Medio Tour consumido, lo que queda es aún peor

A pocos le interesa este Tour de Francia, y es normal. La legión de enviados españoles tienen poco donde rascar, con únicamente diez compatriotas con dorsal. Así tienen de de abrumado a Enric Mas, al que esperan etapa tras etapa para hacer las mismas preguntas, comentarios, reflexiones…mientras el mallorquín contesta tonterías, desmiente que no haya ido bien, se sorprende de que Piti haya desvelado que va a ser padre por segunda vez (“felicidades, Enric”) etc.

A Carlos Rodríguez, ni eso. El micrófono le viene a visitar mucho menos, porque es un corredor de esos que no dan titulares, muy poco querido por estos pagos, donde se busca el “hachazo” como momento único del ciclismo. Mejor así, ellos se lo pierden. Hoy, sin ir más lejos, Hipocresía De Andrés decía abiertamente que Mas tenía que ir a por etapas y olvidarse de la general, esto es: dar sentido a su trabajo de propagandista, de hablar de un español. Leer más

Giro “histórico” para el que lo quiera ver así

Giro “histórico” para el que lo quiera ver así

Ha habido gente que le ha gustado este Giro. Un Giro en donde no ha pasado absolutamente nada hasta pasado el ecuador de la carrera, y con “nada” me refiero a nada de la nada. Etapas romas, sin aliciente alguno, pero no hay nada que se olvide más rápido que el ciclismo o el deporte, lleno de eventos “históricos”.

El gran anzuelo para este Giro es la resolución que ha tenido, más un regalo que una victoria. En 2022, que fue otro Giro horrendo, también se presentó como un gran evento que Carapaz perdiese la carrera en la última rampa de la Marmolada. No debió ser tan histórico, porque a pesar de haber sucedido hace tres años, pocos se refieren al caso, quizás por el carisma de los contendientes.

El Giro, no se lleven a engaño, ha sido una filfa. Escasamente selectivo, como así quería el organizador. Baste decir que han llegado a Roma 159 corredores, un récord de los últimos tiempos, en los que una gran vuelta suele acabar con 140 corredores.… Leer más

Perder el Giro el último día es habitual, pero no regalarlo

Perder el Giro el último día es habitual, pero no regalarlo

Existen muchas formas de perder el Giro de Italia en la última etapa. Es algo que sucede muy frecuentemente (siete de las últimas diez ediciones han visto un vuelco en sus últimos compases), pero lo sucedido ayer entra dentro de la antología del disparate ciclista.

Habrá que ir rápido al asunto: es totalmente intranscendente tanto el ganador de la etapa anterior (el francés Prodhomme) como el de la etapa de Sestriere (Chris Harper), simplemente sirven para resaltar la absoluta bazofia del nivel general de la carrera, donde hasta una Mascota ha podido ganar una etapa de montaña. Vean el conjunto, por favor, y no se llevarán a engaño.

Y, como es totalmente intranscendente los ganadores parciales, habrá que ir a lo relevante: ¿cómo se pierde un Giro? Un Giro el último día se pierde bien porque acaba en una crono final (como le pasó a Rodríguez en 2012, a Quintana en 2017 o a G.Thomas… Leer más

Carapaz saca oro en un brillante día de ciclismo

No era muy optimista con los primeros compases de la etapa. Una lluvia incesante y mucho frío, una fuga masiva formada con nada y con nadie, y un UAE que tendía a ser dominante, al menos en cuanto a número y calidad de corredores. Sin embargo, el Dios del ciclismo se mostró en todo su esplendor para salvar la etapa, y darnos a todos una etapa de ciclismo de las de antes.

¿Qué significa esto? Que hubo alternativas, hundimientos, carreras dentro de carreras como una matrioshka, pequeñas mundanidades y grandes esfuerzos, facturas cobradas y aún por pagar, y todo lo que ennoblece este deporte cuando se superan las cinco horas, cuando hay esfuerzos encadenados, cuando hay recorrido.

La lluvia causó los primeros estragos. Múltiples caídas que dejaron fuera de la carrera a, entre otros, Primoz Roglic. El esloveno ya era duda en la previa, consiguió salir, y terminó abandonando.… Leer más

En estas etapas pasan (pasaban) estas cosas

Pues estas cosas pasan. Cuando se disputaban las etapas llanas, estas cosas pasaban: caídas, cortes, situaciones de carrera. Cuanto más larga la etapa, mejor. Ahora, como no se disputan este tipo de etapas, todo parece novedad, y proliferan los titulares tipo “El Giro, patas arriba” (sic) o “Vuelco en el Giro”. Por una puta montonera cerca de meta, y un par de aspirantes fuera.

No voy a volver con la letanía: el enemigo del ciclismo está dentro. Los plumillas de esto, lo primero. Lo sucedido ayer en la etapa paisajística-intranscendente camino de Eslovenia -tiene narices programar algo así para el sábado, supuesto día de máxima audiencia- no dejaría de ser un día más en el ciclismo de no hace tantos años, pero ahora se convierte en hecho catárquico y de la máxima relevancia.

¿Por qué? Porque son ellos mismos los que se han acostumbrado a que no pase nada, y lo pactan así: los ciclistas con su Mafia de las fugas pactadas, y los que supuestamente narran esto, con su silencio cómplice.… Leer más

Ecuador del Giro con un líder inesperado

Así dicho, parece que haya transcurrido una primera mitad de la carrera entretenida y con alternativas, y no ha sido así. Todo lo contrario, aunque el buen regusto de la etapa de hoy ayude a los bienpensantes a sostener la narrativa de este deporte.

Todo lo dejó resumido Mauro Vegni, mandamás de la carrera, al volver de la inútil excursión a Albania, refiriéndose a la última etapa en el país adriático: “no era una etapa para llegar al sprint”. El indómito país, donde el terreno llano escasea, ofreció bien poquito: una entretenida primera etapa donde Pedersen se impuso por escaso margen a un Van Aert cada vez más Bugno, una crono ganada por un hiperespecialista del Ineos y donde Roglic perdió por centésimas (Ayuso flaqueó), y una tercera etapa donde se subía un buen puerto -bellísimo, por otra parte- a mitad de la etapa, pero donde se llegó al sprint y volvió a ganar Pedersen.… Leer más

Nueva humillación al ciclismo, y nueva humillación de Pogacar

Entre Grissan y Nimes la organización había programado lo que podía haber sido una etapa de ciclismo, con más posibilidades de ser una buena etapa de ciclismo -última semana, recorrido turístico atravesando pueblos, llegada a un sitio mítico- que una mala. Acabó siendo, por ¡sexta! vez en esta edición, en otra etapa fumada.

La etapa fumada es algo más, una nueva categoría en este deporte empeñado en llegar a su fondo y, en vez de remontar para salir del pozo, quedarse tendido en el lodazal de mierda, chapoteando. La etapa fumada no es ni etapa, ni competición: es una burla a los sitios por donde pasa, al organizador (que no dice nada y mantiene un silencio escrupuloso sobre el asunto) y a los espectadores.

No hubo fuga de salida. Tampoco ritmo alto. Cuando la Mafia del pelotón consideró conveniente, dejaron escaparse a un único corredor el Total Energies, solo uno para que no hubiese ningún contratiempo.… Leer más

Un Tour continuista

Un Tour continuista

Que hayan sido primero y segundo del Tour 2023 los mismos corredores que llevan copando ambas posiciones de la carrera desde 2021 no es nada halagüeño. Ni siquiera la rivalidad Armstrong-Ullrich se prolongó tanto tiempo, en las mismas posiciones.

Todo el mundo contento con el duopolio inexacto entre Vingegaard y Pogacar, porque hay cierta incertidumbre hasta que llegan las etapas decisivas, y porque el esloveno ataca mucho, produciendo pocos resultados. Espectáculo entrecomillado, mientras el resto de corredores ven por la ventanilla.

Dado que el segundo clasificado ya ha tenido atención aparte, porque es sobre el que se ciernen las dudas, solo cabe centrar la atención en el legítimo ganador, siempre atento y que ha sabido correr muy inteligentemente: más allá de la crono sideral -y muy bien preparada-, Vingegaard ha tenido muestras de gran campeón cuando, por ejemplo, dejó a Pogacar cebarse durante dos km. del Puy de Dome, y otros puertos, sabiendo que no se iba a ir.… Leer más

La superioridad del llano sobre una etapa reina

La superioridad del llano sobre una etapa reina

Hubo grandes titulares de eso que llevan lo de “etapa reina” por bandera.  Se subía el Col de Loze, gigante irregular y demasiado nuevo para rememorar ninguna épica -si la hubiese: en 2020 ganó M.A López-, y por eso los comentaristas decían los ganadores en Courchevel, en la otra vertiente, donde estaba la meta.

Ya saben cómo va esto de las etapas reina, los tours abiertos, y una carrera que quedó muerta con la increíble crono de 22 km. a cargo del líder de la carrera. Fue algo tan fulminante, tan aplastante, que no tenía sentido ilusionarse con historias de remontadas, batallas hasta el fin, y nada más: el Tour, en la lucha por la general, era una vez más una carrera muerta y sentenciada. 

Lo que marca el nivel del Tour son las etapas individuales, esas que han sido horrorosas y aburridísimas en tantas ediciones recientes, y que en este Tour han estado a gran nivel: lo fue la etapa de ayer, y lo ha sido mucho más la etapa de hoy, otra de esas de transición que acaban resultando mucho mejores que la inmensa mayoría de las etapas reina en las tres grandes vueltas del calendario.… Leer más

Unas etapas que han servido

De las tres etapas del Tour de Francia por Euskadi la mejor ha sido la segunda. Si hubiese que representar en un altimetría la intensidad de la triple cita, se parecería a un puerto de salida, un Fuera de Categoría a la mitad, y un final llano. Es un balance muy positivo.

Lo es porque se corría el riesgo cierto de un inicio de carrera parecido al de Dinamarca, que fue la muerte total del ciclismo; la única etapa que los corredores se han tomado a chufla ha sido la de hoy, y eso ya es un triunfo. Las otras dos han cumplido sobremanera en cuanto a lo deportivo, que es lo que cuenta cuando se bajan las banderas y se acaba el eco del Grand Depart.

En Bilbao lució todo bien. Quizás lo más significativo haya sido que una simple caída a 16 km. de meta dejó fuera a dos aspirantes al top-ten como Carapaz (tercero en 2021) y Mas (quinto hace demasiado tiempo).… Leer más