El ciclismo avanza (y V): todavía se muere de ciclismo

Ha pasado al inicio de esta temporada y, como suele pasar con los cadáveres incómodos, lo han metido en el hoyo y ha seguido la fiesta. El deporte acostumbra a operar así, y el ciclismo -donde hay cadáveres cada año, deportivos y reales-, ni les digo. El caso de hoy sorprende por lo descarnado del personaje, y por lo relativamente reciente de su presencia en el pelotón.

Lieuwe Westra apareció muerto hace tres semanas. Lo anunció el periodista que le ayudó a escribir su libro, reseñado aquí en su momento. Aquí ya están las pistas de todo: cuando te mueres, y el que lo anuncia es tu biógrafo y no tu familia, es que ya habías cortado las amarras con todo el mundo. Tenía 40 años.

Aunque las noticias han sido muy escuetas, todo apunta a un suicidio -se habla de una depresión de varios años-, una gran plaga entre exdeportistas que llevan muy mal el tránsito de la vida deportiva, esa que consume tantas y tantas horas del día, a la vida normal, esa donde tienes que emplear las horas en algo útil.… Leer más

Westra, otro corredor multiherramienta dopado

Primero fue Karsten Kroon, pero el no quería hacerlo, y ahora ha sido Liewe Westra el que ha confesado haberse dopado durante toda su carrera deportiva. Ambos corredores comparten nacionalidad, y nunca fueron compañeros de equipo. Aparentemente, son dos casos aislados, si es que todavía hoy existe alguien que siga el ciclismo y se pueda creer algo así.

Kroon, que ahora es comentarista Eurosport NL, le contó hace un año a un amigo periodista que sí, que se había dopado, y que lo iba a contar en breve para quitarse un peso de encima, siguiendo la tradición de tantos y tantos corredores de los Países Bajos que han hecho una maniobra similar. El problema es que no lo hizo -se está muy agusto en la Tele del Cinismo, un hervidero de dopados&flipados-, y el periodista lo ha contado ahora.

Por supuesto, el asunto recibió atención durante un día, uno solo: Kroon dijo que sí, “pero solo durante un breve periodo”.… Leer más

Tour de Flandes, la ruina del circuito en la edición número cien

KapelMuurPasó el otro día, durante la primera etapa de los Tres días de la Panne: aunque estaba anunciado desde que se presentó el recorrido, de repente apareció la subida a KappelMuur. Fue como un espejismo, porque ni decidió nada, ni se subió a cuchillo -tres corredores iban en la fuga, tres llegaron a meta sin atarcarse ni un momento- y sólo dejo la desagradable sensación de una realidad que existe, pero que no era esa.

No era lo que recordabamos. Este domingo se disputa el Tour de Flandes, la carrera convertida en una fiesta nacionalista, alcoholica y en una máquina de hacer dinero, puesto que en varios tramos y en la recta final hay que pagar entrada. Es una carrera en franca decadencia deportiva, que desde hace una década ofrece por regla general ediciones ramplonas, tristes y con ganadores mediocres, y que sin embargo sigue siendo de las favoritas de una parte importante de los aficionados, cuando no la carrera favorita.… Leer más

Lo más transcendente pasó antes del pavés

Lo más transcendente pasó antes del pavés

De una etapa tan gigantesca de ciclismo como la vivida hoy en el Tour de Francia, que sólo ha durado tres  horas y poco, se pueden sacar tantas posibles lecturas, matices y detalles como para rellenar un libro. Es uno de esos días especiales, que cada uno recordará por tal o cual cosa, pero donde el triunfador siempre es el mismo: el ciclismo, el deporte más duro y bonito del mundo, porque les recuerdo que estos mismos corredores que hoy han afrontado los tramos de pavé propuestos por la organización, y lo han hecho con profesionalidad y sin ningún plante ni pacto, en dos semanas estarán subiendo el Tourmalet. No hay nada como el ciclismo en el campo del entretenimiento y el espectáculo deportivo. Eso por delante.

Se sabía que iba a llover, y se sabía que la etapa contaba con nueve tramos de pavé que también se usan en la Paris-Roubaix.… Leer más

Gilbert gana como siempre a Joaquím Rodríguez, esta vez en casa

Segundo-Primero-Especialista en Montjuic

Casi un año después de su última victoria, Phillipe Gilbert ha conseguido volver a alzar los brazos en la etapa que veía el regreso de la Vuelta a Barcelona, la gran capital europea que ha dado demasiado tiempo la espalda a la ronda española, en parte por el lamentable espectáculo de 1999, la última vez que llegó la Vuelta aquí.

Hubo un intento de parón por un supuesto circuito peligroso. Moreno, de los Moreno de toda la vida, tenía por entonces un equipillo y pasó del boicot, lanzado a Roscioli por delante, que ganó una etapa-farsa. En aquel equipo también militaba un caduco Ekimov, al que después rescató Armstrong: de militar en el Jazztel-Almería a subir el Tourmalet y ganar los JJ.OO CRI en Sidney 2000 y Atenas 2004.

¡Qué cosas! Nos dicen -aprovechando lo último de Armstrong- que eso es el ciclismo del pasado, como si ahora tengamos que tragar con normalidad que alguien que en 2011 arrasó de tal manera como Gilbert, este año se haya arrastrado sin que mediase caída o enfermedad alguna.… Leer más

Un Giro para Girona

Hesjedal y Vande Velde, muy contentos

Perder un Giro de Italia por 16″ debe ser duro cuando has ganado dos etapas, has llegado líder a la crono final y has sido 10 días líder. También cuando has sido cuarto el año pasado. Y debe ser aún más duro cuando pierdes contra un corredor que, con esta victoria, obtiene su tercer triunfo profesional.

Ryder Hesjedal ha ganado el Giro 2012 por sólo 16″ -la cuarta diferencia más corta en la historia de la carrera italiana-, suficientes. Salió en la crono final con una desventaja de 31″, tras haber perdido únicamente 1″ en las etapas de los Dolomitas.

Se sabe las armas con las que Hesjedal ha ganado la carrera de tres semanas -nominales-: tesón, un equipo que voló como acostumbra en la CRE (visto el resultado del Giro y la igualdad que reina en el pelotón, esta disciplina es cada vez más decisiva) y aguantar en montaña.… Leer más

En la estela de Tom Simpson

El maillot del Sky

 El jueves pasado la Paris-Niza llegó a Mende, cima mitificada por Manolo Saiz, los franceses -porque ganó allí en 1995, la única de sus cuatro victorias de etapa en el Tour en una etapa trancendente- y por cierta parte de la afición ciclista, la misma que alucina con los porcentajes exagerados y con el espectáculo de la última rampa, que suele ser la rampa de lanzamiento para el corredor más sputnik del momento.

Tal mérito corresponde al sorprendente e inefable Lieuwe Westra, toda una vida como holandés del montón -grande, rodador, anónimo- y que en el Vacansoleil de los amores ha experimentado una mejoría que linda con el cambio de paradigma, puesto que ahora es el mejor escalador y el mejor cronoescalador del pelotón. En su equipo comparte características con De Gendt, Hoogerland o Poels, todos capaces de hazañas similares.

Westra ya estuvo escapado el día anterior, y sólo fue neutralizado en los kilómetros finales por un pelotón (perdón, Movistar) desatado.… Leer más