Van Avermaet consigue el juego, el set y va a por el partido
Todo es un inmenso prólogo para el Tour de Flandes. Tengo mis dudas de que, desde que pasaron Gante-Wevelgem a un domingo, la carrera haya mejorado. Y todo lo que le rodea: han conseguido convertir carreras que antes eran de tamaño medio o pequeño en auténticos monstruos, como se ha visto la semana pasada con el GP Waregem, pasado a categoría WT con funestos efectos en su desarrollo. El mal que se ha cargado el Tour de Flandes -con mucho, el peor Monumento, la carrera más aburrida y más hecha para el lucimiento de estrellitas- corre el riesgo de propagarse al resto de carreras de pavés, todo dentro del actual hype -avivado desde el mundo anglosajón- con estas carreras.
A Través de Flandes era una carrera pequeñita, preciosa, que pasaba desapercibida antes de las grandes citas. En su lista reciente de ganadores se combina algún gran nombre (Boonen, Museeuw) con corredores del pelotón de clásicas, como Hoffman, Eeckhout o Breschel, y rara vez domina un superequipo.… Leer más