Desaparecen los superequipos, hay carrera
Espectáculo inesperado en el primer día de los Pirineos: ni la impresentable distancia de la etapa -140 km. dignos de marcha cicloturista-, ni la actitud previa de los corredores hacían presagiar un desarrollo tan entretenido y bueno como el vivido.
Ha sido una etapa sumamente interesante porque se ha visto que los superequipos no existen: subiendo el Peyresourde no había nadie del Ineos acompañando a Bernal, y cuando cedió Dumoulin nadie del Jumbo con Roglic. Sin embargo, había diez jefes de fila, más o menos al mismo nivel.
No ha habido cambio de líder, no ha habido ataques espectaculares ni lejanos, pero ha habido una escabechina importante, y muy inesperada. Los antecedentes, incluso en un recorrido equiparable -primera etapa de montaña pirenaica, poca distancia, superequipo en liza- no permitían ver en el horizonte de esta tarde algo así, y sin embargo ha sucedido. ¿Las razones? Vamos a explicarlas.
Se formó la fuga, y el corredor de más caché era Zakarin: no había mucho, pues, dado que el ruso lleva año y medio desaparecido.… Leer más