Kruijswijk es el protagonista

La etapa más dura del Tour de Francia en al menos dos años se ha resuelto en un sprint a cinco, como si Alpe d´Huez fuese Cerler. Si solo se viese eso, parecería que hay una gran igualdad en el pelotón, o que ha habido falta de dureza. Al contrario: existe una desigualdad abrumadora en el pelotón entre un equipo y todos los demás, y la etapa ha tenido 5000 metros de desnivel, buena batalla a cargo de un valiente entre los valientes, y un resultado de funeral. El ciclismo que nos ha tocado vivir.
El día pasará a los anales de la carrera por la primera vez que el maillot amarillo gana en Alpe d´Huez o por la primera vez en 20 años que alguien gana dos etapas de montaña seguidas, y es una pena que no vaya a pasar a la historia por la decidida apuesta realizada por Kruijswijk y su equipo.… Leer más