Si ni él mismo se lo cree, ¿por qué deberíamos los demás?

Si ni él mismo se lo cree, ¿por qué deberíamos los demás?

Entró en meta e inmediatamente se llevó las manos al casco en un gesto interpretado universalmente como de incredulidad. Después siguió con su zambomba de niñato y se fue a desplomar al suelo -de manera medida, como los malos actores- mientras era agasajado por la nube de fotógrafos. 18 años después un holandés volvía a ganar la carrera nacional por excelencia, y lo hacía vestido con el maillot de campeón nacional.

Allí donde el Rabobank había fracasado repetidas veces con Thomas Dekker, Freire, Mollema, Gesink y Karsten Kroon iba a triunfar un corredor que no milita en el equipo-enseña holandés que siempre ha habido y que siempre habrá, porque el ciclismo es un deporte muy querido y practicado en Holanda, a pesar de que llevan 40 años buscando al sucesor de Zoetemelk.

Quizás sonrió por eso. Al revés que en sus triunfos en Waregem o en la Flecha de Brabante, celebrados con alaridos y gestos adustos, el fenómeno Mathieu Van der Poel sonrió al entrar en meta, una sonrisa teñida por ese gesto de incredulidad que resume perfectamente el ciclismo de hoy en día, ya rendido sin remisión al nuevo ídolo que lo va a curar de todos los males.… Leer más

Quintana contra el muro del Sky

Quintana contra el muro del Sky

Que la París-Niza se ha ido convirtiendo en estos últimos años en un remedo feliz del Tour de Francia queda especialmente claro cuando en la etapa reina se ha ido una fuga de 39 corredores, esto es: más de la cuarta parte del pelotón. Exactamente igual que en el hermano mayor de julio, en todo: antes una fuga así pasaba a los anales del ciclismo, ahora es como se configuran -con la connivencia de todos los equipos, representados en la macroescapada- las etapas de montaña. Por supuesto, a todo el mundo le parece normal.

Con ese número, y con esa calidad, la fuga suele llegar a meta. Se esperaba mucho del Col de Turini y ha cumplido con creces, por lo que dentro de poco también se verá en ese referente ineludible de julio, que suele usar esta prueba o el muy venido a menos Dauphine Libere como banco de pruebas.… Leer más

Alaphilippe y el bloqueo del ciclista

Alaphilippe y el bloqueo del ciclista

Si en la fuga del día va Markel Irizar (un corredor de 40 años) ya se sabe que no va a ninguna parte, y que estará rodeado de continentales y corredores conocidos en su casa y a la hora de comer. Es el panorama de la Tirreno-Adriático año tras año, y más con esos finales con encerrona que hacen que todo el mundo vaya junto hasta el final, donde una apoteosis de ciclismo para clips de vídeo satisface a las televisiones y a los organizadores. Los highlights, en italiano.

La fuga era tan inconsistente, tan de Irizar, que el Orica puso a tirar al líder de paja Hepburn, agraciado por el puestómetro tras la CRE. Ahí está en las fotos, con su bigotito de hipster y su maillot azul de los dos mares atraversando la Toscana más desconocida e ignota, en una de las pocas jornadas de gloria que va a tener, y que simplemente ha consistido en un traspaso de líder hacía Adam Yates.… Leer más

Una auténtica etapa del Tour (actual)

Una auténtica etapa del Tour (actual)

Después de dos días trepidantes por el viento y la entrega de los ciclistas, hubo pacto mafioso para llevar una etapa de 200 km. totalmente controlada y de pedaleo con dorsal. Los believers de este deporte dirán que era porque había viento de cara durante los 170 primeros kilómetros, y los que llevamos tiempo viendo el fenómeno de cómo las etapas llanas acaban siendo escamoteadas al espectador tenemos una nueva muesca.

Después del primer sprint intermedio (km. 24, Kwiatkowski sobre SMS Sánchez) se formó una fuga de ocho corredores, lo normal cuando se llevaba una hora de carrera -¡el viento de cara tenía que ser huracanado!-, pero el pelotón no les dejó ir por delante, porque….porque…tocaba descanso. En las crónicas se lee que era porque estaba Turgis -a pocos segundos del liderato- y algún sospechoso habitual de no parar -De Gendt-, pero la realidad es que la fuga que finalmente se formó fue la de siempre.… Leer más

El Sky gana su sexto Dauphine en ocho años

ASO no ha aprendido nada de anteriores experimientos y planteó para este 2018 una edición del Dauphiné que no era reconocible ni para los más osados apóstoles del ciclismo, que en buena hoguera estén. Tras la bochornosa edición 2014 de la París-Niza -no en vano ganada por Betancur-, el que en un tiempo no muy lejano fue conocido como el pequeño Tour pasa a formar parte de las carreras con asterisco, como la París-Roubaix del asfalto en 1965, o la Vuelta 2013.

Se puede decir, y sin equivocarse un ápice, que la carrera quedó sentenciada con la CRE. Fueron nada menos que 35 km. -por comparar: más larga que las CRI del Giro o el Tour de este año- totalmente llanos, un regalo para un equipo como el Sky, de siempre mimado por ASO en los recorridos. Así se pudo presentar en la salida con el equipo B, consistente en rodadores como Castroviejo, Moscon, Kwiatkowski o Hart, que en caso de dudas también pueden subir, aunque nunca al nivel de Poels o Henao.… Leer más

Nicola Bagioli, Jacopo Mosca y la Milán-Sanremo (hacen falta valientes)

Nicola Bagioli, Jacopo Mosca y la Milán-Sanremo (hacen falta valientes)

La Milán-Sanremo ya solo se puede ganar de dos maneras: al sprint, o con un movimiento en el Poggio. La primera opción cuenta con una serie de favoritoas para el sábado, y en la segunda están todos los demás que no puede arriesgarse a llegar a un sprint en vía Roma contra corredores más veloces. La vía abierta por Sagan el año pasado -el hombre más temeroso de su sprint, excepto cuando lleva el maillot de Eslovaquia-, y a la que se sumaron Alaphillippe y Kwiatkowski debería ser explotada por Wellens, Van Avermaet y Gilbert, y francamente hay muy pocos más que lo puedan hacer en serio.

En cuanto al sprint, hay bajas excelsas de última hora (Gaviria y los dos sprinters del Trek, Degenkolb y Nizzolo), e incorporados que no han competido ni en Tirreno-Adriático ni en París-Niza, como Cavendish o el sospechosísimo y obsesionado con la carrera Matthews. El australiano se dañó algo en la Het Volk, y lo que parecía una grave lesión se ha trocado en una preparación stealth que encima contará con el apoyo sobre el terreno de Dumoulin, el hombre que tenía que haber saltado, hace un año, subiendo el Poggio.… Leer más

Una edición de Tirreno-Adriático para olvidar

Se puede decir que la Tirreno-Adriático, con su actual formato, ha vuelto a tocar fondo. Ya lo había hecho en fechas no muy lejanas con aquellas ediciones para sprinters, luego las ediciones para contrarrelojistas, y ahora se arrastra lastimosamente con las ediciones para escaladores: los dos triunfos de Quintana se lograron con un único ataque respectivamente, y hoy mismo Kwiatkowski ha ganado una edición soporífera donde ni siquiera los sprints, de siempre una de las características principales de la carrera, han merecido atención.

Movistar se dejó la carrera el primer día en la CRE. 50″ perdidos con el BMC y 41″ con el Sky, todo un anticipo de por donde puede ir la prueba de similares características en el próximo Tour de Francia. Por muy bueno que pueda ser Landa eso es muy difícil de remontar en una carrera con una única montaña, y tampoco es tan bueno porque ni siquiera logró entrar en el podio final.… Leer más

Hay Mundial

bergen2017-2-rr-v4Cuando en 1993 Noruega organizó el Mundial de Oslo, en el país apenas había tradición ciclista y la Federación nacional apenas contaba con 7 mil licencias. Al margen del exótico Dag Otto Lauritzen -que llegó a ganar en Luz Ardiden en el Tour 1987-, había poco más en el país. 24 años después el Mundial vuelve a Noruega, un país que ha adoptado el ciclismo como una religión, y por la vía más fácil: como hay compatriotas que ganan, todos se hacen aficionados al deporte. Sea el que sea.

Baste decir que el Tour de Francia no se empezó a retransmitir en directo hasta una fecha tan cercana como 1998, justo cuando una hornada de jóvenes noruegos (Kurt Asle Arvesen en ruta en 1997, y Hushvod en crono en 1998) ganaron sus Mundiales sub-23. Poco a poco, y enlazando después con los actuales Boasson Hagen y Kristoff, el ciclismo se ha consolidado como uno de los deporte favoritos de un país de cuatro millones de habitantes, y con muy poca representación internacional fuera de los deportes de invierno.… Leer más

Un segundo que nunca volverá

Qué bonita metáfora del Tour de Francia el estadio de balompié de Marsella vacío. Después de tres semanas de carreteras llenas, de un gentío sin fin y de auténticos fans que suben hasta sitios como el Izoard, apenas unos cuantos miles han querido ver la salida y llegada de la decisiva crono del Tour sentaditos en sus asientos. Fin de semana, día de playa, y una ciudad poco dada al ciclismo obran esta pésima imagen para el evento más importante del ciclismo, acrecentada por un horrible canto de La Marsellesa sin venir a cuento.

Menos mal que la ciudad quedó retratada con todas sus bellezas, porque la idea del estadio de fútbol -o meter a los ciclistas por el circuito de bólidos de Spa-Francochamps en la tercera etapa- es digna de lo que se está convirtiendo el Tour: mongoladas extradeportivas, escasa competición, general abierta hasta el último día, sin que haya realmente emoción.… Leer más

¿Eso han sido los Alpes?

Dos días en los Alpes, el Tour en un pañuelo, y el primer día la fuga con 30 corredores (de donde salió el ganador de la etapa) y el segundo 50, una auténtica animalada jamás vista, que incluso llevaba al estupor a alguno de sus integrantes. El ciclismo y sus pactos, incluyendo el de no agresión en la montaña. Apenas queda una crono con una longitud digna de una vuelta de una semana, y la montaña se ha acabado con los dos primeros de la general sin haber atacado, simplemente aguantando. El tercero si lo ha hecho, para no tener jamás más de 30 metros de ventaja.

Incluso cuando se buscaba consuelo en otras clasificaciones más disputadas, el infortunio hizo que Kittel se cayese al inicio de los Alpes y abandonase la carrera, dejando la regularidad a Matthews, que ya no tenía necesidad de escaparse y dar aliciente, uno al menos, al aburrídisimo espectáculo.… Leer más