No ha estado nada mal este Ventoux

¿Quería ganar la etapa de hoy Pogacar? Sí, sin duda. Solo así se explica el control férreo que impuso Politt en el inicio de la etapa. Se había formado ya una fuga mierdera con la que pretendían pastorear el día (dos Tudor y otro corredor más del montón) y el gigante alemán se dedicó a amedrentar a cualquiera que lo intentase.

Lo intentó Romeo, dentro de la estrategia canina, y recibió una bronca monumental. Debió servir, porque cuando se formó otro corte con los habituales treinta y pico corredores, el joven vallisoletano no estaba. Era su terreno, era la etapa que tenían marcada como equipo, pero las amenazas habían surtido efecto. 

¿Recibirá sanción Politt al respecto? No, porque al revés de Moscon -si, está corriendo el Tour- hace unos años, no cerró a ningún corredor, ni alzó el puño soltando el manillar. Hasta en eso es sutil la Mafia.… Leer más

Espantosos indicios de que el ciclismo ha cambiado

La etapa reina de los Pirineos, esa que apelaba la épica del ciclismo del pasado calcando el recorrido de otra etapa idéntica en 1986, quedó en poca cosa, salvo para ahondar en los muchos males de este deporte que -nos dicen, nos insisten- ha cambiado.

Yo creo que no, y aunque la etapa haya tenido poco para la lucha por la general -como todo el Tour- y para la victoria parcial, han pasado muchas cosas que demuestran que todo sigue igual, por si alguien tenía alguna duda. Demasiadas, y demasiado evidentes como para no ver que esto sigue adelante por el clásico contubernio entre prensa que mira para otro lado, organizadores, y drogados.

En la fuga del día -numerosa y con buenos escaladores- se infiltró la vergonzosa rata de 21 años Lenny Martínez. Sí, el mismo del blancazo el primer día que una conocida propagandista bautizó como “veremos a donde puede llegar en el futuro”.… Leer más

La era Van der Poel

La era Van der Poel

Solo había un favorito en la salida de la París-Roubaix, y el favorito cumplió el pronóstico. Hasta aquí no habría nada de sorprendente en una carrera que era para especialistas, hasta que Colbrelli la ganó en su primera participación, en el lejanísimo 2021. Curiosamente, el italiano batió al sprint al desaparecido Florian Vermeersch -el Lotto corría el riesgo de descender de categoría, y sacó su mejor resultado en décadas- y a Van der Poel.

Ahora el neerlandés se ha convertido en una bestia. Nadie contempla otro escenario que no sea verle alzar los brazos en todas las clásicas de pavés de prestigio -suma ocho podios y cinco victorias desde 2020, incluyendo cinco años seguidos sin bajarse del segundo puesto en Flandes-, tal y es su dominio y sometimiento a los rivales.

¿Rivales? No había muchos en la salida de Compiegne. Con el Quick Step desaparecido por segundo año consecutivo -desaparecido a unos niveles que explican el ciclismo que cambia mejor que cualquier otra cosa-, con un Jumbo que, entre lesionados y extrañas desapariciones (Van Baarle no tomó la salida a pesar de estar en el equipo titular, Laporte dicen que está deprimido, Jorgenson tenía miedo de entrar en Aremberg a 80 km/h, como en su imaginación) tampoco contaba, la victoria de Van der Poel se daba por descontada. Leer más

Tres prólogos para condicionar una cosa ya sabida

Las carreras de Flandes tenían antaño una identidad marcada y diferenciada; por ejemplo, en Waregem no salía ningún favorito para “De Ronde” (La Vuelta, sic) porque era considerada una carrera menor, y con razón. Ahora, metidos de lleno en la vorágine de que todas las carreras de un día son “clásicas”, que todas tienen valor intrínseco, nos topamos con que esas carreras han condicionado el Anillo -un licencia de traducción con Ronde- Único ideado por Flandes Classics para dominarlos a todos.

Hasta una carrera como Gante-Wevelgen, que este año ha vuelto a refrendar su condición de Sexto Monumento, también ha quedado subsumida y devaluada: todo se corre como condición para Flandes, como preparación para Flandes, y con Flandes en mente. Es algo consentido por los organizadores -que es el mismo para todas las carreras-, la UCI y el aficionado, y todo se vende como necesario para el espectáculo, lo haya, hubiera o hubiese.… Leer más

Nunca ganará la Milán-Sanremo

Nunca ganará la Milán-Sanremo

Cualquier día la crónica de una Milán-Sanremo la hará una IA y nadie se dará cuenta. De hecho, mucha gente ya lo hace dentro de su propia inteligencia natural con esos resúmenes-haikus sobre “solo valen los últimos 15 km” o, como dijo el ganador de ayer no hace mucho tiempo, “la mayor dificultad es no dormirse antes”.

Poco que reprochar aquí, y menos que lo habrá en el futuro. El rey de las distancias cortas -ganador del CX de Benidorm, y también del Mundial de la especialidad de una hora- también lo es de las distancias ultralargas, demostrando su extrema flexibilidad y polivalencia, que no hace falta un gran equipo para ganar la carrera, y que se puede subir en 2023 más rápido el Poggio que en los años de la EPO Golden Age.

De todo eso es capaz, y aún más, Matthieu Van der Poel. Ha ganado una carrera que ha despreciado siempre que ha podido -sin ir más lejos, el año pasado fue su carrera debut de temporada, y acabó tercero, demostrando que no hace falta tener rodaje cuando se entrena como hace él-, y lo ha hecho con un dominio incontestable: subió la Cipressa en primeras posiciones, se metió en un corte en el llano hasta el Poggio, y su ataque en la última dificultad le dio la ventaja suficiente para llegar en solitario.… Leer más

Jumbo abarca y aprieta. De momento

45´ 43 km/h de media. Durante 202 km. y un calor superior a los 36º. Después de la chufla y tomadura de pelo de Dinamarca, está siendo el Tour más competitivo e intenso, en todas y cada una de sus etapas -quizás la que menos la de Calais, quien lo iba a decir- de la última década. Un vértigo de carrera, donde cualquier etapa es un frenesí de competición. De actitud de los ciclistas.

La jornada comenzó con la noticia de que Roglic no seguía en carrera. El Jumbo decidía apartarlo como consecuencia de la caída en la etapa de pavés. Esa, la versión oficial; la extraoficial es que el año pasado el esloveno hizo lo mismo para preparar JJ.OO y Vuelta a España,y ya saben como fue la historia.

Resulta un poco feo abandonar la carrera cuando tienes un compañero de líder, y es algo que los holandeses habrán ponderado.… Leer más

Tristes campeonatos nacionales

Los campeonatos nacionales de ciclismo han ido a caer este año a corredores que distan mucho de ser los mejores del pelotón, y en muchos casos suponen una gran decepción. Siguen así una tónica marcada desde hace años, y acentuada en esta ocasión por las ausencias a última hora de los grandes campeones, en línea con la paranoia que recorre el pelotón.

Primero fueron los eslovenos. Roglic y Pogacar dijeron que no irían a intentar conseguir el entorchado, alegando la cercanía del Tour -todos los años se disputa en las mismas fecha- y unos riesgos que nadie puede ver en una carrera donde los ven como semidioses. Después fue Valverde, que ya ha elegido retirarse arrástrandose, aunque quizás la decisión fue hace tres años.

El último fue Van Aert, que ha aducido unas “molestias en la rodilla” para no salir en el campeonato belga. Con la excepción de la Momia Murciana, todos están llamados a ser máximos protagonistas en el Tour, donde podían haber lucido su maillot y dejar varias fotos históricas.… Leer más

Van der Poel gana de una manera nueva

La fuga volvió a llegar, demostrando una vez más -por si Jacky Durand o Marc Gómez no fuesen suficientes- que en un carrera de un día se puede dar el gran campanazo usando la estrategia más antigua del ciclismo: irse por delante cuando los demás todavía están hablando.

No era una fuga normal porque en ella iba Nils Politt, hasta entonces desaparecido de la campaña del norte, y un corredor capaz de ganar el pulso al pelotón. Además, también iba el suizo Jacobs, de los pocos que ha rendido en la Patrulla Canina cuando se vio forzada a fichar a corredores así ante el veto de Acquadro.

Cogieron 5´  con facilidad hasta que el pelotón se puso a tirar, mientras pasaba lo habitual en términos de caídas y ataques en cada cota para seleccionar el grupo. A 70 km. de meta, subiendo Kanarienberg, una avanzadilla del Ineos compuesta por Pidcock y el joven Turner formó grupo con Van der Poel,  Benoot, Küng y Campenaerts, trotones muy cualificados.… Leer más

A temporada pasada

Llega el momento de hacer balance de los vaticinios, predicciones y vientres de paloma sajados a principios de este año. Lo crean o no, ya ha acabado la temporada ciclista y, una vez más, los ciclistas señalados en el lejano mes de enero han cumplido con bastante exactitud lo que se esperaba de ellos. En algunos estaba cantado, en otros había más incertidumbre, pero finalmente todos han acabado cayendo bajo la capa de Casandra.

Barceló: una vergüenza con dorsal. Ni se le ha visto. Era otro de esos jóvenes cacareados como el relevo del ciclismo español, y apenas consigue alzarse de los pedales. Ninguna enfermedad ha sido comunicada, salvo la de compartir origen con Javier Lambán y Bunbury. Quizás todo resida ahí.

Bisseger: pocos, muy pocos, hablaban del talento suizo a principios de 2021. Ha completado una temporada magnífica, con victorias en pruebas WT (P-N, Suiza, Benelux), y actitud ofensiva en Flandes, en su debut en el Tour, y en el Mundial.… Leer más

Días que toca, y días que no toca

Este espantoso Tour 2021 -no por menos anunciado hay que dejar de repetirlo-, en línea con todos los anteriores, ha arrojado en las dos últimas etapas nueva luz sobre la extraña actitud del pelotón respecto a las etapas llanas y, especialmente, de los corredores más aptos para ese perfil.

Como es ya sabido, hay etapas en que se permite la fuga, y hay etapas en las que no, porque hay un consenso borrego en ir todos juntos hasta meta para que gane el mismo que está ganando todos estos días. Brillante, ¿eh? Tanto en Nimes como en Carcassonnne se ha plasmado magníficamente este ying y yang de las etapas llanas, convertidas en mero pasto para ovejas con miedo al lobo.

Resulta tan desasosegante que hasta los bellos paisajes se atragantan, y era prácticamente el único aliciente de gran parte del Tour de Francia. Un día se pasaba por el famoso desfiladero que forma el Ardeche, lleno de actividades de turismo activo como el descenso en kayak.… Leer más