Acabó la Vuelta a Galicia

MexillonAsí, en ese pasado extraño con el que habla la gente del norte de España, hay que calificar las cinco primeras etapas de la Vuelta de este año: la Vuelta a Galicia, una costra que impregna toda la edición -sólo hace falta ver el anuncio de promoción, la cortinilla de inicio, o la banda sonora- hasta el punto que parece que es lo más importante, o lo más visual, de la gran ronda española.

En otros tiempos más lejanos, la incursión de la ronda española en la remota región se saldaba con un parte de bajas muy notable. Sin embargo, ya desde la edición de 2006 -cuando hacía una década que la carrera no se acercaba por la región, tiene narices- se aprecia que esas peculiariades geográfico-culturales se han desvanecido, y el pelotón internacional puede transitar sin mayor dificultad ni menoscabo de su integridad.

Cinco etapas, cinco. Las dos últimas, como las dos primeras en línea.… Leer más

Horner hace joven a Tutankamón (y estúpido a Guillén)

Horner hace joven a Tutankamón (y estúpido a Guillén)

Se prevía, tanto por el recorrido como por la participación, una mierda de Vuelta, pero lo que ha pasado esta tarde supera cualquiera de los anales del ciclismo, y no me estoy refiriendo a los archivos, aunque también. De la mierda a los anales, y de la mano de Chris Horner, ganador hoy en el Alto de la Lobeira y nuevo líder de la carrera.

La CRE arrojó más diferencias de las esperadas, con el Astaná especialmente destacado. Colocó de líder a Brajkovic -que trayectoria más confusa después de su anterior liderato, en el lejano 2006- y al día siguiente cedió su maillot a su jefe de filas, el favorito para muchos Vincenzo Nibali. La etapa, mucho peor que una de sprint, fue para Nicholas Roche, que ganó en alguna cuesta sin nombre de esas que hay por Galicia, concretamente en Baiona.

No se puede narrar nada de las etapas: hacen buenas las de los sprint llanos.… Leer más

Otra Vuelta para Joaquím Rodríguez

Otra Vuelta para Joaquím Rodríguez

Sorprende que, para la Vuelta 2013 que empieza este sábado, el favorito número uno sea Vincenzo Nibali, al que recientemente se ha visto “entrenando” por el carril-bici de Madrid-Rio. No tanto por este detalle insignificante, sino porque equivale a afirmar que el siciliano es capaz de ganar dos grandes en un mismo año, algo sólo al alcance de muy pocos corredores en la historia del ciclismo.

Desde luego, no oculta sus intenciones: viene a la ronda española con su mejor equipo posible (Fuglsang, Kangert, Iglinski, Tiralongo, Brajkovic), y ya ha ganado la carrera en 2010. Si me apuran, ese mismo año demostró que podía subir al podio de dos grandes en la misma temporada, un mérito al alcance de poquísimos desde que entramos en la era-EPO.

El problema de Nibali es que el recorrido no parece el más propicio para sus características, sino para las de J. Rodríguez, el escalador afincado en Andorra que incluso se pavoneaba de haber ayudado al diseño de la pasada edición de la Vuelta (etapa del Coll de la Gallina, que repite este año “casualmente”, porque todo Andorra es bello), carrera que perdió por un error táctico de esos que recordarán las alcahuetas del ciclismo dentro de tres décadas.… Leer más