El dominio del Jumbo es/por la pobreza de la Vuelta

Al margen de cualquier interpretación de lo sucedido hoy en la Vuelta a España, lo incontrovertible es que los ciclistas venían de un periodo de descanso muy prolongado. Es la Vuelta, se plantea como la grande con menos esfuerzo de las tres, y a fé que Guillén lo logra: el lunes día de descanso, el martes crono de sólo media hora -y para el que la disputó-, el miércoles etapa unipuerto de 3h30´ de disputa (y el pelotón llegó 5´ después, porque ni siquiera persiguió), y ayer un absoluto choteo con la etapa llana de Zaragoza: 3h 20´, y fuga del día para un Burgos y un Caja Rural. 150 km.

Hay que tener muy cuenta esto para analizar lo que viene a continuación. Si en una vuelta por etapas, en un deporte que es de resistencia, no pones nada para que se acumulen los esfuerzos, pasa lo de hoy: una etapa de 100 km (130 km.… Leer más

Roglic nunca se rinde

Salió todo bien. Para la organización, con una arriesgadísima cronoescalada; para el espectáculo, con un final apoteósico; para la zona, luciendo espléndidamente; y para el máximo favorito en la previa de la carrera, que ha jugado durante tres semanas a un tacticismo impropio de su carrera, y que finalmente le ha salido bien.

“Primoz Roglic conquista el Giro de Italia en la cronoescalada” funcionaría bien como titular alternativo, pero lo vivido esta tarde se enmarca dentro de un ciclo tortuoso que tenía el ciclista consigo mismo, y del que no había total certeza de que podría salir. El esloveno ya había perdido un podio del Tour con la crono final (en 2018, acabó cuarto y había empezado el día tercero) y, en 2020, la general de la misma carrera, además de una París-Niza y un Dauphiné Liberte perdidos por caídas en la última etapa.

Todo esos recuerdos se agolpaban, con total seguridad, en la vigilia de la extraña cronoescalada al Monte Lussari, que primero era por un espléndido carril-bici segregado, y después era por una mulattiera cementada para la ocasión.… Leer más

Tres semanas esperando

Tres semanas esperando

Un Giro sin escaladores y condicionado por la terrible cronoescalada del último día acaba produciendo una carrera maniatada y tremendamente previsible, como así ha sido. Hoy, supuesta etapa reina, se regaló la etapa a una fuga, y los favoritos solo se atacaron -poquito, poquito- en el último kilómetro.

Para ser la primera vez en una década que se subía a las Tres Cimas de Lavaredo, lugar mítico del ciclismo con reminiscencias tolkenianas, casi mejor que hubiese sido otro tipo de etapa. El ciclismo no da más de sí, y siempre que se propine el carrusel dolomítico acaba pasando mucho menos de lo esperado, porque las famosas montañas estará todas por encima de los dos mil metros, pero es que nunca se baja se cota 1500.

Es aguantar, poner caras, y llegar a meta. El esquema lo impuso Indurain en la edición de 1992 -cuando pasó primero por el Pordoi, Cima Coppi, ante los ojos atónitos de Chiappucci- y desde entonces, con la excepción de 2016, los Dolomitas dan para lo que dan.Leer más

Un Giro a los puntos

La belleza dolomítica de la etapa, y la peculiar poca dureza del día, no hacían presagiar un día de bonita batalla entre los favoritos, y de competición más o menos auténtica. Más o menos porque la fuga se fue para adelante un poco por circunstancias -parecía que Pinot iba a por los puntos de la montaña, para después dejarse caer-, y más o menos porque el pelotón les volvió a conceder una ventaja insalvable.

Quedan pocas fuerzas en el Giro, y todos van racaneando al máximo por eso de la cronoescalada asesina al Monte Lusari. Lo que ayer se perdió y hoy se gana son apenas 500 metros en el día de la montaña friuliana imposible de escalar, y es un cálculo optimista; eso, si algún favorito llegase en mejor forma al final, pero vista la igualdad tampoco es descartable que la crono no produzca grandes diferencias.

Con la fuga formada por Paret-Peintre, Pronskiy, Frigo, el incombustible y ya sospechoso Gee, Barguil, Zanna y Pinot había para entretenerse, y en un momento dado se pudo ver al líder del FdJ metido en una triple batalla: por la montaña -poca disputa hoy, Healy iba sin fuerzas-, por la etapa, y por la general.… Leer más

Por fin Almeida

El Monte Bondone, envuelto en una fama pretérita, hace mucho tiempo que no crea diferencias. Hoy tampoco ha sido una excepción, a pesar de las buenas condiciones para la etapa -50 km. en la primera hora, buena fuga, ritmo sostenido, casi seis horas de etapa, 200 km. en total- y la mejor disposición para la batalla de los corredores.

Es un Giro extremadamente igualado entre los tres de cabeza, que ya estaban destacados antes de esta etapa, y que simplemente salen reforzados en su posición; el que más, Almeida, ganador por fin de algo importante; el que menos, un Roglic que ha flaqueado en el tramo final, y que ha minimizado daños gracias al trabajo de Kuss.

En conjunto, ha sido una buena etapa. Solo por ver el magnífico Santa Barbara, en el extremo norte del Lago de Garda, ha merecido la pena. Uno más de los tantos puertos de la zona, con una carretera recién restaurada y que permite el paso de un coche, y con dificultad.… Leer más

Un Giro que es la monda

El Giro ha solucionado, en el arco de un solo año, su principal problema: la paupérrima participación, que se traducía en un nulo espectáculo y una carrera decadente, año tras año. El Giro era una carrera en busca de rescate, y lo ha encontrado de manera sorprendente.

Con buena participación se maquilla un recorrido francamente mejorable, que de entrada no ha sufrido grandes alteraciones -recuerden que el Giro llega a modificar la mitad de las etapas presentadas meses antes-, a la espera de lo que suceda dentro de tres semanas en las grandes cumbres alpinas. Para empezar, al Gran San Bernardo, elemento clave en el recorrido de este año, tiene ahora mismo cuatro metros de nieve en la cumbre.

El increíble puerto (2000 metros de desnivel positivo, 21 km. al 6´ 5% de pendiente sostenida) debería ser la tumba del principal favorito en la previa, El Niñato belga que intentará ganar la primera Gran Vuelta con el maillot arcoiris desde Lemond  el Tour 1990.… Leer más

Roglic repite Moncalvillo

Roglic repite Moncalvillo

En la Vuelta 2020 se vivió un recital entre Roglic y Carapaz. Se subía por primera vez en muchos años a Moncalvillo, una subida riojana olvidada por su pésimo asfalto que, una vez puesto en servicio, vio la llegada de la empresa de Guillén y su circo. No era una cuesta de cabras más: ni por porcentaje, que en absoluto era asesino, ni por el desenlace, pues su relativa longitud hizo que se viviese un día inolvidable.

Se veían de tu a tú los dos máximos aspirantes a ganar aquella Vuelta otoñal, dos ciclistas que rara vez dan por perdida una carrera, y que atacan hasta que tienen la última gota de adrenalina. Hoy ambos ciclistas estaban en la Volta, uno habiendo incrementado su palmarés notablemente, el otro no tanto.

Se ha vivido otro duelo de toma y daca entre dos corredores punteros del pelotón, de esos días en que -al margen del premio final, nada desdeñable-, nadie quiere dejar que el otro gane.… Leer más

Ganar una Tirreno a lo Pettachi, Bettini o Freire

¡Qué rápido se pasan las antorchas en el ciclismo! Si la Volta ostentó durante muchos años el título de peor carrera por etapas WT, ese honor lo ha dejado desde hace un tiempo, y ahora se lo disputan -dentro de las carreras tradicionales- Romandía, Tirreno e incluso el Giro.

¿Qué lleva a una carrera a caer en esa desazón? Pues una combinación de baja participación, recorrido poco atractivo, escasa disputa, o ganadores mediocres, factores que no se suelen dar todos juntos, pero donde solo uno de ellos puede hacer decantar la balanza hacia esa clara conclusión, nada infrecuente en un ciclismo de fugas pactadas o emoción concentrada en los últimos metros: “menuda mierda”.

Por supuesto, a la Tirreno-Adriático no le falla la participación: estamos todavía al inicio de la temporada, y es muy raro el corredor de nivel que no sale en esta carrera o en París-Niza, que desde hace muchos años tiene peor participación, y eso también lleva a que no haya habitualmente ganadores mediocres; falla en todo lo demás, y la edición de este año lo ha demostrado de manera palpable.… Leer más

A temporada pasada

Todo acaba llegando. El otoño, la lluvia, a Valverde su jubilación, y al resto de ciclistas y lectores el repaso al tradicional post de inicio de la temporada, cuya lectura es necesaria y nunca facultativa para poder entender bien lo atinado de mi particular bola de cristal.

Einer Rubio: era fácil acertar. Tercer año con los caninos, y tercer año anónimo, huero, yermo. En su equipo tampoco han considerado necesario alinearlo en ninguna Gran Vuelta, a saber por qué. Seguro que hay un gran campeón agazapado, esperando su oportunidad. O que mire lo que le ha pasado al nieto de Momeñe, al que han echado del equipo después de tres años haciendo virtualmente nada.

Carlos Rodríguez: aunque también era fácil de acertar, ha superado con creces las expectativas. Ganó una etapa en la Itzulia, campeón nacional, estuvo cerca de acabar top-five en la Vuelta -séptimo final por una caída-, y el momento brillante de quedar quinto en Lombardía.… Leer más

Johan de Muynck ya tiene sucesor

Johan de Muynck ya tiene sucesor

El chapucismo constante de la Vuelta de Guillén llegó incluso al podio final; no por sus integrantes, que también, sino porque pese a tener un jefe de protocolo (sic) el segundo se puso en el lugar del tercero, y viceversa. Sumen esto a la pésima realización televisiva -constantemente tragándose ataques, y penosas tomas de la entrada en meta- y el escaso espectáculo durante estas tres semanas, y ha quedado una Vuelta muy mala, un retorno a lo que ha venido siendo siempre esta carrera.

El tópico aquí sería lamento tener que hacer este balance, pero más lamentaría tener que mentir. La Vuelta ha sido muy mala, y así se ha visto en las tres etapas finales. La de Talavera fue un circo de 140 km. que en la mente de Escartín y Guillén era propicia para ataques, al ser “corta y nerviosa”. La realidad es que fue uno de los momentos más humillantes del ciclismo este año, con un puerto de Piélago que se coronaba lejos de meta, y donde la fuga ya estaba neutralizada.… Leer más