Nueva humillación al ciclismo, y nueva humillación de Pogacar
Entre Grissan y Nimes la organización había programado lo que podía haber sido una etapa de ciclismo, con más posibilidades de ser una buena etapa de ciclismo -última semana, recorrido turístico atravesando pueblos, llegada a un sitio mítico- que una mala. Acabó siendo, por ¡sexta! vez en esta edición, en otra etapa fumada.
La etapa fumada es algo más, una nueva categoría en este deporte empeñado en llegar a su fondo y, en vez de remontar para salir del pozo, quedarse tendido en el lodazal de mierda, chapoteando. La etapa fumada no es ni etapa, ni competición: es una burla a los sitios por donde pasa, al organizador (que no dice nada y mantiene un silencio escrupuloso sobre el asunto) y a los espectadores.
No hubo fuga de salida. Tampoco ritmo alto. Cuando la Mafia del pelotón consideró conveniente, dejaron escaparse a un único corredor el Total Energies, solo uno para que no hubiese ningún contratiempo.… Leer más