Demasiado poco Giro

¡Qué duro es el Giro! Encerronas todos los días, todo el país es montañoso, les ha dado por poner los pueblos encima de colinas, y esa lluvia inclemente que les ha tocado este año ¡Qué duro es el Giro! Tanto, tanto, que todavía no ha habido ningún ataque entre favoritos, que ninguno de los diez primeros de la general ha ganado una etapa, y que esto es algo que se repite desde hace años.

En la previa de la carrera indiqué que todo se decidiría en el Monte Lusari, la cronoescalada en cuesta de cabras el penúltimo día, pero no imaginé que antes de ese día los favoritos no intentasen nada para ver cómo estaban. Y nada significa nada. Al menos, a diferencia de 2022, las etapas son entretenidas -siempre para la fuga-, y no hay un corredor de paja que se haya tirado diez días de líder.

Pocos fines de semana de alta competición ciclista más inanes que este.… Leer más

La “autoregulación” del pelotón

Pocas cosas más aburridas en el ciclismo que una contrarreloj, y más en esta Vuelta donde Froome está dominando a su antojo. A pesar de perder bastantes segundos en el primer punto intermedio (km. 13 de un total de 40), después fue a ganar su segunda crono larga seguida en la Vuelta, tras la de 2016. El recorrido, que se había presentado como sinuoso, no lo fue tanto porque soplaba viento de culo, hasta el punto de marcar una media de 51´319 km/h.

Kelderman se quedó a 29″ -entró destrozado en meta, en contraste con el líder, sonriendo y con pintas de poder seguir 20 km. más- y Nibali, sorprendente tercero, a 57″, 2″ mejor que Zakarin y Contador, empatados a tiempo. Unas diferencias mucho menores de lo que se pensaba a priori, y en línea con una Vuelta que no termina de despegar en cuanto a sentenciar clasificaciones.

Tras haber cogido el liderato en la tercera etapa, Froome lidera con únicamente 1´58″ de ventaja sobre Nibali, un margen que se antoja muy escaso ante el dominio mostrado en carretera, y las dos etapas ganadas.… Leer más