La superioridad del llano sobre una etapa reina
Hubo grandes titulares de eso que llevan lo de “etapa reina” por bandera. Se subía el Col de Loze, gigante irregular y demasiado nuevo para rememorar ninguna épica -si la hubiese: en 2020 ganó M.A López-, y por eso los comentaristas decían los ganadores en Courchevel, en la otra vertiente, donde estaba la meta.
Ya saben cómo va esto de las etapas reina, los tours abiertos, y una carrera que quedó muerta con la increíble crono de 22 km. a cargo del líder de la carrera. Fue algo tan fulminante, tan aplastante, que no tenía sentido ilusionarse con historias de remontadas, batallas hasta el fin, y nada más: el Tour, en la lucha por la general, era una vez más una carrera muerta y sentenciada.
Lo que marca el nivel del Tour son las etapas individuales, esas que han sido horrorosas y aburridísimas en tantas ediciones recientes, y que en este Tour han estado a gran nivel: lo fue la etapa de ayer, y lo ha sido mucho más la etapa de hoy, otra de esas de transición que acaban resultando mucho mejores que la inmensa mayoría de las etapas reina en las tres grandes vueltas del calendario.… Leer más