Otra sarta de mentiras yankis (y II)
El Vaughters exciclista montó una inmobiliaria y un equipo de aficionados nivel yanki, hasta que un empresario neoyorkino contactó con él y le sedujo la historia de crear un equipo basado en arrepentidos del dopaje. Como se dice en el libro (pág. 276), “nuestro intento de llegar al Tour de Francia generó una publicidad mayor gracias a nuestra apuesta ética que equipos que ganaban veinte veces más carreras que nosotros”.
Eso es conocer bien el mercado. Los palanganeros periodistas siempre tendrán un micrófono abierto para una historia de redención, al menos mucho más que para uno que quiera contar con detalle las prácticas de dopaje y omertá.
La parte del Vaughters manager y director de equipo es la más interesante. Tiene reflexiones muy interesantes sobre el patrocinio, la fusión de equipos, la estructura del deporte y otros aspectos, el incoveniente es que está todo teñido de mentira e hipocresía.
Dedica palabras muy feas a David Millar, seguramente porque es su rival mediático en intentar vestir como un dandy y vender el rol de ciclista redimido, y después se olvida interesadamente de que en 2008, en el Tour de su debut, un paquete como Vande Velde lograse acabar cuarto (lo dice de pasada en la pág.… Leer más