Una pomada que vale por dos

ClostebolPoco o nada se había sabido de Agostini desde su espléndido -por joven, por el ciclismo que cambia, por sus amistades- positivo del año pasado, ese que también se ha llevado, como efecto colateral, a su íntimo y compañero de equipo Moreno Moser, que se acaba de perder toda la primavera ciclista por dolencias no específicas pero desde luego sintomáticas del ciclismo en el que vivimos.

Hasta ayer. El ciclista italiano, 25 años, anunció que dejaba el ciclismo “con la cabeza alta”, ¡y se está yendo por un positivo a una edad de empezar a obtener resultados! ¿Será que la expresión “testa alta” significa algo distinto en italiano? ¿O será más bien que Agostini es otro más de los mentirosos compulsivos y patológicos que infestan el deporte, y que son incapaces de reconocer que los han pillado?

Para su mutis por el foro Agostini ha escogido la modalidad de la carta pública, esa que también utilizaba mucho Contador -por medio de escribas amigos- cuando tenía la edad del italiano. Se puede leer íntegra en el anterior enlace: es muy sencilla, pero también muy explicativa, porque está escrita después de que la UCI le haya remitido la propuesta de sanción de 15 meses por su positivo, de los que ya habría cumplido siete.

Una sanción bondadosa, puesto que la sustancia positiva conlleva 24 meses de sanción. Podría conllevar menos, pero Agostini no ha colaborado con las autoridades: agárrense fuerte, que el ciclista achaca todo a una pomada que se untó en el pompis un día que le dolía mucho, pomada que se expide sin receta médica, pero que se la dio su médico de equipo, un tal Dr. Corsetti. Caramelos de cocaína traídos de Perú. Hemoal. Solomillo de Irún. Vale, la de Agostini es una excusa menos imaginativa, pero entronca con la tradición de este deporte y estos tiempos.

“Me rindo ante un sistema que ha decidido que, con mis 25 años, tenga que dejar de ser ciclista profesional”. ¿Rendirse? ¿Cabeza alta? ¿En Italia se rinden con la cabeza alta? No se, me da que la carta está escrita con la habitual sucesión de lugares comunes y tópicos propios de la generación de Agostini, y dirigida a una audiencia muy específica, esa compuesta por el amplio arco que va desde Ainara Hernando -por poner un extremo, o un border line– y el lector de revistas del corazón, ¿cómo si no entender esa apelación a la juventud?.

En su carta Agostini arremete contra el laboratorio de Colonia, culpable de haber encontrado la sustancia dopante Clostebol en su urina. Incluso lo califica, de manera irónica, de “emérito”: seguimos, como ven, con las distinciones militares y la confusión del todo con la parte, aunque esta sea 0´7 picogramos -o lo que sea- de droga en el organismo de alguien que se pavonea de tener un “pasaporte biológico impecable”, lo que los lectores de Arribas traducen por “de níquel”.

Agostini, lanzado como nunca se le vió en profesionales, incluso especula con la posiblidad de que nada se hubiese encontrado de no haber informado él mismo de que estaba tomando esa sustancia bajo prescripción médica, cosa que no es verdad, porque si así fuese tendría el certificado médico. Agostini continua presentandose como víctima, y que está injustamente equiparado a los que toman “EPO y cocaína”, como si no supiese el reglamento. Como es muerto de hambre, hasta clama por la obligatoriedad de pagar los costes del proceso, proceso que él mismo ha alargado en vez de asumir su culpabilidad o colaborar con las autoridades.

Agostini calcula que, recurriendo al TAS, se gastaría del orden de los 35.000 euros. Debería preguntarse por qué no lo defiende su equipo. O donde está Moreno Moser, que parece que esté cumpliendo igual sanción que este injustamente condenado émulo de Richard Kimball. La carta concluye con ataques al sistema antidopaje de la UCI, pero no por los numerosos casos que no pilla, sino por haberlo pillado a él por “0´0000000007 g” de Clostebol. Sí, en Colonia, el mismo laboratorio del clembuterol que vino de Irún.

Yo he echado de menos en la carta un ataque a McQuaid, porque todavía era presidente de la UCI cuando Agostini dio positivo. Ya saben que, según amplia teoría extendida por el pelotón y sus palmeros (periodistas, familiares, fans que quieren trabajar en el mundillo), el dopaje existe en ciclismo por culpa de Verbrugghen y McQuaid. Será que pido mucho. O muy poco, dado que es el enésimo positivo del Liquigas, un equipo que compite de tu a tu con el Euskaltel y el Lampre en cuanto a número de positivos. El Liquigas, el mismo equipo que quiso empurar a Torri por decir que el dopaje está extendido a todos los niveles del ciclismo, y que los ciclistas que no se dopan son la excepción.

El Liquigas donde corre -o eso dicen- Moreno Moser, el ciclista siamés de Agostini, y que sigue sin dar pie con pedal desde -¡oh casualidad!- la fecha del positivo del escribecartas contra “el sistema”. Será que la pomada daba para dos, o cualquier otra cosa, pero en esta historia se ha sacrificado un peón para que continue el enésimo burro vendido como caballo de carreras.
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El sprint de Vitoria en la Vuelta al País Vasco fue para Matthews, con Kwiatkowski tercero. Como se descuiden, el polaco birla la general a Contador en la crono final.
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Kittel vence sin oposición en el GP L´Escaut, por tercer año consecutivo. No estaba llevando un bueno año -es su primera victoria en Europa-, pero su triunfo ha sido por varias bicicletas de diferencia. Segundo Farrar, que ganó en 2010 y en 2012 perdió en el fotofinish.

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14 thoughts on “Una pomada que vale por dos

  1. Hablando del Cannondale, también es curiosisima la disolución cual azucarillo de Peter Sagan (el Merckx del Siglo XXI) en San Remo y en Flandes…

    Quizás dentro de unos años nos enteraremos de la historia.

     
  2. Lo del sprint de Kittel, es sorprendente la distancia que ha sacado al resto! y sin lanzador!

    A mí la pomada que más me gusta es el Radio Salil!!

     
  3. ¿Colaborar e ir en contra del establishment ciclista? No veremos eso, me temo. Salvo casos contadísimos. El pillado hace sus cuentas, entre lo que gana y lo que pierde, además el cantar a viva voz conlleva la renuncia expresa a pertenecer al grupo y al fin y al cabo, siempre habrá cobijo como comentarista, masajista, relaciones públicas o vaya Vd. a saber qué. Si lo vemos en el mundillo, poblado de estos personajes de pasado oscuro. Y, por supuesto, el apellido Agostini no vale lo de un Moser. Ni más ni menos que el tonto útil.

     
  4. Deja vu total.

    Al menos este ha escrito una carta, hubo otro que “casi” se suicida.

    Estas bajas raras, como porte, horner en tirreno cuando tenia puntos uci, Stannard en Flandes… llaman mucho la atención, pero es cierto que la de moreno es mucho más cantosa

     
  5. Ningún comentario hasta ahora, parece que a nadie le importa la sanción de Agostini. Eso corrobora tu teoría de que tiene que caer algún peón para que otros sigan a delante. Seguramente Moreno Moser vuelva el año que viene a dar guerra después de pasar un año sabático, algo que se está poniendo muy de moda en los últimamente.

    La noticia del día es la sanción de 18 meses a Asafa Powell, ex plusmarquista mundial de 100 metros lisos y miembro de la armada jamaicana de velocistas junto a Bolt, Blake y Carter. Resulta significativo que el único atleta que ha podido acercarse a las marcas de estos 4 jamaicanos sea Tyson Gay que también dio positivo. Me huele a que tardaremos en volver a ver una marca por debajo de 9,75s.

     
    • Aunque no sea políticamente correcto, siempre he pensado que salen grandes velocistas de islas tan pequeñas porque en siglos pasados hacían cruces específicos para mejorar la raza de esclavos, como si fueran caballos.

      “lo de ahora” sería, de alguna forma, una continuación de aquello, ya no tanto con cruces específicos (aunque tengo ganas de ver cómo sale el hijo de marion jones y tim montgomery, que debe andar por los 10-11 años… Mucho más interesante habría sido cruzarla con aquel lanzador de peso en busca de un decatleta), sino con otro tipo de experimentos.

       
      • No, no es nada políticamente correcto. Los esclavos de Jamaica y Bahamas venían de la misma zona de Nigeria que también produce velocistas. Parece que es una etnia diferente.

         
      • De hecho esos cruces a día de hoy aún se hacen. Sin ir más lejos en el caso de Yao Ming que es una cobaya (y sus padres tambien) fruto de las ambiciones del gobierno chino en materia deportiva, una más quiero decir.

         
      • De acuerdo que la genética tiene una función importante en las capacidades de los velocistas, pero de ahí a pensar que Jamaica y EEUU son los reyes de la velocidad por selección natural de los esclavos va un trecho.

        Con las fecundaciones in vitro y las madres de alquiler están tardando las grandes potencias mundiales en cruzar a sus estrellas para crear superhombres… y de paso que le hagan unos arreglillos en el adn.

         
        • Tampoco es que los seleccionaran expresamente, pero había una cierta selección “natural”. Sólo los aptos para trabajar eran raptados, los más fuertes de entre ellos resistían el viaje en los barcos negreros, y los más fuertes aún resistían las condiciones de trabajo.
          Viajo bastante por el Caribe y en esas islas apenas se ven gente “normal”. Mucha obesidad en un extremo (por pobreza y malas dietas) y un desfile de cuerpos atléticos por el otro (a nada que se cuiden).

           
  6. Me parece sintomático que los laboratorio serios y competentes esten en Alemania, país donde no hay ni un sólo equipo World Tour. Y sólo tienen como representación al NetApp en categoria continental.

     
  7. Bueno, otra historia de mandangas. Hay quien dice que le son más entretenidas que las propias carreras, y no estoy seguro de estar en desacuerdo. Por cierto, has puesto “urina” en vez de “orina”.

     
    • Presentame al que dice esas cosas, y no me costará rebatirle. En todo caso, usted ya es mayorcito para formarse su propia opinión al respecto, ¿o no?

       

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