¿Macarra Philipsen? Tiene al mejor gregario del mundo, WVA.

     
  14. A Pogacar le queda el reto de hacer una tremenda temporada: el Giro le extiende la alfombra rosa para que continúe el pico de forma de las clásicas de primavera, por lo que no lo veo corriendo más allá de Roubaix salvo que vaya a tomar una FV como parte de la preparación. Y luego a escoger si Tour u Olímpicos, pero algo ha de ganar en 2024 en París. Pero siendo dirigido por quien es, es capaz que lo exprimen desde Strade Bianche hasta Lombardía.

     
  15. Giro y vuelta están condenadas a medio plazo a ser carreras de dos semanas, en su lugar deberían aparecer en el calendario carreras de todo tipo de recorrido, incluso de alta montaña, de un solo día, y ni siquiera repitiendo recorrido… mucho más entretenidas y competidas, hacer una carrera de tres semanas, pero que al final por fumadas, lluvias, días de descanso y demás solo compiten 10 o 12 días es un sin sentido, tal vez a los italianos mucho más dados a la tradición y con su periódico y compañía propia organizando les va a costar más, pero Amaury…lo único que tres semanas es 21 diferentes butrones a ayuntamientos y diputacones, y España e Italia son países turísticos…pero realmente es un sin sentido.

     
  16. El ciclismo está en un momento en el que cualquier grande que la disputen solo Pogacar o solo Vingegaard va a ser un monólogo aplastante.

    Lo inteligente para el esloveno sería hacer giro sin duda, eso sí, sería una cosa muy aburrida con el resto a la distancia que Pogacar quiera.

    No pasará pero si Vingegaard quisiera engrandecer su figura debería ir al giro de 2024 también. Creo que primero querrá tener un 3er Tour que es una barrera que distingue los campeones estándar de los que han marcado época.

     
    • Lo del tercer Tour que indicas me parece un dato importante, porque tanto Pogacar como Vingegaard tienen dos victorias. Dobles ganadores hay muchos, pero triples, solo Bobet y Lemond.

      El doblete Giro-Tour siempre es algo complicado, si hablamos de salir a ganar ambas, y no de usar la primera para preparar el Tour. De hacerlo, creo que lo haría Pogacar a costa de dejar de lado la campaña de clásicas, salvo Lieja, la Clásica de primavera más apta para vueltómanos.

      En cuanto al recorrido del Giro, es realmente extraño y con falta de dureza en momentos clave. Tampoco me parece mal probar cosas tras dos ediciones horribles, donde se cacareaba su dureza, para nada.

       
  17. Porque creéis que las carreras de ciclismo han dejado de ser un deporte de fondo, esencia de la propia disciplina?
    Tiene algo que ver con la preparación de los ciclistas de ahora?
    Tengo la sensación de que la reducción de kilometraje de las competiciones se debe a que las condiciones físicas de los ciclistas de ahora no permiten que corran las distancias de hace 25 años.

     
    • Pienso que también permite a los equipos incorporar ciclistas cada vez más jóvenes y precoces en rendimiento, que esas distancias permiten.
      Con la posibilidad de venta de “tenemos al nuevo mmmmmm en la cuadra”

       
    • Creo que tiene que ver más con un tema de transmisión televisiva. De unos años para acá, que se transmiten las etapas íntegras del Tour, se han dado cuenta de que el ciclismo no atrae de la misma manera que otros deportes al televidente de a pie, y que además bloquea durante varias semanas un largo trecho del día de transmisión que podría dedicarse a otro tema más atractivo como el vigésimo programa de debate y apuestas sobre fútbol.

      No es coincidencia que esté tomando el mismo camino el béisbol, tratando de acortar sus partidos mediante medidas como un reloj para realizar lanzamientos o un corredor “fantasma” que ayude a desempatar los partidos cuando se alargan.

       
  18. Nadie ha pensado en Ciccone?

    Ni en Carapaz??

    Ni en Vlasov que queda relegado en el Bora??

    Ya se verá pero bueno, no sé si Pogacar picará el anzuelo. Lo que esta claro que no va a hacer la misma preparación que en 2023 porque algo tiene que cambiar.

    Puede que no corra Flandes, pero no va a correr Roubaix?

     
  19. Pues visto por encima el recorrido del Tour, también me parece bastante vueltizado. Unas cuantas etapas entre 130 y 160 kms, y alergia a las etapas duras de montaña.
    Como dice alguien por ahí, me parece que pesa mucho la retransmisión televisiva de estas carreras largas. Y puede que sea una tendencia que ha llegado para quedarse.

     

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