120 km. de etapa, 10´ de esfuerzo, 1´15″ de renta
Era muy fea la etapa cántabra de contrato. Tanto, que obligaba a los ciclistas a dar un bucle sobre sí mismos para alcanzar la ridícula cifra de 120 km. recorridos, y ni siquiera íntegros por la Comunidad Autónoma inventada, porque siete de los últimos diez kilómetros transcurrían por Asturias.
Cantabria Infinita, decía el eslogan, pero bien etapa bien cortita y llena de tomas aéreas para vender sus bellezas -en lo que atañe a la cobertura ciclista, siempre la costa, siempre- y también sus miserias, porque enfocaron la desasosegante Torrelavega y su industria decrépita, que seguro que llamó mucho la atención a un hipotético televidente noruego o suizo, acostumbrado a ver en el Tour únicamente campos de girasoles, castillos y ríos.
Da igual, es un batalla perdida. Ni siquiera había gente en las cunetas, en un día laborable y con frecuentes chaparrones de lluvia. No hay ciclistas profesionales cántabros, no hay españoles disputando la carrera,y se ve todo mejor desde la televisión, o eso decía el tópico antes de la penosa realización de esta edición.… Leer más