Lo llaman Milán-Sanremo, pero no lo es
A lo largo de todo este parón propiciado por el Covid-19 ha habido muchos cambios en el calendario, tantos y tan previsibles que no iban a ser definitivos que, de haber hecho un seguimiento específico, no habría servido de nada. Todo es susceptible de cambio, y nada se puede dar por seguro.
El Giro de Lombardía ha cambiado cuatro veces de fecha, hasta poder agradar a la Mafia de RCS, que cree que tiene un activo en la carrera, y que no ha dudado en pasarla de octubre a agosto. Es el ejemplo más claro, ya citado en este espacio, pero que apenas esconde el principal problema: no es ya tanto el cambio de fechas -que hará que todas estas pruebas queden desnaturalizadas y haya que poner un asterisco en esta edición-, es que lleva aparejado el cambio de recorrido.
Así es. tanto Flandes como Roubaix verán recortada su longitud en 20 km, y eso si se llegan a celebrar.… Leer más